#Política

La cuestión de la subsecretaria

Compartir

En esta columna no encontrará una crítica a la persona  de Claudia Peirano, ni un intento de llevarla al tribunal de la inquisición, ni mucho menos de hacer una tacha a su honorabilidad, que no tengo la potestad de realizar. Por el contrario, los defensores de su nombramiento han sido tan enfáticos y espontáneos en su calidad de “buena persona”, que sospecho, debe ser cierto. Lo que quiero hacer es una invitación a reflexionar ante ciertas cuestiones que están en la mesa y que el nombramiento de la próxima subsecretaria nos entrega para pensar acerca del futuro gobierno y su capacidad de cumplir su programa.

Ante las preguntas de algunos periodistas que han señalado que “para los estudiantes toda autoridad es conflictiva” o «¿acaso cualquier persona que haya trabajado en el mundo privado es inmoral?», quisiera explicitar, antes de pasar a las reflexiones que nos deja esta historia, seis razones por las que creo que era un nombramiento predeciblemente conflictivo.

1.       La existencia de las Agencias Técnicas de Educación (ATE) trajo muchas críticas entre quienes consideraban que estaban dentro de la lógica privatizadora por cuanto acompañar y asesorar la calidad del proceso educativo era, precisamente, un rol del Estado, más específicamente del ministerio de educación. ¿Es ilegal tener una ATE? No. ¿Se puede tener una ATE y hacer un buen trabajo? Si.

2.       Su Agencia Técnica contrató servicios que utilizan los dineros de la subvención escolar preferencial con una persona relacionada –la red de colegios de su ex marido- ¿Delito? No. ¿Pecado? No. Pero es una práctica que se ha prestado para ilícitos y que había sido cuestionada por actores de renombre en el campo educacional como Harald Beyer.

3.       Esta red de colegios había sido fuertemente cuestionada por su calidad por parte de profesores y apoderados. ¿Necesariamente culpa de ella? No. ¿Demuestra su posición de defensa del lucro en la educación? No. Pero es un tema sensible y en el corazón del debate, por lo tanto, conflictivo.

4.       La contraloría también cuestionó el trabajó de su ATE.

5.       Al manifestar su discrepancia con la gratuidad en la educación superior, contraviene el mandato y visión de la educación como derecho social que propone el programa de Bachelet, una de las pocas cosas claras de dicho programa. Para entender este punto es fundamental comprender que no es lo mismo decir que la educación es un derecho individual al que todos los miembros de la sociedad deben tener acceso, a decir que es un derecho social al que se accede en tanto sociedad. El programa que Peirano deberá ejecutar, dice lo segundo.

6.       Ha manifestado que las universidades Públicas deberían organizarse como empresas del Estado, es decir, no está a favor de los procesos de democratización de estas, ni le ve un rol importante a ello. ¿Cuestiona esto su honorabilidad? No. Pero convengamos que es conflictivo.

Excluyo el rol de su ex marido como defensor del lucro en la educación, puesto que abrir la puerta a que todos seamos juzgados por las actuaciones de nuestras ex parejas, es algo que no me parece justo ni conveniente.

¿Constituyen los puntos anteriores una plena prueba de que la futura subsecretaria está en contra del programa que debe ejecutar? No. Pero si suman a ellos, primero: la incerteza que genera el programa mismo. Segundo: que las  líneas de acción de los gobiernos de la concertación apuntaron en sentido contrario a su actual –ambiguo-(1) programa; y tercero: que a diferencia del programa, las actuaciones y opiniones de la economista no son ambiguos sino que apuntan al mismo lugar, da para tener dudas fundadas.

Aclaradas las razones de por qué era un nombramiento previsiblemente conflictivo, quisiera pasar a comentar cinco problemas que su nombramiento deja expuestos.

