Que palabra más tremenda la Libertad. Por miles de años nuestra civilización se ha quebrado la cabeza intentando darle forma pero aún así nuestros filósofos se han mostrado incapaces para llegar a una definición de consenso: dónde comienza y dónde termina, si es o no inherente al ser humano y qué o quién es el encargado de garantizarla.
Pero la Libertad no es sólo un asunto de intelectuales, sino que también es un concepto de enorme actualidad e interés para la gente común: la pandemia y sus cuarentenas abrieron un encendido debate sobre la libertad de las personas y el tema constitucional en Chile despertó el temor de algunos a perderla irremediablemente.
En este post pretendo mostrar dos de las principales «versiones» de la libertad y cómo estas se expresan en los partidos políticos chilenos (este es un texto didáctico, por lo que agradezco sepan disculpar las simplificaciones).
Para comenzar, podemos decir que «ser un liberal» significa creer en la libertad del hombre para forjar su destino. Una idea como esta era considerada rebelde a finales de la Edad Media, y quien la creyera se arriesgaba a terminar en la hoguera. Sin embargo, como las buenas cepas, el liberalismo tuvo una favorable maduración en el tiempo y fueron tantos los corazones seducidos que el mundo terminó poblado de liberales.
En el siglo XXI, los liberales están presentes en casi todo el espectro político de Occidente y en Chile los podemos encontrar tanto en la izquierda feminista de Convergencia Social como en el nacionalismo conservador del Partido Republicano. Puede que autoproclamarse «liberal» haya sido algo revolucionario en los tiempos de la guillotina, pero hoy no es más que un lugar común.
Por eso, la diferencia fundamental entre la derecha y la izquierda chilena no está en su auto-declarado liberalismo*, sino en la forma en que ambas interpretan la Libertad, si acaso debe garantizarla el mercado o el Estado. Para decirlo metafóricamente, la Libertad es como un niño pequeño, cuya tuición es reclamada por ambos.
En este enfrentamiento por la tuición, la derecha chilena se inclina por el mercado. «La economía de mercado es el motor de la Libertad», argumentan, y para sostener su postura nos dicen que el mercado es una enorme red de intercambios, un espacio donde todos los individuos de la sociedad pueden encontrarse para satisfacer mutuamente sus necesidades. Al promover la operación abierta y fluida de esta red, las personas tendrán la oportunidad de prosperar y forjar su propio destino para alcanzar la Libertad. En este liberalismo de mercado (o neoliberalismo en lenguaje moderno), el Estado es un obstáculo en el camino a la Libertad, por lo que debe replegarse, observar desde lejos y aparecerse sólo lo justo y necesario. El Presidente Piñera graficó muy bien esta ideología con su famosa frase «la educación es un bien de consumo».
La diferencia fundamental entre la derecha y la izquierda chilena no está en su auto-declarado liberalismo*, sino en la forma en que ambas interpretan la Libertad, si acaso debe garantizarla el mercado o el Estado
La izquierda liberal (desde frenteamplistas a ex-Concertacionistas) ve el asunto de forma diferente. Sin duda, dicen, la economía de mercado ha sido un motor de prosperidad, pero no debemos olvidar que es también una fuente de injusticia («el mercado es cruel», decía Patricio Aylwin). En esta línea argumental, el liberalismo de mercado que propone la derecha es una ideología con dos caretas, por lo que es necesario activar las capacidades del Estado para aplicar correcciones ahí donde sea necesario. Esta perspectiva reformista (o «progre» en lenguaje coloquial) es la que permitirá que los individuos puedan acceder a la prosperidad y Libertad personal. La gratuidad en la educación y las cuotas de género son ejemplos clásicos de este planteamiento ideológico, porque buscan corregir los problemas de acceso y discriminación de ciertos grupos sociales en la economía de mercado.
Como vemos, la Libertad se manifiesta en las plataformas políticas de izquierda y derecha con diferentes énfasis. Afortunadamente, la Libertad es un concepto tan escurridizo que ningún sector político puede atribuirse su propiedad, por mucho que algunos la reclamen para sí.
En una perspectiva más amplia, el gran debate ideológico actual, tanto en Chile como en el mundo, tiene mucho que ver con el tipo de liberalismo que necesitan nuestras sociedades en su camino a la prosperidad. El hecho de que la discusión pública se haya vuelto tan apasionada y polarizada en nuestros días, es porque la Libertad es un concepto invaluable, de enorme significado para las personas. Solo la discusión y el consenso político se encargarán se ubicarle un terreno firme donde asentarse. Porque al parecer, la tuición por la Libertad no se la llevará ni el Estado ni el mercado, sino que terminará en un pacto conciliatorio.
(*) En este brevísimo texto no profundizo en ciertas características y contradicciones particulares de la política chilena, como la mezcla liberal-conservadora de la UDI/Republicanos o el liberal-marxismo de algunos sectores del Frente Amplio.
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Nolberto López Vera
La libertad no es patrimonio de nadie ni un botin a conquistar, la libertad es inherente al ser humano.
abechtold
Estimado
La diferencia entre las libertades de las izquierdas y derechas se basa en donde esta el orígen de la sociedad: en la persona o en el grupo.
La izquierda habla de que el grupo social es primero, y que las personas van naciendo e incorporandose; pero el grupo es la estructura base. El liberalismo de derecha considera que el individuo es la base, y al unirse por afinidades, intereses, etc, configura un grupo social.
Por lo mismo, la izquierda busca dar poder al grupo; y la derecha, al individuo. De ahí se configuran todas las libertades y valores que seguimos discutiendo. ¿Por que cree usted que la derecha en general es anti-aborto y la izquierda le gusta? Porque la derecha considera que hay un individuo en gestación; la izquierda, que solo un posible ladrillo más de la sociedad; por lo que es eliminable por diversas razones.
Y así, miles de ejemplos más.
Y, particularmente sobre los bienes económicos, la izquierda argumenta que la libertad es tener medios económicos para ejercer la; la derecha liberal, en tener la libertad para buscar los medios económicos para vivir. Es decir, la derecha parte de más atrás, de que hay que generar esos medios,y luego se pueden usar para ejercer esa libertad
; la izquierda busca saltarse esa parte (la de generar) , queriendo irse directamente a la libertad que da el dinero, y en todo lo que puede hacerse como grupo.
Por lo mismo, efectivamente hay interpretaciones de la libertad, de varios lados. Pero hay vertientes más trabajadas.