Termina el mes de julio y los chilenos aún seguimos esperando que el gobierno nos dé una respuesta clara sobre la «Ficha Social».
Hace un par de años atrás (septiembre del 2011) Joaquín Lavín anunciaba con bombos y platillos que se haría una gran revolución en las herramientas de medición de la pobreza, y con ello dar por solucionado los posibles fraudes que se habían encontrado en esa fecha. «Más allá de estos casos, es evidente que nosotros tenemos que ir, y eso va a ocurrir a partir de octubre, a un cambio en las fichas de protección social de tal forma que la información que se entregue sea información comprobable y que el Estado, a través de los diferentes mecanismos que tiene, pueda cruzar esa información», afirmaba.
Por tanto se puso en marcha la nueva Ficha, la llamada «Ficha Social», y que traería la gran solución a los problemas de comprobación de datos y de asignación de recursos por parte del Estado. Ésta tendría más preguntas, y tendría una cantidad de elementos innovadores tales como:
• Gastos: Se preguntaría por los principales gastos que enfrenta una familia como luz, agua, alimentación, transporte, estudios, y se pedirán respaldos, como las cuentas de servicios básicos.
• Enfermedades: Se levantaría en una primera etapa información sobre enfermedades catastróficas o de fuerte impacto en el presupuesto de una familia como cáncer, Sida, diabetes, etc. Se exigirán los documentos que certifiquen lo declarado.
• Patrimonio: Se preguntaría por los principales elementos del patrimonio de una familia como casa, terreno y vehículos.
• Puntajes sectoriales: Una vez sacado el puntaje global de la familia, se irían construyendo puntajes secundarios que ayuden a una mejor focalización de carencias específicas como Vivienda, Salud, Educación, Agricultura, entre otros, que serán construidos en conjunto a los ministerios respectivos.
• Adultos Mayores: Sería uno de los puntajes secundarios que buscaría entregar una mejor caracterización de esta población específicas pues sus carencias y necesidades son distintas.
• Reporte familiar e individual: La nueva ficha tendrá un componente familiar y otro en que se preguntará a cada adulto de la familia para ser más claro en la encuesta y delimitar mejor la responsabilidad del que responde.
Todas estas medidas, que a primera vista parecerían un claro avance en lo que estratificación se refiere, sin embargo fueron pensadas desde la óptica neoliberal, realizada desde un escritorio que no se condice con la realidad de los municipios (entidades que realizan las encuestas), ni muchos menos vinculada con la realidad de los sujetos a los que se les aplica la encuesta.
El problema vino cuando en marzo del 2012 el mismísimo Lavín anunciaba un inédito congelamiento de los puntajes: “A partir de este minuto los actuales puntajes de la Ficha de Protección Social se congelan. Es decir, de ahora en adelante a nadie le va a subir su puntaje. Esto es muy importante, porque hay personas que nos están diciendo que porque les suben sus puntajes están quedando afuera de algunos subsidios”
En la práctica, lo ocurrido con la nueva Ficha Social ha venido a ser el nuevo "Censo 2.0", que el gobierno nos ofreció como el más avanzado que podríamos tener como país y ahí quedaron los resultados.
Esta acción vendría a ser una medida transitoria, sin embargo se dijo que los nuevos puntajes estarían listos en diciembre del 2012, luego se prorrogó hasta marzo del 2013, y posteriormente se aplazó hasta junio del 2013. Ahora, el nuevo ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda, plantea que no se entregarán puntajes sino hasta después de las elecciones presidenciales.
Este congelamiento ha tenido algunos efectos tales como que muchos beneficiarios tienen sus puntajes en estado de «revisión» y algunas personas que sólo han sido encuestados a través de la nueva Ficha Social aún no poseen sus puntajes.
En la práctica, lo ocurrido con la nueva Ficha Social ha venido a ser el nuevo «Censo 2.0», que el gobierno nos ofreció como el más avanzado que podríamos tener como país y ahí quedaron los resultados.
El mes pasado Directorio Nacional Asociación de Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social ASOFUMI emitió un comunicado responsabilizando al gobierno por el no cumplimiento de las promesas realizadas. ¿Por qué hacen promesas que después no pueden cumplir? ¿Las cifras que ellos ya han de tener son dramáticamente malas? ¿Por qué no hay claridad de estos puntajes? ¿Quién pagará el costo de las personas que no tienen un puntaje y que están en proceso de «revisión»?
Algunas municipalidades para paliar estos graves efectos han aplicado las dos encuestas, es decir la Ficha de Protección Social y la Ficha Social, aumentando claramente la carga de trabajo. Nuevamente son los trabajadores los que asumen los costos de las políticas mal implementadas.
Ya los funcionarios del MIDESO lo han denunciado: «La Nueva Ficha ha precarizado el trabajo municipal, promoviendo la contratación de encuestadores, revisores, digitadores, entre otros, con remuneraciones exiguas, lo que ha determinado la rotación de personal, afectando la calidad de la información y poniendo en cuestión ciertos derechos laborales».
El actual ministro de Desarrollo Social y el ahora generalísimo de la candidatura de Evelyn Matthei, deben dar una respuesta a la ciudadanía.
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Imagen: www.fotopresidencia.cl
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luisconejeros
Muy interesante artículo.
En los últimos meses el mismo Ministerio de Desarrollo Social le ha bloqueado el acceso a los datos de la ficha de protección social buscando que se aplique la nueva ficha sin lograrlo.
Con esa acción le bloquean el acceso a beneficios sociales de miles de chilenos.
Un gran escándalo que no sé cómo no se ha desatado.
asofumi
Estimado Roberto; muchas gracias por esta columna que por tercera vez en menos de 2 meses se refiere a uno de los quehaceres encargados al Ministerio de Desarrollo Social, cual es la Ficha CAS antes, de Protección Social ayer y hoy; y el nombre que tenga la actual con la que se está encuestando a los chilenos. Concluyendo el mes de julio, nada ha cambiado, excepto la profusa contratación de encuestadores en todo el país, mientras los reclamos de la gente continúan. Por el respeto a los colegas del INE que de seguro nada tuvieron que ver con el frustrado Censo; nuestros funcionarios también tienen profundas críticas internas a este proceso, profundas. Pero el miedo arrecia como nunca antes; excepto durante la dictadura.