Es recurrente ver estos últimos días actos de violencia política tanto verbal y psicológica entre quienes piensan diferente. En los sectores de izquierda vemos como se agrede físicamente a un personero de la ultraderecha por parte de miembros de la izquierda, teniendo como resultado solo dar publicidad gratuita a sus ideas y legitimar mucho de su discurso.
Hoy vemos como la insensatez le ha dado el gobierno a la derecha y al empresariado solo por la falta de ideas fuertes, como el fundamentalismo expresado en oraciones como “si no estás conmigo, estás en mi contra” que algo de mafioso tiene, y “tus ideas son intolerantes y las nuestras son correctas” se han expresado resumidas en una expresión triste y que carece de sentido como lo es el plantear algo muy popular en las redes sociales de los militantes de izquierda que es la célebre “intolerancia con los intolerantes”.
La izquierda fue derrotada por alrededor de 635.000 votos en las urnas pero aún no detectamos que estamos perdidos y que la extrema izquierdización nos ha permeado hasta el totalitarismo ideológico y creer que somos mesías en una patria que nos rechazó por paliza porque se reniega de los acuerdos, se reniega del pasado, se reniega de todo lo positivo que representó la Concertación de Partidos por la Democracia, a tal punto que hay partidos como el Partido Radical Socialdemócrata que tuvo un consejo general hace poco menos de un año y convocó a un plebiscito ratificatorio de las decisiones tomadas en tal consejo y hasta el día de hoy se toman decisiones y reformas de estatutos sin tener publicitado el resultado de tal plebiscito con actas definitivas, lo que claramente puede ser constatado debido a que yo mismo hice un requerimiento sobre aquella materia ante el SERVEL y la respuesta del Tribunal Supremo de ese partido es que las actas están en estado “provisorio”, lo que es a todas luces impresentable que en 6 meses no sepamos los resultados de tal plebiscito siendo que sabíamos que Sebastián Piñera era Presidente de la República en una hora y media durante la Segunda Vuelta.
La izquierda ha perdido lo que la llevó a ser exitosa durante 20 años, ese éxito que fue la tolerancia, el combate de las ideas con ideas, el tener un proyecto para Chile. Señalar hoy que ser “intolerantes con los intolerantes” y avalar la violencia muestra que no avanzamos y siempre estamos en un giro de 360 grados, es decir, siempre volvemos al mismo punto, al estancamiento, a estar perdidos. La izquierda se alejó del norte que nos legó Ricardo Lagos Escobar, volviendo a soñar con añejos sueños de dictaduras proletarias, poder popular, renegar de la socialdemocracia para avalar regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela o incluso, validar a Evo Morales pidiendo mar para Bolivia habiendo entregado todo el patriotismo a la derecha – tanto política como económica – dejando a la izquierda solo con las banderas de sus propios partidos, banderas que hoy están perdidas, sin rumbo.
La centroizquierda lo tiene todo, tiene todo para vencer con ideas, ideas que no deben nunca incluir la “intolerancia contra los intolerantes” porque lo que censuramos, lo validamos y al validar la intolerancia, simplemente anulamos las ideas, las ideas que la centroizquierda tiene de sobra
La única forma de retomar el rumbo es converger con un proyecto país, un proyecto de ideas, con patriotismo y preocupándonos de las necesidades de ese Chile olvidado, ese Chile del trabajador del día a día que no milita en los partidos, converger con ideas de futuro, asumiendo nuestros aciertos, desafíos, errores y el cambio. Es necesario comprender que el centro político y el encuentro con Chile es necesario, bajo una centroizquierda que vele que los extremos del mercado y los extremos de los vinosos sueños revolucionarios no nos desvíen de lo que es este proyecto llamado Chile. La centroizquierda lo tiene todo, tiene todo para vencer con ideas, ideas que no deben nunca incluir la “intolerancia contra los intolerantes” porque lo que censuramos, lo validamos y al validar la intolerancia, simplemente anulamos las ideas, las ideas que la centroizquierda tiene de sobra, anulándose a sí misma y cayendo en un limbo fundamentalista, un limbo donde nada está claro y nos lleva a una izquierda perdida.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
Javi-Al
Estimado, muy de acuerdo con el diagnóstico, es una síntesis reflexiva, pero al parecer intentar levantar una socialdemocracia en Chile, y aún en Latinoamérica es imposible, el problema es que el marxismo y varias de sus variantes colonizarán cualquier tienda que les abra las puertas, pasará con el Frente Amplio, frente a un PC disciplinado y a una legión de intelectuales neo-marxistas sus posibilidades son nulas, en todo caso es una buena intención, los socialdemócratas son demócratas, y buena tela.
Gustavo Saldaña
Totalmente de acuerdo. La centroizquierda perdió la vanguardia del debate de ideas, y amparándose en la «intolerancia de los intolerantes» se ha quedado rezagada, abandonando su pasado siendo consecuentemente castigada en las urnas.