Al cumplirse 40 años desde el Golpe de Estado, hacen su aparición, nuevamente, los intentos “oficiales” de afianzar una versión demagógica de la memoria de lo ocurrido. Esta versión tiene como base la aparición espontánea de una “polarización” y de violencia inhumana de parte del Estado hacia algunos desafortunados chilenos. El Golpe y la dictadura escaparían de todo intento de análisis e imposibilitaría cualquier acercamiento o relato que vaya más allá de la apariencia inmediata de horror e irracionalidad..
Ahora, nadie (excepto los elementos más recalcitrantes del negacionismo) podría negarse a la necesidad de justicia y a la definición colectiva de jamás repetir lo ocurrido. Sin embargo, el discurso oficial en el cual se han apoyado (casi) todos los ejercicios realizados con respecto al Golpe y a la dictadura los últimos 24 años cometen una falta imperdonable. Presentan la interrupción violenta de la democracia y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en total ausencia de un marco que englobe lo ocurrido siguiendo definiciones con las cuales comúnmente se explica la conducta humana: motivaciones u objetivos, decisión de cursos de acción, etc. Por eso las posturas oficiales se sienten tan vacías. Por eso las peticiones de perdón se hacen tan fáciles. Y por eso el llamado a no repetir “lo que sea que haya pasado” no se traduce en ningún curso de acción por parte de quienes lo propugnan.
Para especificar: el discurso oficial no tiene ninguna respuesta satisfactoria a la pregunta referente a por qué ocurrieron, primero el Golpe de Estado en 1973, y después el terrorismo de Estado durante la dictadura. Ninguna de las versiones que se han defendido desde la oficialidad han dado cuenta de las motivaciones y raciocinios detrás de la forma específica que tomaron las acciones de los agentes responsables de estos eventos.
La versión oficial más común es la atribución de irracionalidad y espontaneidad total al período, como un momento de locura colectiva durante el cual nada de lo que sucedía tenía ninguna motivación más profunda que la inmediata. Así, el gobierno de la Unidad Popular es descrito como un caos prolongado que fue a parar en una acción organizadora de las fuerzas armadas (y de orden), que no tenían mayor objetivo que devolver a Chile el orden arrebatado por un proyecto caótico. Este proyecto fue propuesto por alguien que, por alguna casualidad del universo, fue electo espontáneamente por las masas irracionales. Hay por lo menos dos variaciones de este discurso. Según algunos, el caos terminó y se impuso el orden prometido, con algunas excepciones o excesos aislados y espontáneos. Según otros, el caos nunca terminó, y sólo hubo violencia irracional, inhumana y cruel. Para el futuro, sólo nos quedaría evitar la irracionalidad y el conflicto (polarización) que llevaron a este punto.
La otra gran percepción del período es la que se realiza desde un juicio moral: las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura ocurrieron porque los militares que estaban en el mando eran malos y, como tales, cometían crímenes. La dictadura sería un gran crimen, llevado a cabo por grandes delincuentes sin mayor motivación que el sadismo y la perversión. Así, la única respuesta posible es evitar provocar a quienes nos hicieron, y podrían volver a hacer, tanto daño.
La última variación, más reciente, toma una actitud despersonalizada, y afirma que la culpa fue de “las instituciones”, la estructura que debería ser capaz de ordenar el caos que existía en la época. El Golpe de estado ocurrió espontáneamente, como una respuesta a la crisis de la democracia vivida en el país. La democracia se quebró. El golpe de Estado, en realidad, no tendría motivaciones, por ser casi un efecto natural de la causa que sería el fracaso rotundo de los sistemas de decisión que la sociedad tenía en ese momento.
Todas estas interpretaciones de lo ocurrido hace 40 años, y durante los 17 años que le suceden, asumen un punto de vista abstracto, vacío de cualquier contenido político y totalmente alejado de la realidad. Esto se hace patente si se toman en cuenta varios factores que cada una de estas posturas dan por asumidos.
En primer lugar, el gobierno de Salvador Allende no es un hecho espontáneo e irrelevante que no requiera de mayor profundización. El proyecto de la Unidad Popular tiene una herencia histórica de décadas. La Unidad Popular era un proyecto político de claras definiciones ideológicas socialistas, que proponía la subversión de las estructuras sociales que permiten la explotación de las clase populares por parte de las que son propietarias de los medios de producción. Esto no es gratuito: no podemos olvidar, como hacen todos los discursos oficiales, que la Unidad Popular es la primera coalición de ideología marxista del mundo que llega al gobierno mediante elecciones democráticas universales. Se esté de acuerdo o no con el proyecto, es innegable que ése era su objetivo, y que lo ocurrido es explicable sólo en referencia a él.