1.       El rol de los programas.

A raíz de las complicaciones entre el PC y la DC –sumamente infladas por la prensa- la Nueva Mayoría ha sido enfática, en que no son una unidad ideológica ni política, ni meramente electoral, si no una unidad programática y ésta ha sido la razón que han presentado varios grupos otrora extra concertación para apoyar a la Nueva Mayoría sin traicionar sus principios (RD, PC). Sin embargo, la defensa del nombramiento da para pensar que a la hora de gobernar, los programas poco importan, varios personeros importantes de la concertación han dicho que no tiene nada de malo estar contra la educación gratuita, dando a entender que no leyeron el programa.  Pareciera ser que la redacción del programa no fue una tarea de la comisión programática del próximo gobierno, sino de la comisión  de comunicaciones de la campaña. Vale destacar que las opiniones vertidas por Eyzaguirre en El Mercurio también tienen abiertas contradicciones con el programa. Mucha gente confió en ese programa, y la confianza –al igual que la cintura y la virginidad – no se recuperan.

Lo que quiero hacer es una invitación a reflexionar ante ciertas cuestiones que están en la mesa y que el nombramiento de la próxima subsecretaria nos entrega para pensar acerca del futuro gobierno y su capacidad de cumplir su programa.

2.       En educación no a todos nos interesa lo mismo.

Sin que haya pruebas de que sea el caso de la señora Peirano, celebro que se haya puesto sobre la mesa la expresión “Conflicto de intereses en educación”. Quiero ser claro en el uso de la expresión “intereses”. No me refiero a que opinemos distinto, me refiero a que debemos superar la falacia de “aquí todos estamos remando para el mismo lado”. Eso no es cierto. Pongamos el siguiente caso: Un privado hace una inversión económica -completamente legal- en un colegio y espera,  a través del retiro de utilidades  –lucro para el Código Civil- recibir un incremento de su inversión económica. En el momento en que se pone en jaque el lucro, no es solo su opinión acerca de cómo mejorar la educación chilena la que está en juego, sino su patrimonio, sus intereses. Es el derecho a la libertad de empresa y el derecho a la propiedad el que entra en juego (legítimamente), no el derecho a la educación.

3.       La concertación es incapaz de hacerse cargo de la Nueva Mayoría.

Que no hayan podido predecir lo predecible, nos muestra a una concertación perpleja,  que es incapaz de hacerse cargo de las banderas que ahora hace suyas. Sus cuadros políticos, administradores y técnicos –no todos-  han sido formados en la construcción de otro formato de sociedad, uno en que el Estado tiene un rol mínimo, en que la privatización es perfecto sinónimo de eficiencia, la igualdad no es tema sino la superación de la pobreza y existe “la gente a la que hay que ayudar” y no el pueblo ni mucho menos organizado. En definitiva, es la doctrina del estado subsidiario, una doctrina con altos componentes ideológicos. Los barones de la concertación no entienden realmente las banderas de la Nueva Mayoría, muestra de ellos es la llegada de Bachelet a Chile. En realidad la concertación está con los ojos abiertos, como el día uno de las protestas de 2011, sabe perfectamente que para ganar había que decir que habían cambiado, pero no entiende bien qué hizo mal y cuáles  saberes otrora correctos, hoy día debe olvidar. No entiende por qué los jóvenes de sus partidos critican la situación y los expertos de derecha, sus antiguos adversarios constituyentes, los apoyan. Lamentablemente veo que en la concertación no tiene la capacidad material para carne del proyecto de la nueva Mayoría, Bachelet misma es inexperta en la teoría del nuevo bacheletismo.

4.       En educación no todos tenemos la misma visión.

Claudia Peirano es una mujer muy capaz, trabajadora y conocedora de los temas de educación, dicen todos, no lo dudo y por eso no quiero seguir hablando de ella. El problema es que así como no se asume que hay intereses contrapuestos en educación no se asume que hay visiones de lo que la educación misma es, que se encuentran en clara disputa y contradicción en este momento, por ello cuando me dicen que alguien es muy capaz me tiene que agregar el capaz de qué.   Por ejemplo, yo no creo que el sistema de educación chileno esté en crisis en sí mismo, si en una crisis de legitimidad, creo que el sistema de educación chileno ha funcionado muy bien, de acuerdo a sus propios términos, claro está. ¿Hay mucha desigualdad? Precisamente cuando se propone que exista un mercado, se espera que haga lo que los mercados hacen, clasificar a los consumidores y permitirles encontrarse con el producto que tiene una calidad cuyo precio corresponde al que ese consumidor puede pagar. ¿ El sistema público está en pésimas condiciones? Es un costo necesario para que entren y salgan proveedores de este mercado que el rol del Estado sea mínimo para no inhibir el desarrollo de los nuevos oferentes. ¿Está la Nueva Mayoría en la sintonía de eliminar ese paradigma? Nadie lo sabe y las señales apuntan a que no.

