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La «operación Longueira»

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La “operación Longueira” ha planteado una serie de preguntas; ¿cuáles fueron las condiciones políticas que hicieron que todo esto fuera posible?, ¿qué sucedió para el desenlace de uno de los episodios más interesantes, oscuros y llenos de aristas de los últimos años?, ¿por qué emerge en el terreno de la coyuntura un hecho político como el que estamos presenciando?, ¿qué objetivos de poder hay detrás de esta operación?, ¿qué efectos tendrá esta coyuntura sobre el futuro político y electoral del oficialismo?, ¿a qué responde la bajada de Golborne; a hechos fortuitos o a una operación política que se venía fraguando?

El “misil” que disparó Allamand no sólo destruyó la opción presidencial de Golborne, sino también la del gremialismo. Desde ese momento, la opción del hijo de Maipú pasó a ser “inviable”. El candidato había quedado mortalmente herido.

Hasta ese momento, en la UDI y en sectores del oficialismo circulaba el diagnóstico de que Golborne se estaba desinflando. Durante los días previos se habló ampliamente sobre las encuestas privadas que mostraban esa realidad. Golborne, estaba perdiendo su ventaja inicial y su principal activo. Sin embargo, a la UDI no sólo le inquietaba ese hecho, sino también que la “performance” de su candidato estaba dañando de manera importante su capital político y electoral; en definitiva, su peso parlamentario.

Por ello, la “bajada” del ex Cencosud debe entenderse en dos dimensiones; en el corto y largo plazo. En efecto, en el corto plazo está el caso de los “abusos y de los paraísos fiscales” y en el  largo plazo, una candidatura débil y sin liderazgo político que cada día perdía fuerza electoral.

Junto a la “debilidad estructural” de la candidatura de Golborne y al “misil” que mandó Allamand, hay un tercer elemento que contribuye a configurar las condiciones socio-políticas que hacen posible la “operación Longueira”. Se trata, de que la coyuntura presidencial tiene como eje central del debate programático, político y electoral la cuestión del modelo. Lo que está en juego en esta coyuntura, por tanto, es el tipo de sociedad y de desarrollo que se va comenzar a construir.

Finalmente, a estos tres elementos se agrega uno más. Se trata, de que en el país se han generado condiciones políticas, electorales, económicas y sociales para impulsar una amplia agenda de transformaciones; que está orientada a desmantelar el neoliberalismo local.

¿Es casualidad, que justo en esta coyuntura estén defendiendo el modelo dos de sus arquitectos políticos: Allamand y Longueira?, ¿es casualidad, que sean ellos los que están negociando –o lo van hacer- los ajustes que se le pueden hacer  al modelo?

Había llegado el momento de cambiar los objetivos de la fase.

El nuevo ciclo es ideológico y político; y por tanto, se requería una política de “shock”. Y para ello, lo primero que había que hacer era“despedir” a Golborne. El gremialismo no se podía hundir con el ex Cencosud. Sin embargo, no sólo bastaba con bajar a Laurence; había, que controlar el partidoy evitar que la directiva siguiera cometiendo errores. Para ello, Longueira debía reemplazar a Golborne en la candidatura presidencial. La “operación Longueira”, por tanto, no solo implica suceder a Golborne, sino también controlar e incidir en la directiva del partido. Melero, Novoa y Coloma también han quedado heridos.

Las prioridades han cambiado. ¿Cuáles son los nuevos objetivos de la “operación Longueira? Podemos identificar cuatro:

1. Fortalecer a la UDI y defender sus posiciones en el parlamento. Golborne estaba debilitando el área de influencia de la UDI y poniendo en riesgo su futuro político y parlamentario. En esa perspectiva, la llegada de Longueira y el control que va tener sobre la lista parlamentaria puede leerse como un golpe de timón a la directiva de Melero. Desde el “golpe blanco” que se ha dado al interior del gremialismo se comienza a recuperar la mística, la capacidad de trabajo y el proyecto de la UDI-Popular.

