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La democracia es más importante que un partido de fútbol

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Cuando Chile ganó el partido frente a Portugal, la democracia pasó a mejor vida. La idea de las primarias le parece estúpida incluso al opinólogo más politizado, pidiendo que se cambie la fecha debido a que lo más importante de este domingo es sentarse frente a la televisión y ver una final de fútbol. 

Los noticiarios no hacen un mal trabajo tampoco. Después del triunfo chileno, los periodistas salieron a las calles a preguntarle al ciudadano medio si iría a votar, encontrándose, obviamente, con respuestas negativas. Total tienen toda la vida para jugar a ser demócratas, mientras pocas veces se puede ser campeones.

Admito que hubo un tiempo en que hubo en mí la esperanza de que en Chile se entendiera la importancia de la política y la democracia. Creí que la despolitización era algo que se estaba superando e incluso aniquilando, pero lo cierto es que no era así. Seguimos creyendo que un partido de fútbol nos puede resolver la vida de manera más rápida y eficaz que un proyecto político. Porque estamos convencidos de que una buena atajada de Bravo es mucho más reconfortante que un país pueda establecer criterios claros para resolver problemas presentes y futuros.

Es la inmediatez de la felicidad futbolera la que se contrapone al metódico proyecto democrático y democratizante. El juego de la pelotita nos trae más sensaciones rápidas que un triunfo electoral, porque todo comienza y termina con un partido. Mientras que en política, en cambio, el comienzo es más lento y el final nunca llega. Por eso es que muchos líderes en el mundo se han servido de este deporte para embobar al ciudadano despolitizado. No ha faltado en la historia el dictadorzuelo o presidente populista que se viste con camisetas de la selección de su país para lograr mayor favoritismo entre una ciudadanía aturdida. Por lo que, ya que pretendemos aumentar las instancias en las que la ciudadanía participe para elegir a sus representantes, habría que tener cuidado en no caer en la vieja idea de que un país “gana” cuando un grupo de jugadores obtienen una victoria.

"¿Se puede ir a votar y luego ver el partido? Claro que sí. Pero nos quieren contar que no, ya que lo más aconsejable es quedarse frente al televisor mientras el futuro pasa inadvertido detrás de nosotros."

Pero dada la poca reflexión de estos días, lo más probable es que esta crítica a la manera en que los medios han tratado lo que sucederá este domingo será tildada de “amarga” y “exagerada”. Y en buena hora que lo sea, sobre todo en momentos en que la alegría bobalicona reemplaza al raciocinio y, por ende, a la oportunidad de construir proyectos de futuro que cuestionen la oficialidad mental imperante.

¿Se puede ir a votar y luego ver el partido? Claro que sí. Pero nos quieren contar que no, ya que lo más aconsejable es quedarse frente al televisor mientras el futuro pasa inadvertido detrás de nosotros.

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4 Comentarios

Patricio Marileo Romo

Patricio Marileo Romo

La anomia politica derivada de la individualizon calo bastante hondo . Culturalmente Chile no tiene la matriz política de antaño por lo que los intereses acerca y sobre la politica son distintos , ayer mismo sale un articulo sobre en Cooperativa.cl , sobre la concepcion del rol del estado , la respuesta era logica el chileno abandono la consideracion de proyecttos politicos y busca el cosismo en lo rapido , si el futbol trae alegria al corto plazo la decision estaba dada, buen Articulo

Juan M.

Desde que algún cerebro de piedra del ministerio de educación decidió quitar los ramos de filosofía y educación cívica de la malla curricular de la enseñanza media, la cultura cívica se fue al tacho basurero. Los chilenos nunca fuimos un pueblo adicto a la responsabilidad social, política ni económica; vamos por parte: La mayoría de la gente vive endeudada, eso habla que somos un pueblo tonto para manejar el poco dinero que ganamos, los chinos y los judíos son responsables al respecto, por algo se están adueñando del mundo. Socialmente nos gusta aparentar que somos de clase media para arriba, casi comparable a España o Italia, cuando apenas nos empínanos a ser un país del tercer mundo casi del cuarto mundo. Políticamente, somos un pueblo oveja, masa estupida que es fácil de engrupir, por algo nos encantan las autoridades que hablan lindo, sonríen, dicen lo que queremos oir, nos prometen el cielo en la tierra, por algo amamos a los allende, las bachelet, los Pinochet, los Alessandri, los creo. Chile necesita un bielsa, jozic o riera que le den sus buenos coscachos y retos al pueblo, o los profetas bíblicos mas duros que a punta de amenaza divina y latigos formaron al pueblo de Israel como el pueblo elegido. Nos falta la seriedad, la moralidad religiosa protestante y la responsabilidad laboral de los países del primer mundo, donde el chaqueteo y la flojera es una vergüenza, en cambio, querer ser prósperos y morales como los amish o los cosacos sean virtudes. He dicho.

Cristian

Los más preocupados de que la gente concurra a votar es la derecha rasgando vestiduras en aras de «la democracia» demonizando un encuentro deportivo. Es más que raro, cuando ellos son los máximos representantes del «pan y circo». No pretendan engañar aun más a la gente. El domingo 2 de julio hay elecciones «primarias» voluntarias. Solo esta llamado aquel que este interesado en las coaliciones que optaron por este mecanismo y aquel que tenga interés en concurrir y participar. No se juega la conciencia cívica ni la civilidad de la nación… Por favor! Las elecciones presidenciales son en noviembre!! Estoy de acuerdo con que los medios hacen mal su pega, porque desinforman. Por otra parte a aquel que señala que Chile no tiene tradición cívica, que carece de responsabilidad cívica atribuyendo esto a modificaciones curriculares recientes y la educación del país, le digo, Chile siempre fue responsable cívicamente, con gran tradición republicana, observante y partícipe de los procesos sociales. Hasta septiembre de 1973. Es cierto que el sistema de educación tiene la culpa de la mala calidad de la ciudadanía que hoy se tiene, pero esa educación es fruto del sistema de educación como objeto de mercado desarrollado en los 80 y que se diseñó para formar malos ciudadanos, individualistas, consumistas, discriminadores y segregarios. Si se quejan de esto, no mucha la alternativa que se ofrece para este domingo. Mi opción está clara, un asadito pal domingo y a votar en noviembre.

Andres

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