Hemos escuchado a los candidatos más “pequeños” quejarse de la poca cobertura de los medios de comunicación. ¿Pero importa más la calidad o la cantidad de información?
Son conocidas las asociaciones a grupos económicos y políticos por parte de Copesa y El Mercurio. Para nadie es un misterio que ambos directorios están asociados a la derecha del espectro político. Desde ahí que queda claro el porqué de que del total de informaciones entregadas sobre la elección que viene, más de la mitad corresponda a la candidata de la Alianza. Si bien Michelle Bachelet también alcanza altas mediciones, éstas son en base a emplazamientos desde el Gobierno o desde la misma candidatura oficialista, la cuál aprovecha (o al menos eso cree) su imagen de frontal y directa para no tener límites y a veces ser un verdadero ventilador. No sólo pasa en el papel, también en televisión, donde recién ahora en la recta final y en gran parte gracias a la franja, los candidatos independientes han tenido un poco más de resonancia, sin contrarrestar la enorme cobertura que genera en todos los noticiarios la campaña de la Presidenta Bachelet y de la ex titular del ministerio del Trabajo. También esto se escucha en las emisoras, tanto por los avisos publicitarios como por el tiempo que se emplea en el bloque político. Es abismante y a veces hasta invasivo el tema, pero necesario.
¿A dónde quiero llegar con la pregunta planteada al inicio? Por lo que hemos visto en las últimas semanas, el interés de la presidencial pasó a un segundo plano tras la acusación de Evelyn Matthei al independiente Franco Parisi. Este último, probablemente el más critico del trabajo de la prensa, recibió toda la atención mediática, pero de una forma poco honrosa. Del mismo tema ha intentado colgarse el candidato PRI Ricardo Israel, incitando al retiro de Parisi de la carrera por La Moneda. O sea que en términos de cobertura, Parisi no tiene de que quejarse. ¿El tema es el porqué de la cobertura? Marcel Claude, candidato del Partido Humanista, también las veces que ha visto su nombre en la prensa ha sido por el bullado caso del Diario Uno y el dictamen de la justicia. Testigos falsos más, testigos falsos menos, fue declarado culpable. Tomás Jocelyn-Holt y ME-O se han visto enfrentados por la utilización de las esposas de los candidatos, denunciado por el primero a raíz de la participación de Karen Doggenweiler en la candidatura de su esposo, el candidato PRO. Incluso fueron temas en el malísimo debate organizado por ANATEL. Es decir, han sido objeto de prensa, pero no de buena prensa.
Un caso especial ocurre con Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría con, por ejemplo, Radio Bio-Bio. El slogan de dicha emisora, es “somos independientes, independientes de verdad”, pero esta frase parece haber perdido su validez desde que su director, Tomás Mosciatti, entrara en una disputa legal con Sebastián Dávalos, hijo de la abanderada opositora. Sin ir más allá, el pasado sábado 2 de noviembre, su bloque político contó con una duración de 21 minutos (20:18 a 20:39), de los cuáles 18 fueron utilizados en emplazamientos a Bachelet y candidatos del Pacto Nueva Mayoría. Yo creo firmemente en la libertad de expresión y no hago una defensa de Dávalos Bachelet, pero incomoda que Mosciatti utilice la fuerza y credibilidad de un medio como su radio para atacar, directa o indirectamente a un sector determinado.
No debe ser del agrado de muchos medios la alta probabilidad de que Michelle Bachelet vuelva a La Moneda este 17 de noviembre sin necesidad de una segunda vuelta, pues se acaba la noticia. Chile es un país de tendencias y “modas” y es mucho más entretenido escuchar los pormenores de la campaña, a dilucidar quién podría ser Ministro del Interior. Ojo con los intereses del medio también.
Me saco el sombrero frente a Alfredo Sfeir y Roxana Miranda, quienes no han ido en búsqueda del sensacionalismo ni los golpes bajos a pesar de su casi nula figuración pública. Por eso mismo quizá no aparecen tanto.
Pocos medios independientes y buenos hay en el país. Admiro lo que hace este espacio por ejemplo, El Quinto Poder, donde cada usuario puede escribir sus columnas. El Mostrador también hace un gran trabajo en la difusión independiente con ánimos de informar. Ciertos programas radiales, como “Podría ser peor” , de la misma Bio-Bio, son un aporte a la construcción de una sociedad más informada. Ahora bien, no olvidemos que la prensa también es un negocio, y no debe ser del agrado de muchos medios la alta probabilidad de que Michelle Bachelet vuelva a La Moneda este 17 de noviembre sin necesidad de una segunda vuelta, pues se acaba la noticia. Chile es un país de tendencias y “modas” y es mucho más entretenido escuchar los pormenores de la campaña, a dilucidar quién podría ser Ministro del Interior. Ojo con los intereses del medio también. Alguna vez lo dijo Kramer en una rutina: “el que marca marca y el que no, a la esquina”.
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