El discurso oficial no tiene ninguna respuesta satisfactoria a la pregunta referente a por qué ocurrieron, primero el Golpe de Estado en 1973, y después el terrorismo de Estado durante la dictadura. Ninguna de las versiones que se han defendido desde la oficialidad han dado cuenta de las motivaciones y raciocinios detrás de la forma específica que tomaron las acciones de los agentes responsables de estos eventos.
En segundo lugar, la “polarización” a la que se alude en el discurso oficial no es un puro caos irracional, sino un choque de intereses. Es una obviedad el que intentar subvertir la explotación de una clase va a generar el rechazo por parte de los explotadores: la medida va en directo desmedro de sus intereses. La polarización que se generó durante el gobierno de la Unidad Popular no fue espontánea ni caótica, sino una manifestación de la directa oposición de intereses que generó la priorización de la mayoría por sobre la minoría.
En tercer lugar, es evidente que el Golpe de Estado no fue una reacción espontánea ni neutral ante el caos del conflicto de intereses que se vivía en Chile. La democracia no se quebró: fue quebrada. El Golpe fue el acto final de oposición al proyecto de la Unidad Popular. Su objetivo no era la mera imposición neutral del orden. Los militares tomaron partido dentro de la disputa y defendieron los intereses de quienes arriesgaban la pérdida de su posición de poder, tanto económico como político.
Finalmente, las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura ni son excesos aislados ni son crímenes juzgables desde un mero punto de vista moral. No son aislados pues se ha demostrado que fueron parte de una estrategia sistemática de los órganos del Estado. No responden sólo a una dimensión moral porque no son fruto exclusivamente de la perversión o del sadismo de quienes se encontraban en posiciones de poder. Utilizar, como ha empezado a ser más frecuente últimamente, el término “dictadura cívico-militar” no sólo implica la participación de civiles en los órganos del Estado. Implica que la dictadura fue un proyecto político que buscaba realizar cierto modelo de sociedad apoyado por el uso de la fuerza. El terrorismo de Estado respondió a este proyecto y se torturó, asesinó y desapareció principalmente a quienes representaban una fuerza opositora a la implantación de este modelo.
En definitiva, las versiones de la oficialidad intentan dar un carácter neutral –particularmente, apolítico– a la memoria del Golpe de Estado y de la posterior dictadura. Intentan convencernos de la irracionalidad y futilidad de la disputa. La oposición profunda entre distintos modelos de sociedad no puede sino significar caos. El enfrentamiento provoca la reacción espontánea de los elementos que resguardan las instituciones vulneradas por quienes intentaron sacar la disputa de los límites establecidos.
El afán por construir una memoria aséptica no es casual, sino que responde a las mezquinas lógicas de la transición y sus intentos por naturalizar el modelo de sociedad heredado de la dictadura. Busca, también, esconder su origen detrás de una supuesta fuerza espontánea que devuelve a la sociedad al punto neutro cuando ésta se ve superada por su propio caos. A 40 años del Golpe, debemos tener más claro que nunca que sólo si logramos recuperar el sentido político de la memoria podemos comenzar derribar el muro de demagogia y desarticulación que protege al real legado de la dictadura.
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Andrés de Santiago
Tan bien intencionado que era Allende. Pero la realidad es que sólo provocó caos y hambre en Chile. El manejo de las empresas expropiadas fue tan desastroso que provocó desabastecimiento. En el papel se pueden escribir y prometer todo tipo de cosas. Lo importante es llevarlas a cabo y cumplir. Allende no cumplió nada de lo que prometió.
vasilia
Piñera tampoco ha cumplido nada de lo que prometio, al contrario, ha traicionado a demasiada gente, pero ud no esta histerico llamando a los milicos para que lo derroquen ¿verdad?
