El triunfo de Sebastián Piñera en la segunda vuelta presidencial sorprendió a todos, no sólo por los más de 9 puntos de ventaja que logró sacarle a Alejandro Guillier, sino porque logró movilizar a un número importante de votantes que no participaron en la primera vuelta.
Tendremos que esperar al menos 6 meses para conocer quiénes son aquellos que votaron por él, por ahora sólo podemos especular sobre los motivos que los movilizaron. El que suena más fuerte es que los chilenos se toman muy en serio el futuro de Chile y que en esta pasada el que tenía mejores atributos para manejar al país era Piñera.
Parte fundamental del triunfo fue lograr alinear a toda la derecha a su favor. Esto significó incorporar en su campaña a José Manuel Ossandón, José Antonio Kast y Felipe Kast, tres líderes de la derecha con posturas diametralmente opuestas sobre temas valóricos, políticos y sociales.
A partir del 11 de marzo de 2018 veremos a un Sebastián Piñera constantemente tensionados por los Kast, por los partidos de Chile Vamos, y por todo un país que le exigirá que cumpla sus promesas en lo social y traiga consigo el esperado crecimiento económico.
Logrado en triunfo, la pregunta es ¿cómo Piñera logrará armar un gobierno y una agenda legislativa que deje contentos a estos tres líderes con visiones tan distintas entre sí?
La política de los consensos será lo que reine durante los 4 años de gobierno ya que deberá dejar contento tanto a José Antonio Kast, con sus ideas más radicales y cercanas a la ultraizquierda, y a Felipe Kast, ubicado al centro, más progresista y con ideas mucho más liberales en lo valórico.
¿Cerrará Punta Peuco? ¿Cuál será su postura frente al aborto libre, la legalización de la marihuana y el matrimonio igualitario? ¿Qué pasará con la gratuidad en la educación? ¿Lograrán estar los niños primero en la fila? ¿Cómo se tratará el tema de los inmigrantes?
A partir del 2018 la agenda estará centrada en las reformas sociales que Chile necesita. Veremos estudiantes en las calles luchando por la gratuidad, jubilados en las calles luchando por pensiones dignas y seguramente, chilenos en las calles exigiendo una reforma al deteriorado sistema de salud.
Todos estos temas, y muchos más, serán gravitantes durante el gobierno de Piñera, y los Kast en todos los temas tienen algo que decir. Todas y cada una de las promesas de campañas, que le permitieron el triunfo, serán las que probablemente le causen los mayores dolores de cabeza al presidente electo.
Sebastián Piñera atrapado entre los dos Kast tendrá que surfear en estos y muchos otros temas…. Eso sin mencionar que no cuenta con una mayoría en el Congreso que le permita aprobar los proyectos de ley de forma expedita.
A partir del 11 de marzo de 2018 veremos a un Sebastián Piñera constantemente tensionados por los Kast, por los partidos de Chile Vamos, y por todo un país que le exigirá que cumpla sus promesas en lo social y traiga consigo el esperado crecimiento económico.
Comentarios
22 de diciembre
En mi visiòn Piñera tiene que dar garantías de que no dejará el gobierno tan facilmente en una suseción de izquierda tan destructiva como la ulima vez con la Señora bachelet o con la moda del Frente Amplio, especialmente habiendo una DC tan debilitada y un ala conservadora del PS como la de Lagos tan invisibilizada. Por lo tanto esta vez hay que ir asegurando un sucesor y todos vemos que al menos ahora (ojo que esto puede cambiar mucho) los delfines son Felipe Kast y Ossandon. Por lo tanto esta claro a quien de los dos Kast va a dar mas proyección. Pero tambien y por la misma razón de asegurar una continuidad muchos creemos que Piñera, que siempre ha sido un poco acomodaticio, debe sentir un peso muy fuerte a su derecha y la confianza por el sorprendente apoyo ciudadano a Josea Antonio implicará una presiòn importante sobre el presidente de la derecha.
Se vienen tiempos mejores, no fáciles.
Saludos cordiales
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