Este viernes 9 y sábado 10 de enero se llevará a cabo la tercera versión del “Encuentro Internacional Oswaldo Payá: Reflexiones sobre la vigencia del Humanismo Cristiano”, el que se ha vuelto, gracias a sus organizadores, un espacio imprescindible de encuentro y aprendizaje para diversas generaciones de humanistas cristianos, en tiempos en donde las exigencias de lo urgente hacen que aquellas ideas y principios que definen nuestra identidad, no dejen inspirarnos para la acción política.
Cuánta falta nos hace a los jóvenes de hoy adoptar actitudes más reflexivas para un actuar político coherente, frente a todo este entendible malestar social, que muchas veces trata de entregar respuestas que no pasan de ser una reacción espontánea y superficial. Cuánta falta nos hace comprender nuestros principios frente a este tiempo de necesarias reformas para un país más justo y próspero para sus habitantes, y a partir de ellos, comenzar a trazar los caminos que la política exigirá en las próximas décadas.Para los humanistas cristianos, es primordial que la democracia y la defensa de los DDHH no pierdan su importancia, que las dificultades que se presentan en el devenir histórico sean asumidas sobre la base de estos elementos, sin relativismos o empates morales de ningún tipo.
Habiendo llegado este nuevo ciclo político, la vigencia del humanismo requiere de un estudio exigente y una acción profunda que nos permita volver a las bases sociales, a ese Chile humano que invita a ser protagonista y a vivir sus alegrías y desdichas de una manera directa, a no olvidar que nuestro rol en la política es servir a las personas, es dotar de dignidad las condiciones en que estas desarrollan sus proyectos de vida y a no abandonar la defensa de la actividad política orientada al bien común.
Para los humanistas cristianos, es primordial que la democracia y la defensa de los DDHH no pierdan su importancia, que las dificultades que se presentan en el devenir histórico sean asumidas sobre la base de estos elementos, sin relativismos o empates morales de ningún tipo. De ahí que nombre del encuentro no sea azaroso. Oswaldo Payá fue un hombre que luchó por los derechos humanos y cívicos de los cubanos hasta el día de su muerte. Su figura inspira y nos logra conectar con nuestras raíces doctrinarias más profundas.
Tal como el maestro Jaime Castilló nos enseñó: “Nuestro deber es ser portadores de la defensa de los derechos del hombre. El lugar de un demócrata cristiano ha de estar siempre ocupado en ese trabajo. No es posible que, por falta de conciencia o de coraje, hagamos que se note nuestra ausencia. No habríamos ayudado a nuestros pueblos en el momento crucial y no tendríamos nada que decir en el futuro…”. Somos herederos de una tradición socialcristiana que no perderá vigencia en la medida que seamos capaces de actuar con coherencia y a interpretar correctamente el signo de los tiempos.
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