5.       Ese acuerdo solo puede ser fruto de la deliberación colectiva.

Nunca vamos a lograr una reforma educacional sin un acuerdo. Ese acuerdo debe partir por cuestionar desde los cimientos de lo que se quiere implementar, no porque todo sea malo sino porque  debe tener coherencia  interna para ser eficiente. El problema de lo que se llama tecnocracia no consiste en que sea malo que alguien sepa mucho de un tema, por el contrario, es muy positivo y necesario, el problema es que se pretenda que hay un solo camino correcto para un fin en que no nos hemos puesto de acuerdo. Y ese acuerdo es un asunto de la política, de la deliberación colectiva, al menos en una democracia.

(1) No quisiera extenderme en la fundadas razones que tengo para considerar ambiguo y contradictorio el programa.

——-

Foto: Wikimedia Commons

Tags

1
1

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

1 Comentario

olivillo

LOS EXPERTOS…PODERES FÁCTICOS DE UNA DEMOCRACIA FORMAL.

Surgieron hace alrededor de unos 30 años más menos más, desde alguna academia, alguna corporación, de algún instituto de investigación, de alguna ONG, o de algún centro de poder, remplazando o acompañando a los gestores del poder político público o a la sociedad civil.

Son transversales y generalemente tienden a ser corporativos. Y cuando alguno de ellos, está en peligro, no escatiman esfuerzos en ser solidarios, rasgando vestiduras de lo mucho que saben o de lo mucho que han aportado al país. Manifestando por ejemplo: “ES EL QUE MÁS SABE DE EDUCACIÓN”.

Generalmente tiene apellidos que se asocian a la meritocracia. Han sido Jefes de Proyectos y han postulado a todos los fondos de investigación existen. Han hecho del sentido común su fuente de inicio y han terminado adornado al poder establecido. Caminan por las calles observando el comportamiento de la gente, más le tienen temor al poder de la calle.

Llegan a los encuentros partididarios, a los seminarios, a los encuentros nacionales, dando “las luces”, para que dos o tres comentaristas traduzcan sus códigos crípticos, a los que están en la platea y a los estan en la tribunan. Estos, a lo más, pueden formular alguna pregunta, y sin mucho preámbulos. O también, al inicio de la exposición, se reparten tarjetas pequeñas para hacer preguntas.El experto con un estilo doctoral elige la más amigables y responde como un “pez en el agua” . Luego, algún comentarista, o el mismo experto, realiza un resumen de lo expuesto o de lo “debatido”. Y posteriormente, los asistentes son convocados a 15 minutos de “BREAK”o al final del evento a un cocktail. Y si este es opíparo, más, importante es el evento. Y si al final, regalan algún libro el acontecimiento es inefable.

Han sido favorecidos por los tiempos que vivimos. Pues, han tenido tiempo libre, para seguir el hilo de los mercados financieros y del conocimiento. Se han desarrollado , a la sombra de la tecnología, y se han transformado en sacerdotes y sacerdotizas, depositarios de la verdad casi absoluta. Son simpàticos y locuaces, a veces, sorprenden al auditorio con “alguna salida”. Pueden tartamudear y pronunciar no muy fluidamente, pero como cada palabra es como un fósforo encendido, son perdonados y adorados. Por naturaleza son lobbistas y buenos para capturar el talento a otros.
Digamos también las “cosas como son”. Estos expertos no necesariamente son “manejadores del conocimiento” propiamente tal. Muchos de estos son elegidos por sus redes o por saber estar en el momento preciso, y en el lugar indicado.

Los expertos… poderes fàcticos de la democracia formal existen. Mas, cuando los ciudadanos, se van transformando en actores, es muy probables que se puedan ir extinguiendo.