#Política

La Roja Democrática, y El Mundial de la Transición

0 Visitas:
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

No se espante. Esta es una opinión política. Si no quiere seguir leyendo, o si buscaba netamente burlarse de un mal comentario deportivo femenino, vaya donde los paladines de la opinión certera y el ego rascacielado . Exponentes hay bastantes. Comentaristas deportivos con bagaje en el cuerpo, y caras curtidas de tanto maquillaje de horas televisivas. Ellos manejan cifras, estadísticas, historias deportivas y si no lo hacen, tienen un buen olfato y cero empacho en recoger datos difundidos por otros, ciudadanos anónimos que comentan en sus blogs, y analizan en sus Twitter.

Esto en cambio, es sólo una reflexión de ciudadana común en torno al fútbol. Ese deporte que durante el año es para gran parte de la sociedad completamente indiferente, y frente al cual se desprenden variadas opiniones críticas, ya sea por el bajo nivel que tiene, la escasa preparación de los exponentes, el negocio publicitario que gira en torno a él y el poco espectáculo que brinda y que lo hace poco atractivo para quienes no profesamos un amor constante y leal por el fútbol.

Pero un Mundial es algo distinto. Un Mundial es un espectáculo que nos toca la fibra nacionalista, allí donde no nos dividen los pensamientos políticos, ni las diferencias religiosas, ni los periplos respectivos de cada estrato social.  Un mundial nos evade y nos abstrae en tiempos en que nuestras respectivas naciones nos saturan con parrillas programáticas basadas en dos frentes: farándula, y crónica roja.

De ahí que el mundo político no dude en intentar sacar provecho. Resulta atractivo colgarse de quizás el único evento que represente en todo su sentido una verdadera unidad nacional.

El Gobierno, por ejemplo,  asumió una clara postura frente al tema, disponiendo de “gestos” tales como el del subsecretario de Deportes, quien se fotografía in situ patrocinando Escuelas Sudafricanas. Mal que mal, no deja de ser mediáticamente atractivo ver a niños sudafricanos vestidos con La Roja.

En eso, el mundo político (y el de las asesorías) es hábil.

Sumemos la presencia del Mandatario y sus principales ministros ante una pantalla gigante, comprometidos con la Selección Chilena, teñidos de rojo, disfrutando de los 90 minutos junto a la gente, en una masa en donde la democracia cobra real sentido cuando se justifica incluso una salida de madre en presencia de la máxima autoridad nacional.

En la vereda del frente, una ex mandataria que dispone de todo el tiempo necesario para disfrutar del Mundial junto a la mismísima selección encabezada por un técnico huraño, al que no parece incomodarle su presencia ni la oleada de especulación mediática que en torno a ellos se esgrime.

Curioso, si recordamos que el último mundial en el que estuvimos, Francia 98, La Roja no tenía más “regalones” con acceso ilimitado a las previas, preparaciones, rezos, celebraciones y lamentaciones varias, que Pato Oñate, un reportero de dudosa rigurosidad periodística, asumido como mascota del plantel dirigido por Nelson Acosta.

Pero los tiempos cambiaron.

En este Mundial, en el que nos ilusionamos incluso con la misma Copa, en el que nos cobramos Justicia Divina post Terremoto, es una ex Mandataria, es una figura política, quien nos representa en una especie de “puente” entre la ciudadanía y el plantel de jugadores que nos puede llevar por primera vez al reconocimiento mundial. Le guste a quien le guste, le disguste a quien le disguste.

Es este Mundial, entre Waka Wakas, Bafana Bafanas y Vuvuzuelas el que viene a endulzar una etapa chilena de transición política y social.

El que no se suma,(o se suma mal) definitivamente, no tiene la capacidad de llegar a la fibra del pueblo chileno, y por lo tanto, no puede pretender obtener el equivalente al gol futbolero: Una votación favorable. 

TAGS:

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Quedan 1500 carácteres.

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

Lo grave es que los apitutados frenan los procesos de ascenso por mérito y crean deudas y compromisos indeseados. Debilitando de esta forma las instituciones públicas y fomentan la desconfianza
+VER MÁS
#Política

El caso Hermosilla y la tradición del pituto y el nepotismo

Generar ese clima de dialogo, que permita forjar acuerdos amplios en materia de crecimiento económico, en materia de seguridad, se ve difícil, pero ¿no es precisamente a lo difícil a lo que estamos llam ...
+VER MÁS
#Economía

Volver a crecer

La Fiscalía Metropolitana Oriente abrió una investigación en contra de Ward por su relación con Parque Capital, quien tendría la calidad de imputado (...) tendrá que defenderse en dos frentes judicial ...
+VER MÁS
#Política

Nexos del ex ministro Ward con los hermanos Jalaff y con una minera australiana    

Existe una deuda del Estado en proporcionar oportunidades de desarrollo personal, espacios adecuados de esparcimiento, fomento del deporte, cuestionarse un modelo que sólo se centra en el desarrollo econó ...
+VER MÁS
##UnPaísQueOpina

Adicción ¿alguien gana?

Popular

Pero ,la verdad, para desolación de las derechas, ultraderechas, y parte de la izquierda gerontocrática ideológicamente, es que ni Cuba ni Venezuela ni Nicaragua, son la izquierda
+VER MÁS
#Política

La izquierda según la derecha y cierta izquierda

Los dichos de Mañalich dan mucho en lo que reflexionar, no estamos hablando de alguien lo grabo en una reunión privada, estamos hablando de una entrevista en un medio y que ante la interpelación del entr ...
+VER MÁS
##UnPaísQueOpina

Mañalich: el arquetipo del hombre agresivo

En lugar de luchar contra un problema que puede no tener relevancia real para nuestros clientes, debemos invertir nuestro tiempo y recursos en entender a las personas que nos eligen
+VER MÁS
#Economía

Enamorarse del cliente, no del problema

Lo grave es que los apitutados frenan los procesos de ascenso por mérito y crean deudas y compromisos indeseados. Debilitando de esta forma las instituciones públicas y fomentan la desconfianza
+VER MÁS
#Política

El caso Hermosilla y la tradición del pituto y el nepotismo