La forma más fácil de explicar la teoría de la relatividad, es con ejemplos. El ejemplo más común es el del tren a alta velocidad que pasa a doscientos kilómetros por hora, frente a un observador que está al costado de la línea del tren. Para él, el tren se mueve, pero para otro observador que está al interior de este vehículo, el tren está en reposo. La persona que está al interior del tren lanza una pelota hacia arriba y vuelve a su mano en línea recta, pero el observador que está afuera, ve la trayectoria de la pelota en forma convexa. Luego el pasajero lanza la pelota a veinte kilómetros por hora hacia el frente. Pero para el observador del exterior la pelota avanzó a doscientos veinte kilómetros por hora. Lo mejor de todo que un tercer observador está fuera del planeta y observa que la tierra está en movimiento, por lo que el observador que está afuera del tren, también se mueve. Lo que quiere explicar Einstein, es que todo es relativo, porque depende de la posición del observador. Solo hay una constante; la velocidad de la Luz.
Seamos ingenuos un rato, e imaginemos que en el periodismo la constante es la verdad. Cuando se publica una verdad (de las muchas que maneja un periódico), todo lo que la rodea deja inmediatamente de ser objetivo.
Seamos ingenuos un rato, e imaginemos que en el periodismo la constante es la verdad. Cuando se publica una verdad (de las muchas que maneja un periódico), todo lo que la rodea deja inmediatamente de ser objetivo. Un periódico elige publicar una verdad, a determinada hora, en determinado día y afectando o beneficiando a determinado sujeto o grupo. Pero quizás esto se entienda mejor con un ejemplo:
El diario La Tercera publicó el 13 de marzo de 2017, una “noticia” titulada: “Hija menor de Bachelet posee terreno a 12 kilómetros de proyecto minero Dominga”. La bajada indicaba: “Sofía Henríquez adquirió media hectárea en marzo de 2014. La aprobación del proyecto minero podría impactar en valor del suelo”. Para la Presidenta y sus aliados, esto fue un intento burdo de asociarla a un proyecto en el que está involucrado su adversario político; Sebastián Piñera. Para la derecha esto fue una demostración que los conflictos de interés son transversales; y para el candidato presidencial, fue una oportunidad de solidarizar con Bachelet, aludiendo haber sido también afectado por una publicación como esa. Para la mayoría de los ciudadanos no tuvo mayor relevancia. Cada observador ve la noticia de acuerdo a su posición.
Para el observador que suscribe esta columna de opinión; la verdad que contenía la noticia fue adornada con supuestos, sin ningún fundamento, como indicar que doce kilómetros de distancia al proyecto minero, afecta el valor de media hectárea, sin ningún estudio serio de por medio, con la finalidad de empatar un golpe que se le propino al candidato de la oposición, en el mismo contexto del proyecto Dominga. Por eso se decidió publicarla, justo en ese momento. Esta conclusión fue la más común, sin embargo es subjetiva, la única constante es que la hija de la presidenta es propietaria de media hectárea de terreno, y eso dio para intervenciones periodísticas que rayaron en el ridículo.
CNN Chile en su noticiero central “CNN Prime”, del 20 de marzo, le dedicaron su editorial al “caso”. Los periodistas Rincón y Matamala; indicaban que a la Presidenta, le faltó “prudencia”, por hacer una “inversión” que la expone a un “conflicto de interés”. Al día siguiente Matamala, en su espacio radial, en Sonar FM, entrevistó a un experto tributario, para que explicara una eventual evasión de impuestos de la Presidenta, por la donación del terreno a su hija, por una suma de cuarenta mil pesos aproximado. Un antiguo proverbio chino dice; “No uses un cañón para matar un mosquito”, y CNN no es un cañón, es un ejército entero. Ambos periodistas en su afán de ser “objetivos” (que significa empatar, porque el periodismo en Chile siempre hace gala de su binominalismo mental) magnificaban a su antojo el hecho. Usaban palabras de alto calibre financiero, olvidándose que el historial empresarial de la Presidente es tendiente a cero. La majadería de ambos periodistas reveló que muchas veces se pierde tiempo atajando una hormiga, pero se deja pasar elefantes. La racionalidad, la proporcionalidad y el contexto se esfumaron, desde el punto de vista de este observador, porque la verdad y la única verdad es que la hija de la presidenta es dueña de media hectárea de terreno, desde el 2014; todo lo demás, es relativo.
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