Anoche escuchaba una radio que no me paga para que le haga placement cuando, de pronto, me sorprende una cadena nacional de la primera mandataria. Se había anunciado, pero yo pensaba que se trataría de alguna declaración acerca de los escándalos de la oligarquía, esa a la que llaman élite, pero que no le ha ganado a nadie más que el quién vive. El caso es que se trataba de dar inicio a aquello que la campaña de los animalitos anuncia gentilmente como proceso constituyente.
De pronto nos prometen que seremos escuchados, si es que nos vamos a jugar a unos cabildos abiertos. Después de tanta marcha, tanta columna y escrito en papel, redes sociales, medios digitales –como El Quinto Poder, en el que todos quienes tenemos el privilegio de saber redactar apenas correctamente podemos escribir–, seremos escuchados en unos cabildos que recogerán una serie de ideas sueltas para canalizárselas a la “elite”, la misma que prohibió las filtraciones y redujo la prescripción de los delitos electorales.
Pero ¿escuchados cómo?, ¿Tendrán estos cabildos algún valor vinculante? Es decir, ¿obligarán estos cabildos a que nuestras autoridades a actuar en consecuencia? No lo parece: el video dice que simplemente “incidirán”, sin explicar en qué consiste esta “incidencia”. No son estos cabildos los Estados Generales que precedieron a la Revolución Francesa, entonces ¿Qué son? No, no sé lo que son, pero queda claro que no son una asamblea constituyente.
Por otro lado ¿qué puede salir de estos cabildos? En el mejor de los casos, nada muy diferente a lo que se publica en El Quinto Poder, es decir, igualdad de género, elevar la seguridad laboral a principio constitucional, un nuevo trato para el pueblo mapuche, la consolidación de derechos humanos de segunda (económicos y sociales) y tercera generación (paz y calidad de vida, entre otros), para que salgamos de una vez del siglo XVIII y entremos por fin al siglo XX, porque llegar al XXI es mucho pedir todavía; no estamos en Noruega.
En el peor de los casos, puede que una ciudadanía mediatizada por una televisión empeñada en crear una sensación de inseguridad pida “mano dura” contra la delincuencia y el final de una “puerta giratoria” que, según los números, no existe, a no ser para los delitos de cuello y corbata o para quienes financian de manera curiosa sus campañas políticas. También es posible que mucha gente pida que cerremos la puerta a los inmigrantes, pues mucha gente los percibe, provincianamente, como un peligro laboral y cultural, sobre todo cuando la autoimagen de Chile se consolidó creyéndonos mejores que nuestros vecinos. Hay que recordar que esto es lo que creen muchos chilenos en un espectro transversal. En este sentido, la gente de la tercera edad, que no tiene acceso a medios digitales para informarse, que está a merced de la televisión abierta y que es la que tiene más tiempo para asistir a este tipo de actividades, puede terminar pidiendo el “respeto por la vida”, o sea negando los derechos reproductivos, justificando la detención por sospecha y terminar con lo avanzado en materia de identidad sexual y de género.
¿Es este proceso “costitucionario” un proceso democrático o simplemente una estrategia comunicacional? Usando mis últimas reservas de optimismo, puede que esta actividad resulte, en último término, en una experiencia educativa para los participantes, eso si es que la gente todavía se traga algo y se digna a participar de este juego.
Llevamos décadas sin educación cívica en los colegios y se espera que, así, de pronto, como por milagro, una población obnubilada por los medios masivos, condicionada por una deuda interminable, asustada por una sensación de inseguridad creada y que jura (o ya no) que es representada por personeros que representan más bien a quienes los financian, entre ni más ni menos en un debate constituyente. Todo gracias a unos lindos dibujitos animados que salen en internet y acaso en la televisión. Cabe recordar que estos dibujitos recién están en contenidos -no en efectos- a la altura de la Revolución Francesa, si es que, y que no han educado a la población acerca de los grandes temas del derecho constitucional de hoy. En todo caso, era difícil hacerlo en cortos animados de cinco minutos o menos, que además no se llaman constituyentes, sino “Constitucionario”, en un ingenioso alarde creativo que mezcla ‘constitución’ con ‘diccionario’, pero que en ningún momento agrega el sufijo ‘ente’ que daría alguna actividad creativa al término. Esto, si no es sospechoso, es preocupante.
¿Es este proceso “costitucionario” un proceso democrático o simplemente una estrategia comunicacional? Usando mis últimas reservas de optimismo, puede que esta actividad resulte, en último término, en una experiencia educativa para los participantes, eso si es que la gente todavía se traga algo y se digna a participar de este juego. Parafraseando al buen Zizek, esto tiene mucho de tragedia y acaso mucho de farsa. Primero como tragedia, al recordar el origen de nuestra Constitución y luego como farsa al contemplar lo que vemos que ocurre con una clase política aislada que, así de pronto, ha decidido escucharnos.
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Arturo Ruiz
Servallas
Bueno, respecto a lo que señalas en el link, y sobre lo que opina el rector el que incluye la cita «sorprendente la facilidad con que los muchos son dominados por los pocos» (Hume)”, es lo que pasará, no hay que ser un genio para visualizar como será usada la masa ciudadana, sin instrucción, sin comprensión y sin entender que está siendo usada para aprobar “acuerdos” previamente trabajados.
Jose Luis SIlva Larrain
Arturo discúlpeme pero si el gobierno se metió en esto a petición de los que abogaban por otra constitución y resulta que nadie de los que vociferaba por otra constitución ha sido capaz de mostrar una constitución mejor para que podamos leer y aprobar, entonces la farsa no es del gobierno. El gobierno simplemente ya no sabe que hacer por haber hecho caso a este cuento.
Puede hacer mil artículos así pero si no es capaz de mostrar una constitución alternativa que podamos aprobar después de leer el de la farsa es usted.
Saludos
Gaby
Sr jose luis larrain es obvio que nadie haria una constitucion ni una propuesta de constitucion solo, ya que ese trabajo es para los congrecistas, claro que siempre a su favor logicamente, por personas q piensan como usted nadie hace valer su voz y su opinion yo desde mi ignorancia se que esto es un tongo y una vez mas el gobierno hara lo que quiere, no me sorprenderia que todo empeore ppffff
Jose Luis SIlva Larrain
Nadie pretende que alguien haga la nueva constitución solo, me refiero a que la propaganda por una constitución alternativa sería menos estéril si ya tuviésemos la constitución alternativa. Le pregunto directamente: ¿ Porque prefiere cambiar a otra constitución que ni siquiera la ha leído ? . Yo al menos prefiero leerla antes de aprobarla.
Saludos
Hice un corto con la idea:
https://www.youtube.com/watch?v=ZcbDyI47A2k
Servallas
Quizás falta una tercera posibilidad, es decir, tragedia, farsa y la tercera, festín de antisistémicos y anarquistas.