En un momento histórico de enorme auge global de la neoultraderecha proponiendo, en rigor, la desdemocratización del sistema hacia uno autoritario y, en el que sería el polo político opuesto, en Cuba, Venezuela y Nicaragua, se hizo o se estaría haciendo lo mismo.
La criatura política en cuestión ‒buenas y malas dictaduras‒ arroja todo tipo de absurdos y aberraciones partidistas. La derecha y ultraderecha chilena, con una línea divisoria prácticamente invisible, se rasgan las vestiduras contra el gobierno chavista de Venezuela o de Cuba, mientras en las cabeceras de sus alcobas luce un gran retrato de Augusto Pinochet. Y viceversa: las izquierdas se declaran visceralmente contra la dictadura de generalísimo chileno, mientras en sus paredes cuelgan retratos de los Castro y de Chavez-Maduro-Ortega.Pero ,la verdad, para desolación de las derechas, ultraderechas, y parte de la izquierda gerontocrática ideológicamente, es que ni Cuba ni Venezuela ni Nicaragua, son la izquierda
Muchas veces en política las inconsecuencias e incoherencias ideológicas-partidistas se transforman en máximas tragicómicas.
Estos tres gobiernos, que se declaran bulliciosamente de izquierda, se han metamorfoseada en sistemas, en realidad, sin sistema: no se les puede clasificar en el plano económico ni plenamente socialistas ni capitalistas. Pero, sin ningún género de dudas, se pueden definir como sistemas totalmente fallidos, que están administrados por una élite que ha secuestrado el poder distribuyendo la corrupción estructural tanto en Cuba como en Venezuela y Nicaragua, y la corrupción de los Derechos Humanos por convertir sus aparatos de justicia en tribunales partidistas.
Paradojalmente, gestionan una desigualdad socioeconómica tan endémica como extendida que nada tiene que ver con los postulados programáticos fundacionales y de toda la vida de la izquierda, a la que declaran pertenecer.
En efecto, la izquierda nunca ha propuesto distribuir la miseria económica a las grandes mayorías como política de Estado anteponiendo la defensa dogmática de una ideología que se presenta como invencible por lo, teóricamente, inmaculada y perfecta. En este sistema prevalece un dogmatismo ideológico de dimensiones demenciales muy por sobre el mínimo bienestar de las grandes mayorías a las que sacrifica por la defensa de esa ideología supuestamente de izquierda, pero que en la realidad refuta totalmente los principios y finalidades de esta corriente política.
Por otra parte, qué duda cabe que el embargo económico que padecen Cuba, Venezuela y Nicaragua, no ha ayudado en nada a la democratización de estos países, ni ha servido para erosionar el poder mastodóntico de la nomenclatura política; más bien los obliga a entregarse a los brazos de los regímenes totalitarios de China y Rusia y, lo más determinante: otorga a estos regímenes la mejor justificación de las causas de la miseria económica, permitiéndoles sustraerse de toda responsabilidad política.
Si hay un fenómeno que objeta a estos países como administrados por la izquierda, es el multitudinario éxodo migratorio o exilio, voluntario o no. De Cuba, se estima que más de dos millones y medio de personas han abandonado el país; de las últimas oleadas de éxodo en su mayoría son jóvenes. Vale decir, se va el futuro de Cuba hasta disminuir la población a menos de 10 millones. De Venezuela, más de siete millones de personas la han abandonado también por la miseria económica y por la falta crónica de oportunidades. Un éxodo tan masivo en ambos países no es espontáneo ni menos deseado.
¿Hay algún postulado dentro de los parámetros ideológicos y económicos de la izquierda que justifique o explique este éxodo multitudinario?.
Estos países autodenominados de izquierda socialista, lo único que han logrado es socializar la miseria material de toda la población, con la excepción de la élite dirigente que disfruta de riqueza y de un bienestar que resulta tan grotesco como obsceno en medio de la miseria de toda la población.
Sería necesario dejar de calificar a estas dictaduras como de izquierdas ya que ésta se define como una fuerza política democrática que propone una igualdad socioeconómica y cultural razonable para toda la población como una de sus finalidades políticas más esenciales e irrenunciables.
Lo que sí han logrado estas dictaduras es ser el alimento preferido de derechas y ultraderechas para ganar elecciones ejemplarizándolas como lo que es la izquierda. En Chile, con solo una palabra: ‘Chilezuela’: la centro izquierda e izquierda amenazaban con la ‘venezuelización’ del país, en gran medida, ganó la derecha la presidencial de 2017. El ultraderechista, Donald Trump, asegura que su contrincante, la demócrata, Kamala Harris, “se presenta con el plan de (Nicolás) Maduro. Lo llamamos el plan Maduro, es algo salido directamente de Venezuela”.
Pero, la verdad, para desolación de las derechas, ultraderechas, y parte de la izquierda gerontocrática ideológicamente, es que ni Cuba ni Venezuela ni Nicaragua, son la izquierda.
Comentarios
02 de septiembre
Esa descripción es la típica de Pilatos…resulta que nadie es de «real» izquierda..porque la izquierda «real» es impoluta, un nirvana maravilloso, una utopía que nunca ha existido. Los «intentos» , que cometen crímenes y tropelías son solo gente bien intencionada , pero que no ha sabido encontrar el reino de la justicia de la izquierda. Una religión, claramente.
Pues no, la aplicación real de los ideales de la izquierda SON esos gobiernos tiranicos, corruptos e ineptos. Porque los ideales de izquierda promueven eso: que el Estado es el rey, y cuando eso pasa , quienes lo gobiernan usan ese poder sobre otros ciudadanos, con SU criterio. Así ha sido siempre. Y, SI, la mayoría de las dictaduras que han existido han sido de izquierda, innegable.
