Protocolo y democracia. Dos palabras que el día de ayer, entraron en conflicto.
En marzo de este año, la Concertación le entregó el poder, durante los próximos cuatro años, a la Alianza. A los concertacionistas no nos gusta y los aliancistas celebran como si inventaran la pólvora, y tratan de hacer más circular la rueda con el adjetivo de “eficiencia”.
Somos 17 millones de chilenos. Los que tienen el derecho a voto, le dieron el voto mayoritario a la derecha. Eso, si bien le duele a la Concertación, es un hecho. Se perdió el gobierno por múltiples factores y no entraré a enumerarlos. Lo que sí quiero dejar en claro es que en estos años, Concertación, Alianza e independientes hemos llegado a un consenso: la democracia nos gusta y debemos cuidarla. Aún experimentamos con ella.
Veinte años de gobiernos de Concertación tienen como herencia obras buenas y malas. Una de las buenas fue restaurar (luego de un incendio) el edificio que fue sede de la III Conferencia Mundial de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), desarrollado en Chile en 1972.
Después del 11 de Septiembre de 1973, se instaló en el inmueble la Junta Militar, que le cambió el nombre por "Diego Portales", destinándolo, además, al Ministerio de Defensa. Durante el gobierno de Michelle Bachelet, se le devuelve a la ciudadanía, recuperando su nombre y su giro, como Centro Cultural "Gabriela Mistral” (GAM). Las obras, terminadas durante el gobierno de Piñera, fueron inauguradas este pasado fin de semana, sin la presencia de la ex mandataria, quien dice a la prensa “no fui invitada”.
La vocera de gobierno indica a la prensa que la invitación fue enviada por ChileExpress. Se da cuenta del recibo de la invitación en la Fundación que preside la ex mandataria. El Ministro de Cultura, da explicaciones por Twitter. Informa que tres veces se intenta confirmar a la ex Presidenta. La Fundación Dialoga exhibe un correo enviado por Presidencia que da cuenta de que en la Agenda Oficial de actividades del Bicentenario, a las que el Presidente convoca, no está considerada la inauguración del restaurado Centro.
Explicaciones van, explicaciones vienen. Lo importante es que en el discurso inaugural no se indica que la gesta de retornar el edificio a la ciudadanía, fue realizada por la ex mandataria.
En un gesto que fue leído como “solidario” con Michelle Bachelet, honorables diputados de la Concertación, no llegan a importante cita para hablar del Royalty minero, cuyo fin es ayudar las obras de reconstrucción necesarias posterior al terremoto. Nobleza obliga, y el ciudadano común y corriente se percata de que hay falta de nobleza entre la clase política.
La política requiere de personas que tengan altura de miras, pero de verdad. Requiere de personas que estén dispuestas a legislar por el bien común, el bien del país, no por la pequeña ganancia o voto que otorga el populismo. Este país requiere de políticos que sepan agradecer lo bueno que heredan, y mejorar lo que requiere atención.
Cuando tenemos a víctimas del terremoto viviendo en la calle, mineros atrapados bajo 700 metros de tierra y piedra, mapuches en huelga de hambre y estudiantes que ingresan a la universidad sin entender lo que leen, a mí me parece que tenemos temas más importantes de que se deben discutir.
Temas como los del lunes descomponen las relaciones entre un gobierno y una oposición proponente de ideas y hacen relucir la mezquindad humana.
En cuatro años más, cuando nos toque votar nuevamente, no nos preguntemos por qué la ciudadanía vota con desgano, o castiga a uno u otro lado.
La Alianza está en el poder y debe ejercerlo con dignidad, que a veces le falta. La Concertación es oposición y desde ese lugar debe ejercer su rol con elegancia, que a veces le falta.
Protocolo y democracia. En realidad, siempre van de la mano.
—————————-
Foto: www.presidencia.cl
Comentarios