Andrés de Santiago
Marcelita, qué tiene que ver Piñera con la incompetencia de Allende? Al parecer en el 2013 no tenemos inflación disparada y la gente no necesita hacer eternas filas para conseguir una cantidad miserable de alimentos. Y, si así lo quisiera, hasta usted podría encontrar trabajo. Pleno empleo. Podría ilustrarnos sobre el desempeño de Allende en estos 3 temas?
vasilia
Allende no fue incompetente. Ya esta probado que Estados Unidos ordeno un bloqueo económico internacional con el congelamiento de las ventas del cobre en el exterior, y luego financio el boicot interno para el acaparamiento de mercancias.
Solo tiene que buscar un nombre: León Vilarín. Cuidado, busque su rol como dirigente de transporte, no se meta con que era de Patria y Libertad. Junto con Rafael Cumsille, Guillermo Elton, y Eduardo Arriagada entre otros se fueron a una huelga de transportistas que tenia como fin provocar deliberadamente el desabastecimiento. Y eso no es cuento, fue una accion orquestada con Estados Unidos, y si quiere pruebas, pues estan, busque en los documentos desclasificados de la CIA o en los Informes Church y Hinchey cuanto les pagaron para atentar contra las personas. De los 8 millones de dólares que esta agencia destinó a la campaña de oposición al gobierno de Allende, más de dos fue para financiar el paro de los patrones, como se le denominó a la acción golpista de los transportistas. De ahi el grave desabastecimiento, porque se concertaron con los comerciantes para no vender, y asi generar descontento social.
Y no le replico lo demas porque hay que ser imbecil para hablar de que tenemos en Chile pleno empleo. Hable cuando la gente tenga empleos decentes, no cuando se cuenta en las cifras trabajos del tipo “personal de servicio doméstico”, “familiar no remunerado”. ¿Sabe lo que es la precarizacion laboral o es un termino muy complejo?
Andrés de Santiago
Marcelita, sus respuestas dan pena. Todos tienen la culpa, menos el incompetente que dirigía la orquesta. Me equivoqué completamente, usted ni de personal de servicio doméstico encontraría trabajo. Y yo sé lo que es el hambre. La padecí en el desastroso gobierno de Allende.
vasilia
Su opinion sobre mi es irrelevante. Lo triste es que aun crea en el Viejito Pascuero.
Más de 1 millón de trabajadores de los empleados desde el 2010 no cotizan porque no tienen ningun contrato que asi los obligue, ¿lo sabia? Ah, claro, ud sabe mucho del gobierno de Allende pero no tiene idea de lo que esta pasando ahora. ¿Puede entender lo que significa que no coticen? No, creo que no lo va a entender ni aunque se lo expliquen como si tuviera 3 años, porque para entender el problema que nos deja Piñera no se necesita morirse de hambre, se necesita un cerebro, y eso ud no lo tiene ni lo puede comprar.
jose-luis-silva
Interesante este post.
Tambien siento un vacio en reflecciónes de fondo, de las motivaciones que tuvieron todos los protagonistas de estos hechos, porque para evitar que se repitan hay que conocer las causas y no los efectos.
Pero el post cierra filas simplemente con motivaciones ideolóicas en lugar de abrirse a otros aspectos mucho mas importantes para explicar el comportamiento.
Para evitar que lo ocurrido vuelva a ocurrir no se deben cuestionar ni menos renunciar a los ideales sino al camino. El camino de la via armada lo estableció un sector importante del pais, practicamente toda la izquerda, en los años 60, es un punto importante por mucho que la historia efectivamente demuestra que las armas y violencia mas extrema se usaron generalmente en contra de ese sector, incluso ántes del gobierno militar.
Al establecer el camino de las armas los rivales se transforman de hecho en enemigos, es un ejercicio que aprendimos en la básica: «ya que nos vamos a combos prefiero ser yo el primero y ojalá el único que los pegue». Esa válvula que acredita asesinatos y bajezas por ambos lados (y volverá a pasar si se vuelve a abrir) es la que no veo que nadie se preocupa de sellar por intereses politicos y desgraciadamente su articulo, que empieza tan bien, termina sumandose a lo mismo.
omfgzell
Primero, la vía armada no fue aceptada por «prácticamente toda» la izquierda. Buena parte del partido socialista y todo el partido comunista estuvieron siempre por la vía no armada, o pacífica, o como se le quiera llamar.