Golborne, estaba perdiendo su ventaja inicial y su principal activo. Sin embargo, a la UDI no sólo le inquietaba ese hecho, sino también que la “performance” de su candidato estaba dañando de manera importante su capital político y electoral; en definitiva, su peso parlamentario. Por ello, la “bajada” del ex Cencosud debe entenderse en dos dimensiones; en el corto y largo plazo. En efecto, en el corto plazo está el caso de los “abusos y de los paraísos fiscales” y en el largo plazo, una candidatura débil y sin liderazgo político que cada día perdía fuerza electoral.

Longueira, tiene la misión de fortalecer la lista parlamentaria del gremialismo no sólo para evitar los doblajes potenciales que rondan en el ambiente –y que le quitan el sueño a Carlos Larraín-, sino también para no perder posiciones de poder frente a RN y al interior del Congreso. De hecho, en estas parlamentarias la UDI es el partido que más arriesga. De este modo, la mejor lista –sobre todo, a nivel senatorial- no debe estar sometida a los vaivenes de mayorías desconocidas y circunstanciales. Por ello,la primera decisión es no hacer primarias parlamentarias y ubicar las fichas donde sea más rentable.

2. Defender el modelo.La fase que se abre desde la irrupción del malestar ciudadano es política e ideológica. Lo que está en juego son los principales enclaves económicos, políticos y simbólicos del neoliberalismo chileno. Los arquitectos del modelo, tienen la misión moral y política de defender la obra. Ladefensa surge cuando se observa que en el debate político-público se ha instalado con mucha fuerza la idea de que el modelo debe ser transformado de manera “estructural”. La preocupación es evidente.

3. Legitimarse comointerlocutor del gremialismo y del sector ante la “agenda de la igualdad”. Las palabras de “buen vecino” que ha emitido en sus primeras entrevistas y discursos hacia la izquierda, hacia Bachelet y hacia la Concertación y sus candidatos son señales de que no sólo buscan reducir el enfrentamiento en la coyuntura presidencial, sino también generar condiciones políticas para negociar los cambios al modelo que se van a impulsar en la próxima administración: ¿con quién –de la futura oposición-va articular consensos y acuerdos el gobierno de la “Nueva Mayoría”?

El hecho de haber mencionado su rol en haber ayudado a la DC para inscribir sus candidatos y haber estabilizado el gobierno de Lagos, son señales que me llevana levantar esta hipótesis. En este escenario no sólo el “ingeniero de la política” asume un rol articulador, sino también el gremialismo. Ya veremos,como se desarrolla esta dimensión.

Crecimiento con inclusión” es el relato que se ha instalado, al menos, en el gremialismo. Lo afirmaba Golborne y hoy lo repite Longueira. Están dispuestos a que se instale y opere la agenda de la inclusión; pero, también que se siga en la senda del crecimiento y sus pilares básicos. Por tanto, la nueva fase debe fundarse en un nuevo pacto. Longueira,viene a jugar ese rol.

4. Generar condiciones para un segundo gobierno de la alianza. Este objetivo es complejo y contradictorio. Hay que entenderlo en dos planos; el primero, en que no se puede hacer pública la percepción de que la presidencial está perdida y que se buscan otros objetivos; menos aún, cuando no se han contado los votos. Y en segundo lugar, hay que competir y llegar a “cada rincón de Chile” con el mensaje de que es bueno para el país que haya un segundo gobierno de la Alianza y que no se pierda la oportunidad histórica de alcanzar el desarrollo.

De este modo, Longueira no sólo viene a fortalecer el rol político del gremialismo a corto y largo plazo, sino también a potenciar la opción presidencial del oficialismo como una forma de lograr su objetivo principal. Pero, en ese tránsito la derecha ha ganado en tonelaje político; pero, ha perdido en votos, en credibilidad y en confianza. Igual que los otros aspirantes al gobierno, comienzan a mirar en el horizonte el 2018.

