Me llama la atención que los “movimientos y redes sociales chilenas”, condenen el derecho a protestar en las calles de la oposición venezolana cuando ellos han sido adalides del legítimo derecho a ocuparlas para manifestar el descontento y luchar por “derechos ciudadanos”
Ver los acontecimientos venezolanos, desde la distancia geográfica, desde la distancia de no estar sumergido en la contingencia y sus emocionalidades, sólo me permite una mirada global.
Tengo sentimientos encontrados sobre lo que sucede.
Al recordar nuestro traumático periodo de la Unidad Popular y el subsecuente golpe militar, la situación de Venezuela me retrotrae a ese periodo por la similitud del proceso. Mirando nuestra historia, el desafío que nos planteó el Golpe Militar, es cómo generar un país gobernable, con una democracia robusta y estable y ante la posibilidad de una situación similar, cómo evitar un nuevo Golpe Militar.
Al observar lo que sucede en Venezuela, no podemos pasar por alto, en el análisis, el hecho de que ante la real emergencia de un gobierno de corte socialista-marxista, y de habiendo ganado una presidencia mediante el sufragio universal libre e informado, la derecha y el poder económico, pasa de inmediato a no darle legitimidad y a fomentar la sedición desde el primer día (y a veces antes), iniciando una campaña de desobediencia civil y creando una inestabilidad que pueda precipitar o crear las condiciones para que haya una justificación “moral” de un eventual golpe militar.
Y esto es lo que observo en los líderes opositores, López y Caprile, que ante la derrota electoral, en lugar de tomar una oposición política robusta desde el Congreso y ejercer su función fiscalizadora del funcionamiento correcto de las instituciones democráticas, han optado por tomarse las calles para movilizar masas y crear un estado artificial o real de un país que no funciona y que está en manos de unos nefastos radicales usurpadores de la libertad. No obstante, todo el mundo se está informando de lo que sucede en Venezuela. Al parecer no es tal la supuesta privación de la libertad de expresión que reclaman estos líderes opositores.
Por otra parte, las pretensiones de Venezuela de establecer un régimen socialista, de claro corte marxista y tratar de instaurar un Estado Benefactor, es algo que resulta extemporáneo a la luz de la experiencia mundial y social del fracaso rotundo de las economías socialista. Estas demostraron ser ineficientes y el pretendido despegue económico y la igualdad social nunca llegó. Además mostraron que crearon estados donde todo el poder político se concentró en el Comité Central del Partido Comunista, creando una casta de jerarcas que gozaron de privilegios del cual privaron al resto de la población. Como corolario, fueron regímenes que atentaron contra la libertad humana. Cuba y Corea del Norte, últimos bastiones de ese comunismo decimonónico, se mantienen paupérrimamente, manteniendo a su población viviendo de manera franciscana y que raya con la indignidad. Sumado a esto, Maduro anunció hace unos días una fijación de precios, lo cual recordando nuestra propia historia, es el talón de Aquiles, porque crea lo más torpe, ineficiente e inestable: el mercado negro, con el subsecuente desabastecimiento, incertidumbre en la población y la incertidumbre económica transforma en absurdo todo intento humano por vivir y se torna legítimo, entonces, salir a protestar a las calles.
Ante esta medida económica de Maduro, uno se pregunta si no aprendieron de nuestra historia para evitar la ingobernabilidad y el subsecuente golpe militar o rebelión civil.
Ahora bien, en lo que respecta a nuestro propio proceso y contingencia, me llama la atención que los “movimientos y redes sociales chilenas”, condenen el derecho a protestar en las calles de la oposición venezolana cuando ellos han sido adalides del legítimo derecho a ocuparlas para manifestar el descontento y luchar por “derechos ciudadanos”. Me llama la atención por lo que acabo de señalar y porque además en Chile salen a protestar por cualquier asunto para crear un clima artificial de inestabilidad política en la democracia estable que hemos creado, donde las instituciones y los poderes institucionales funcionan dentro de un marco razonable y adecuado.
No obstante, las declaraciones de la FECH, el Partido Comunista, el MAS, las redes sociales anarquistas de izquierda, otros organismos y grupos sociales, condenan las manifestaciones en las calles venezolanas cuando las razones de inestabilidad, incertidumbre y conculcación de ciertos derechos civiles y ataques de grupos paramilitares chavistas, son razones más poderosas en grado que las razones por las que en Chile se sale a protestar.
Sin duda, tengo sentimientos encontrados entre esa sedición fascista que acepta la existencia de partidos de corte marxista en sus democracias, mientras éstos no lleguen al poder político, porque de inmediato lo deslegitiman y lo hunden a como dé lugar cuando los derrotan en las urnas. Y por otro lado, la tozudez chavista de persistir en replicar experiencias sociales fracasadas y que en Chile los grupos que reclaman el legítimo derecho a protestar en las calles haciendo una seudo-épica de las protestas, se las nieguen a la oposición venezolana.
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Comentarios
21 de febrero
Comparto la contradicción, aunque aquello de fracaso en la gestión del gobierno de Chavez es cuestionable: los números lo avalan y las elecciones que ha habido allí tambien.
Creo que el problema en Venezuela hoy es Maduro: y es pero que la derecha sediciosa de siempre no aproveche esa debilidad. Maduro no es Chavez, que supo mantener a raya a esa derecha que hoy llama a volcarse a las calles; es contradictorio ver como esa derecha aprovecha algo que ella misma deslegitima cuando está en el poder (ver caso España, PP y nueva ley de seguridad…).
El pueblo venezolano está en su derecho de protestar. Pero lo asqueroso de este caso es la triste manipulación que sufre esa gente en la calle. No olvidemos que hace mas menos dos meses el gobierno de Maduro fue refrendado en la urnas.
Otra cosa extraña es ¿dónde está Caprile en todo esto? No es el lider que lleva adelante estas movilizaciones.
Es triste ver como se hace el mismo juego de siempre. La historia nos enseñó en Chile. Y lo que hoy se hace en Venezuela me huele a algo parecido.
Que la derecha juegue el juego que ellos defienden a ultranza, pero que cuando no les gusta «se llevan la pelota».
Una anécdota: hace unos días escuché a un cantante venezolano, Baute, hablando sobre lo que sucede en Venezuela. Aprte del lloriqueo patriotero y lamentable, lo pero fue lo que deseaba para su país: deseaba «regalar» el petróleo a cambio de tener un país turistico.
Un «gran deseo» y creo que es más que una premisa para muchos patrioteros latinoaméricanos. Aquí para el que quiera escuchar http://goo.gl/63GFqZ un ejemplo de buenos deseos y mentiras.
Saludos.
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22 de febrero
Tampoco entiendo porque cuando se manifiesta alguien de izquerda está de lado de los «derechos ciudadanos» y cuando lo hace alguien de la derecha es simplemente un fascista.
El autor primero hace la misma observación y al final él tambien se suma enérgicamente contra la «sedición fascista».
Saludos
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26 de febrero
Muy contradictorio, ¿quien entiende?. No sé que se aporta aquí.
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12 de junio
Don boris me parece que usted es medio saco wea
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28 de octubre
Oiga don Tomilslav: Usted se pisa la cola solito en su argumento. No se como le permiten publicar esta basura. ¿Usted es weón o se hace?
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