Segundo, la invocación de la vía armada fue siempre, exceptuando casos muy muy muy aislados (grupos de un par de personas), exclusivamente discursiva. Jamás se dio algún tipo de empoderamiento armado popular propiciado por la izquierda, y nunca, en todo el período de surgimiento de la izquierda y los sectores populares, hubo alguna intentona relevante, fuera de aventurismos personales, de tomarse el poder de forma armada. El «por mucho que la historia demuestre lo contrario» es una forma de mitigar que la evidencia está en contra de lo que está afirmando.
Por último, la conclusión que usted me asigna es lisa y llanamente incorrecta. En ningún momento me embarqué en la reivindicación de la vía armada al poder, y, si lo hiciera, creo que llegaríamos a conclusiones radicalmente distintas. El punto del artículo es justamente que el golpe no fue un empate y que la dictadura no es ni explicable ni justificable aduciendo a ningún tipo de «condición anterior» neutra que justificara y provocara, como si se tratara de un fenómeno natural, la interrupción de la soberanía democrática. El punto del artículo es que el Golpe fue una maniobra política de intereses de clase vulnerados y amenazados durante el gobierno de la Unidad Popular, no un hecho espontáneo. Ahora, si se va a tratar de aducir a un empate como por la vía armada, con «asesinatos de ambos bandos», creo que, como usted mismo dice, la historia y la evidencia están en contra suya. El clima de que «se iban a ir a combos» en algún momento cercano, y por eso es justificable o explicable que haya sido la derecha la que propinaba el primer golpe, es un invento si tomamos en cuenta la nula belicidad de las prácticas (no de los discursos) políticas de la Unidad Popular. El punto del artículo es: la única «provocación» que hubo de parte de la Unidad Popular a los sectores golpistas fue haber amenazado directamente sus intereses económicos y políticos planteando el desmantelamiento de un sistema arreglado para el beneficio de una pequeña oligarquía y el detrimento de las clases subalternas.
jose-luis-silva
El partido Socialista se definió por la via armada con unanimidad de sus miembros y no para situaciones aisladas sino como el único camino posible. Compruebelo mirando las resoluciones del congreso de Chillán en 1967.
El pronunciamiento fué solicitado y aplaudido por la gran mayoria del pais, incluyendo vastos sectores populares y hay muchas evidencias de ello. Además obedeció a una resolución del Congreso Nacional.
Nadie podia apostar a que los intereses económicos seria mas resguardados en un gobierno militar,. El pronunciamiento se solicitó ante la inminencia de una guerra civil, nadie sabia cuantos guerrilleros ni armas habia, solo que sí las habia, además del conocido propósito explicito de la revolución.
En todos los paises con gobiernos marxistas ocurrieron cosas similares y se anunciaron «revoluciones pacificas» pero mas de la mitad de los paises del mundo ya habian comprobado desangrandose horrorsamente que ese propostito era falso.
Nose si los militares resguardaron intereses económicos, pero el pronunciamiento militar se pidió y apoyó ante la inminencia de una guerra civil y no le quepa duda que la gran mayoria del país lo aprobaria de nuevo si vuelve esa amenaza.
Saludos
albustos
Wow, me gustó mucho tu columna, refleja en gran medida lo que significa el golpe para quienes no vivimos la dictadura. No podemos sentir el horror de la represión en su cabal intensidad, a lo más podremos empatizar… pero sí sentimos todo el peso del proyecto político de la derecha, que se impuso por la fuerza. Ese es el verdadero sentido histórico que tendrá el golpe cuando muera la generación que vivió en carne propia la dictadura, porque al librarnos de la carga de los recuerdos, de las emociones, y sentimientos, el camino del análisis obligatoriamente se abrirá hacia las consecuencias globales, y no solo las individuales.
omfgzell
Éste es exactamente el punto! Muchas gracias.
IMå
Concreto. Me gusta
Hitschfeld
Buena columna. Me gustaría que profundizara en el marco en el que se desarrollaron los sucesos… A mi juicio es la única manera de:
1. Dar una explicación coherente a la totalidad del proceso.
2. Dibujar el esquema general de una memoria histórica orientada a la comprensión del presente y la construcción del futuro.
3. Elaborar una estrategia para llevar a cabo las transformaciones políticas, sociales y económicas que necesitamos los explotados de nuestro país.
omfgzell
De acuerdo, Patricio: en eso estamos (casi!) todos!
