Una de las cuestiones que nos hemos encontrado constantemente es en la denostación, sin embargo, es en la forma la que no aporta tanto, por ejemplo: “nazi”, “comunista”, “facho”, etc.
Como sector político debemos cuadrarnos en la lucha de las ideas, de los principios y de la democracia. Lo mencionado nos permite realmente avanzar, no en la lógica vacía de slogan como lo han hecho algunos, si no, en las ideas de fondo descuidando las formas o no poniéndolas como principal. Estamos llamados a defender los avances que hemos obtenido como país, retroceder es algo que debemos evitar a toda costa.
Aquí la lectura de los programas es un punto clave, por ejemplo, el programa del candidato José Antonio Kast, en el punto 27, señala que la Corte Suprema se encuentra por sobre todas las cortes naciones e internacionales; es decir, desconoce de facto los tratados internacionales que entregan competencia sobre determinados asuntos. Punto que es de especial preocupación si pensamos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Tenemos muchos puntos de un programa básico y poco sólido, donde poder basar nuestra argumentación. No perdamos el tiempo en cosas que aportaran muy poco, debemos ganar la lucha cultural a un sector que propone idea del pasado y que no se ajustan al siglo XXI.
Por eso, debemos dedicar (mi objetivo) a tratar punto a punto el programa del candidato de la extrema derecha de modo de evidenciar la mediocridad de este, resaltando a nuestro candidato y no atacando la forma del otro.
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