Si hay una forma abreviada de entender lo que está pasando y del significado de la crisis de la Educación, en el contexto de las movilizaciones estudiantiles y ciudadanas, es comprendiendo como operan tres principios básicos del liberalismo. En el caso chileno estos principios se han manifestado en forma absoluta.
El actual gobierno, ha sido una expresión radical del modelo vigente. Ha hecho primar la ley del Interés Individual,por sobre el concepto de interés social. Se ha negado a buscar una armonía racional entre ambos intereses, que sin duda, son legítimos. Así se ha llegado a un individualismo extremo que se manifiesta en las enormes diferencias en la satisfacción de algunos derechos básicos, como la educación, la salud y otros. La libertad, casi absoluta, de empresa, sin controles adecuados, ha aplastado a la sociedad civil en los derechos sociales y el Estado ha fallado en la necesidad de transformar el entorno político y económico del país. Se ha llegado a plantear, nuevamente, de manera casi primitiva, que el interés social se satisface en la absoluta libertad de empresa, con un concepto radical de propiedad privada intocable. Esto es lo que hace al presidente decir, en algún momento, que la educación es un bien de consumo, lo que se manifiesta, no solo en el modelo imperante, sino en las soluciones que provienen del mismo gobierno. No hay respuesta social para el interés social.
Un segundo aspecto, que debemos identificar, es cómo se utiliza hoy el viejo principio, de La Libre Concurrencia. Esto significa para los liberales, producir bienes con el mínimo de trabas posibles, con factores que garanticen la producción y la acumulación, donde el individualismo del sistema se manifiesta en el concepto de propiedad privada (sin límites reales) y donde la empresa, a través del sistema, “supuestamente”, satisface armónicamente las necesidades. Se concurre libremente a producir. Se produce y se financia con la menor cantidad de controles posible. Absoluta libertad de empresa, con un concepto de propiedad, también absoluto, que no cumplen con lo que nosotros creemos que es la función social de la propiedad y, por lo tanto, la función social de la empresa. Esto se niega absolutamente en los círculos liberales.
Lo anterior se traduce en un sistema educacional también “libre”, donde el lucro no podría estar ausente, porque se iría contra la esencia del sistema. Se establece, de acuerdo a lo anterior, una especie de “libre competencia” entre los establecimientos educacionales, donde evidentemente, los más eficientes, serán los que cuentan con mayores recursos y que en sus espaldas, tienen un adecuado centro de negocios. Así el lucro, se convierte en el fundamento que corrompe el fin de la educación como un valor y como un derecho humano. Los derechos humanos no pueden ser un factor de negocios, como se había montado en el caso de la educación. En este concepto estaban destinadas solo a sobrevivir las universidades y los liceos o colegios con recursos. El Estado actuaría, de esta manera, subsidiariamente. El derecho a la Educación estaría o seguiría estando bajo el control de la libre empresa.
Pero aun más. En la reciente crisis que se le plantea al gobierno con la salida del, ahora, exministro Beyer, se comienza a derrumbar la idea de que El Libre Mercado –que es el tercer principio- es el mejor asignador de recursos para satisfacer estas necesidades. Es decir, la educación nuevamente entendida como bien de consumo. Este mismo concepto es válido para analizar la forma como se maneja la salud y las pensiones. La salud también es un “bien de consumo”, que produce ganancias desorbitadas a las Isapres, las cuales no se han logrado regular. Pero también el sistema AFP de pensiones, es regido por un sistema empresarial, cuyo fin, es el lucro y no la dignidad de los trabajadores cuando llegan al fin de su vida laboral.
Esto es lo que se puso en juego en el debate del Congreso y esto es lo que necesariamente solo se puede corregir con un cambio profundo del sistema. No se está negando la propiedad privada. Se está urgiendo a que el Estado y los privados, en determinadas áreas de la producción y del desarrollo del país, puedan actuar con un sentido de colaboración, en algunos casos, y con absoluta responsabilidad del Estado, en otros (la propiedad de recursos naturales, de la cual depende la vida de un país, por principio, debiera estar bajo el control del Estado). Sin duda, la Educación es el punto de partida, sobre la reflexión del Rol del Estado y de su obligatoriedad en cuanto al cumplimiento de sus funciones sociales determinadas por la dignidad de la persona y del bien común.
En la reciente crisis que se le plantea al gobierno con la salida del, ahora, exministro Beyer, se comienza a derrumbar la idea de que El Libre Mercado –que es el tercer principio- es el mejor asignador de recursos para satisfacer estas necesidades. Es decir, la educación nuevamente entendida como bien de consumo.
Pensamos en un Estado Solidario para una Democracia también Solidaria. Esto es algo más de lo que fue el Estado de Bienestar, es un Estado que no se monta desde los fines de la Economía -que sigue siendo fundamental- sino desde la solidaridad de los derechos que determinan las formas políticas y sociales que regularan la vida ciudadana y el sentido de sus instituciones. Lo contrario sería sostener que esto no tiene remedio y que el capitalismo sería inmodificable en sus perversiones conocidas hasta el fin de los tiempos. Lo que no sería ajeno a la utopía liberal.
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Arturo
La única alternativa, real, a lo dicho, es el comunismo acerrimo, eliminando la propiedad privada, y enclaustrando a la nación para evitar la «corrupción» externa.
Un modelo intermedio se sustenta en tener muchos recursos para poder entregar a todos muchas cosas; y esos muchos recursos se logran de dos formas: que el Estado sea dueño de la generación de recursos, o bien que llene de impuestos a los generadores de recursos. La segunda tiene una evolución conocida: van desapareciendo empresas, pues al estado le conviene recaudar harto de pocas, por lo que, finalmente, la economía termina siendo un oligopolio sustentado por el estado. La primera, el Estado siendo dueño de las empresas, termina siendo un desastre en cuanto a la corrupción y amiguismo.
Por lo tanto, solo queda una dictadura comunista como opción.
dracomat
Encontré que , con algunos rodeos (necesarios quizás) apunta al corazón del problema el estado no debe se irresponsable (subsidiario) de los problemas que son parte de un proyecto país.
EDUCACIÓN. SALUD, SEGURIDAD SOCIAL (JUBILACIÓN, ETC), ELECCIONES LIBRES Y DEMOCRÁTICAS Y quizás habría que tener un estado que no permita que todos los medios (casi todos) estén en una mano… ¿donde queda la libertad de expresión …
servallas
La vieja visión socialdemocrata que se hace pedazos en Europa, finalmente repartimos ¿qué?, . Todos terminamos trabajando para el estado y esperando todo gratis, sin saber que nos estan sacando las tripas igualmente. Pensemos mejor en un estado más eficiente en la regulación, más firme frente al abuso, un estado más ético y más especializado y penas más fuerte para los que juegan sucio. Luchar contra las libertades humanas individuales es no conocer el hombre.
dracomat
Muy bueno el artículo pone el dedo en la llaga, vale la pena leerlo- Draco.