Tomás Reyes
Finalmente, un movimiento social logró reunir fuerza para llevar a cabo una revolución ideológica violenta y dotarla de mecanismos muy potentes para hacerla perdurable…. se resistirá de igual forma a ver demolida su obra?…
omfgzell
Bueno, la resistencia al cambio se ha visto todo este tiempo desde la presencia del movimiento estudiantil (que es al que presumo que te refieres), desde la cooptación del 2006 a la represión del 2011 y la invisibilización el 2013. No está al nivel de la resistencia que se exhibió contra la UP, obviamente, pero eso se explica dándose cuenta de que el movimiento estudiantil no es ni remotamente tan peligroso para los intereses de la oligarquía como lo era la UP.
Jose
Buen analisis,aunque es desde la izquierda,se nota el cesjo ideoligico que le hace perder la imparcialidad.En lo que se refiere a las violaciones de DDHH,si que estoy en la misma linea.
Solo esperar que el nunca mas sea de todos los sectores de la sociedad.
vasilia
Una parte de las 40 medidas del Gobierno Popular de Salvador Allende:
4. No más autos fiscales en diversiones
Los automóviles fiscales no podrán usarse bajo ningún pretexto con fines particulares. Los vehículos que queden disponibles se utilizarán para fines de servicio público como transporte de escolares, traslados de enfermos de las poblaciones o vigilancia policial.
5. El fisco no fabricará nuevos ricos
Estableceremos un control riguroso de las rentas y patrimonios de los altos funcionarios públicos. El gobierno dejará de ser una fábrica de nuevos ricos.
6. Jubilaciones justas; no millonarias
Terminaremos con las jubilaciones millonarias, sean parlamentarias o de cualquier sector público o privado, y utilizaremos esos recursos en mejorar las pensiones bajas.
7. Descanso justo y oportuno
Daremos derecho a jubilación a todas personas mayores de 60 años, que no se han podido jubilar, debido a que no se les han hecho imposiciones.
8. Previsión para todos
Incorporaremos al sistema provisional a los pequeños y medianos comerciantes, industriales y agricultores independientes, artesanos, pescadores, pequeños mineros, parquineros y dueñas de casa.
10. Pago inmediato y total de los jubilados y pensionados
Pagaremos de una sola vez los reajustes del personal en retiro de las Fuerzas Armadas, y haremos justicia en el pago de pensionados y montepiadas del Servicio de Seguro Social.
12. Igualdad en las asignaciones familiares
Nivelaremos en forma igualitaria todas las asignaciones familiares.
13. El niño nace para ser feliz
Daremos matrícula completamente gratuita, libros, cuadernos y útiles escolares sin costo, para todos los niños de la enseñanza básica.
18. Control del alcoholismo
Combatiremos el alcoholismo no por los medios represivos, sino por una vida mejor y erradicaremos el clandestinaje.
20. No más cuotas reajustables «Corvi»
Suprimiremos los reajustes de los dividendos y las deudas a la Corvi.
21. Arriendos a precios fijos
Fijaremos el 10% de la renta familiar como máximo para el pago del arriendo y dividendos. Supresión inmediata de los derechos de llave.
23. Contribuciones sólo a las mansiones
Liberaremos del pago de contribuciones a la casa habitación hasta un máximo de 80 metros cuadrados donde viva permanentemente el propietario y no sea de lujo o de balneario.
25. Asistencia médica y sin burocracia
Eliminaremos todas las trabas burocráticas y administrativas que impiden o dificultan la atención médica de imponentes y cesantes.
26. Medicina gratuita en los hospitales
Suprimiremos el pago de los medicamentos y exámenes en los hospitales.
27. No más estafa en los precios de los remedios
Rebajaremos drásticamente los precios de los medicamentos, reduciendo los derechos y los impuestos de internación de las materias primas.
31. No más impuestos a los alimentos
Terminaremos con las alzas de los impuestos que afectan a los artículos de primera necesidad.
Las lei cuando era chica, las leo ahora y me da tanta rabia que estas cosas se vieran como un crimen que «obligo» a derrocarlo de la manera brutal como se hizo. Por estas cosas se le organizo un golpe. Y luego se nos pide que no guardemos resentimiento por cosas del pasado… ¿es pasado que estemos luchando por salud, educacion, medicamentos, alimentos, vivienda? Jope, que triste que entendamos de que se habla en estas medidas, porque lo estamos padeciendo ahora, 43 años despues.