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Foto: The Clinic

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4 Comentarios

Gabriel

Longueira hizo como los nazi en la noche de los cuchillos largos, Nacht der langen Messer que fue una purga entre nazis, o sea unos nazi mataron varias docenas de nazi para «purificar» el partido. Estaban muy locos esos wones. Lo mismo que la UDi. Muy claro tu análisis y un aporte a entender el sucio oportunismo de la Udi «de los valores y la moral». Puras mentiras solo les interesa el dinero y el poder que les heredo el dictador y ladrón Daniel Lopez. El primero en tener cuentas en paraisos fiscales.

vasilia

vasilia

«Golborne era un candidato fallido para los dirigentes del oficialismo. En cinco meses de campaña no logró movilizar a la UDI, despegar en las encuestas ni ganarse aliados en el gobierno, debido a su estrategia de desmarcarse de la administración Piñera. Estaba aislado y su comando no tenía habilidad política»

http://www.quepasa.cl/articulo/politica/2013/05/19-11700-9-el-derechazo.shtml

Longueira sabe, porque no es tonto, que sus oportunidades de ser electo presidente no son reales, porque Longueira tiene demasiada cola que le pisen. No se va a repetir el error de la ultima eleccion, en que se llevo a Frei como candidato de la Concertacion y con lo mal presidente que fue se «eligio» a Piñera, que parecia menos peor (cosa que demostro que era mentira, sí es peor que Frei), y despues de la pesima gestion de Piñera y de sus ya innumerables mentiras, es preferible cualquier cosa menos derecha. Longueira sabe que Piñera arruinó las posibilidades de la derecha de volver a la Moneda, lo sabe muy bien, y por mas que intento frenar hechos e incluso negarlos, la verdad sale a la luz y este gobierno se hunde mas y mas arrastrandonos a todos con el.

Por eso se llevaba a Golborne, con un aparente «no pasado» que fuera un lastre. Se llevaba con el beneplacito y con el apoyo de Longueira porque este sabía que en su lado necesitaban dar una muestra de que la derecha es realmente capaz de tener alguien «creible» o «confiable» no ligado a un pasado cuestionable. Y la mision de Golborne no era ganar votos del lado de los indecisos, sino recuperar, con urgencia, los votos perdidos en la misma derecha. Ese es el drama, que Longueira sabe que gente que votaba derecha ya no lo hace, por algo hubo que llegar al fraude para conseguir que fueran electos alcaldes claves, y que perdieran alcaldes en reductos tradicionalmente seguros fue un golpazo. La UDI ya no sabe si tendra o no los mismos representantes en las Camaras, ya no puede confiar en el binominal.

Golborne tenia que solucionar eso…. pero no lo hizo.

Y el desastre fue empeorando, porque Golborne no es que haya estafado a gente comun, es que estaba tirandole la pelota de la culpa a la directiva de Cencosud, o sea, a empresarios que son claves para la derecha. Ya pase que la embarrada de las tarjetas es grave, pero ¿que un UDI se tire contra los empresarios? Fue mucho, y en esto jugo mucho el papel de Coloma y Melero mas que el de Allamand. Ellos sabian que lo de Cencosud era grave y enviaron a Golborne a la entrevista igual para que se acabara de fregar, porque ya hace meses que Longueira iba de candidato verdadero, y habia que sacarse a Golborne de manera escandalosa para justificar que Longueira saliera del gobierno fuera de los plazos legales.

Longueira va por el 2018, ahora tiene que salvar a la derecha del desastre en que la misma derecha se metio y dedicarse los proximos cuatro años a hacer la vida imposible a quien sea electo presidente. Ese es el objetivo, el desalojo 2.

    Oscar

    Clarisimo lo que planteas Marcela. Otro si: Piñera hasta hoy no consigue un imbécil que se haga cargo del desastre que dejó Longueira en el INE y el censo.