Y así fue que, recurriendo a artes propias del señor Burns de los Simpson, HidroAysén obtuvo su resolución de calificación ambiental.
Duele.
Duele porque este proceso de calificación ambiental resultó en una bofetada a todos quienes nos ufanábamos de vivir en una democracia, donde se respeta la ley y nuestras instituciones republicanas merecen el nombre de tal.
Negociaciones político-económicas con la codicia como única motivación; violaciones obscenas a principios sobre los que reposa todo lo que se ha enseñado, casi por siglos, en nuestras escuelas de derecho; imposición de la ley del mas fuerte, rico y prepotente; jueces ciegos –prefiero creer que por flojera o incapacidad intelectual- no solo a 40 años de evolución del derecho ambiental, sino que al texto expreso de la ley.
Seguir enumerando las felonías sirve, ahora, solo para mirar con compasión a quienes desprecian o comentan encumbrándose en una arrogancia estúpida, acerca de la carencia de democracia o el autoritarismo en países como Cuba o Venezuela.
Pero ya habrá tiempo para estas reflexiones.
Un cuento de Cortázar, relataba magistralmente, la sorpresa del sicario al ver detenido su intento de asesinar a un emancipador, por “alguien que anda por ahí”.
Pues bien: somos muchos los que "andamos por ahí" y cumplo con la caballerosidad mínima de prevenir a quienes a esta hora alegremente calculan cuanto subirán sus acciones, a costa de hacer pedazos el orden público ambiental de esta república, que no nos iremos pacíficamente al silencio de la noche.
Gente común y corriente, abogados, lonkos, alcaldes, parlamentarios, nos reagrupamos.
Mientras los opositores a la barbarie, que es lo que en verdad es lo que se pretende perpetrar en La Patagonia, preparan nuevas acciones que den con tierra con ella, intentaremos, al menos, darles tiempo.
Por nuestra conciencia y convicciones, por ultimo para poder mirar a los ojos a nuestros hijos, no nos quedaremos de brazos cruzados, presentaremos batalla. Cuenca tras cuenca, lago a lago, cordillera a cordillera. La geografía y la necesidad de emerger al norte de Puerto Montt con su energía sangrienta, juega a nuestro favor para contener su línea de trasmisión en algún lugar del país que los obligue a devolverse al mar.
Y, también, llevaremos al Congreso, la justicia del crimen y a las instancias internacionales las pruebas del abandono de sus deberes de autoridades administrativas y judiciales.
Responderemos a la brutalidad del dinero, con la razón del derecho. A la ceguera arrogante de los fanáticos del crecimiento depredador, con la luz del ideario romántico.
Ellos no pueden ganar y en la amargura que al final de sus días les provocara comprender de que ni un céntimo de lo ganado asesinando a nuestra naturaleza podrán llevar a podrirse con ellos, espero sepan pedir perdón a La Madre Tierra que, compasiva, los acogerá.
Pero, además, tenemos una enorme ventaja.
No necesitamos ganar, solo que nuestros hijos sepan que no todos éramos como ellos.
Sabrán hacer el resto.
——-
Foto: Pato Muñoz / Licencia CC
Comentarios