Sino, usando la misma logica, ¿Con que cara podría declarar de «derecha» a Pinochet?..¿Seria también un «intento» de ser derecha?
Sld
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02 de septiembre
Llegados a este punto en la historia en pleno siglo 21, por supuesto que las construcciones ideológicas originadas allá lejos y hace tiempo, deben ser y son puestas en tela de juicio. Veremos cómo quedará Venezuela después de 20 años de Maduro. En Chile después de casi 20 años de dictadura , no de izquierda, tuvieron que sacar a Pinochet porque el país económicamente estaba estancado. Según el Banco mundial el crecimiento en toda la dictadura fue solo 2,9% Aumentó la desigualdad económica y la pobreza. El modelo neoliberal era lo importante y lo que había que salvar, así el dictador que se tomó el poder con violencia extrema, fusilados y desaparecidos, fue echado sin disparar un tiro. Y eso que había salvado la patria, supuestamente. De él no quedaron ni las cenizas. Las élites siempre van a intentar salvarse, sea por derecha o por izquierda. Mussolini y sus fascistas no catapultaron a Italia a un lugar de primera línea en el mundo, el dictador terminó colgado en la plaza pública. Como resa el adagio; La gente es lesa hasta las doce no más.
03 de septiembre
A Pinochet no «lo sacaron» porque el pais estaba estancado. Como fue un gobierno largo, el promedio efectivamente fue de 2,9%, pero muy influenciado por las caídas de principio del gobierno; etapa donde el gobierno intentó formulas estatistas para crecer. Cuando cambia de enfoque, el país empieza a crecer NOTABLEMENTE, encontrandose los ultimos tres años (86, 87 y 88) con crecimientos de 5,6%, 6,6% y 7,3%…..o sea acelerandose …el año en que ya pierde el plebiscito, 1989, pero aún no asume Aylwin (1990), el crecimiento fue de 10,6%. Numero solo superado por el de 1992, que fue un 12,3%. Por todo esto es que se habla del milagro económico chileno. Así que , NO, Pinochet no salió por un mal desempeño economico….salió porque los votantes no querían un gobierno militar y por los derechos humanos.
Y, si, efectivamentre ese dictador que llegó al poder por la violencia, salió del poder por los votos. Algo que NINGUNA dictadura de izquierda puede decir de si misma.
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04 de septiembre
Arturo, este artículo critica las postura df conciderar dictaduras buenas. Existe otra izquierda, como es el actual gobierno chileno, a pesar de alguna fracción dentro del partido comunista, que este articulo critica.
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04 de septiembre
Creo que este artículo apunta a aclarar la dualidad que hay sobre la izquierda. Existe la izquierda democrática, vale decir, la socialdemocracia, que nunca ha sido o tenido tendencias autoritarias. Y existe esta izquierda comunista que mantiene el concepto de «dictadura del proletariado» en sus postulados ideológicos. Sin duda, éste ha fracasado históricamente. Y sí, Cuba, Venezuela, administran un sistema basado en esa teoría, lo que ha llevado a estos dos países y a todo el bloque soviético a ser la ilustración del fracaso de esa izquierda que en realidad perdieron su norte y se han convertido, como sostiene el articulistas, en solo sistemas fallidos, oprimidos por una élite que los administra bajo parámetros dictatoriales.
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04 de septiembre
Sí, son de izquierda. Pero no han logrado crear la sociedad sin clases, aunque solo hay una : la baja donde todos son pobres. Está clase son todos los habitantes, excepto la clase dirigente que es de la alta. Son minorías, pero poderosas.
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04 de septiembre
Todas estás revoluciones comunistas fracasaron. Que se siga definiendo a Rusia, Venezuela, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua y China de izquierdas es un disparate. China tiene un capitalismo ultraneoliberal de Estado (¿qué dicen los ortodoxos del neoliberalismo con este es Estado al que dicen debe desaparecer?); Rusia tiene un capitalismo gansteril de cartel con un puñado de ex KGB que se apoderaron de las industrias estatales, apoyado por un sistema totalitario con ínfulas un imperiales; Corea de Norte, un esperpento de dinastía comunista, y para qué seguir. No, ninguno son de izquierda. Son sistemas fascistas.
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04 de septiembre
Los tres países, ni Rusia, ni China ni menos Corea del Sur, tienen sistemas de izquierda. Como plantea este artículo: no cumplen con los parámetros ni los principios de la izquierda. Son estados totalitarios con un sistema capitalista de los peores. Sin libertades ni bienestar social, es muy equívoco, por no decir imposible, definirlos como de izquierda. Y, no hay dictaduras buenas, como muy bien plantea este artículo y que una persona aquí sostiene con relación a la dictadura d pinochetista. Una barbaridad plantearlo a estas alturas del partido.
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04 de septiembre
Cierto. Porque un sistema, funcionando, es distinto que unas lineas escritas de como debería ser el mundo.
Un sistema comunista es lindo en el papel,pero todos los acercamientos reales han sido un desastre y MUY sangrientos. Entonces, como el papel y la realidad distan, se argumenta que en realidad no se ha aplicado bien la fórmula….NO, el problema es que en el mundo real hay fórmulas del papel que NO funcionan. Una de ellas, el comunismo.
Por lo tanto, tomando a la izquierda como un espectro de distintos Estatismos (el comunismo un extremo, pues incluso termina con el Estado, pero lo necesita para imponerse), algunos argumentan que si hay en ese camino algunos grados que son buenos…la realidad es que son variantes de lo mismo: personas decidiendo por otras.
Y, como dijo Petro, el problema es su inestabilidad….si la gente progresa, deja de ser de izquierda. Ergo, ¿Como deben ser las personas para que funcione las ideas de izquierda?…pobres y dependientes del Estado .
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