La semana pasada en un foro un amigo señaló “no quiero escuchar más de la participación ciudadana que solo se reduce a entregar información o hacer como que se escucha a las personas. Lo que nosotros queremos es decisión ciudadana”. Efectivamente el concepto Participación Ciudadana ha sido usado en los últimos 20 años con múltiples acepciones. Sin embargo, creo que lo que hoy debemos hacer no es olvidar el concepto por mal empleado, vapuleado o manoseado sino que aprender a usarlo en forma óptima revalorizándolo con dignidad.
Participación ciudadana debe ser entendida como la intervención de los particulares en actividades públicas, en tanto, portadores de intereses sociales. Ello hace referencia a una relación entre Estado y sociedad civil, a una acción de ésta sobre el primero. Diferenciar el concepto de participación ciudadana de otros tipos de participación -social, comunitaria y política- reservándolo para hacer referencia a las formas de inclusión de la ciudadanía en procesos decisorios, incorporando sus intereses particulares -no individual- respecto de determinadas temáticas.
¡Participación Ciudadana es decidir y no otra cosa!
Nuestra democracia debe avanzar hacia una democracia deliberativa, como señala la catedrática Adela Cortina: “la democracia deliberativa es representativa, sabe que el mejor modelo consiste en la participación del pueblo en los asuntos públicos a través de representantes elegidos, a los que pueden exigirse competencia y responsabilidades. Pero exige llevar a cabo al menos cuatro reformas: perfeccionar los mecanismos de representación para que sea auténtica, dar mayor protagonismo a los ciudadanos, tratar de asegurar a todos al menos mínimos económicos, sociales y políticos, y propiciar el desarrollo de una ciudadanía activa, dispuesta a asumir con responsabilidad su protagonismo”.*
Para que ello sea posible, debemos avanzar en participación ciudadana desde dos aristas distintas, pero complementarias:
La primera, mejorando nuestro Sistema Político en cuanto a representación de la ciudadanía, principios, valores, derechos, transparencia, instituciones, mecanismos de elección y de decisión. Ayer con los resultados de la encuesta CEP ha quedado en evidencia que la calidad de la política en Chile es visualizada por la ciudadanía en forma deficiente y que urgen reformas políticas.
Para ello es crucial contar con una carta magna legítima en su origen, democrática en su formulación y participativa en su constitución. Por ello dentro de todos los “debe” de nuestra anoréxica democracia deberíamos propiciar:
– Asamblea Constituyente que generé una nueva Constitución para Chile.
– Que la participación sea un derecho constitucional.
– Iniciativa popular de ley.
– Convocatoria ciudadana a plebiscitos nacionales.
– Creación del Defensor del Pueblo u Ombudsman.
– Sistema Electoral proporcional.
– Primarias públicas, abiertas y vinculantes financiadas por el Estado para selección de candidatos.
– Límite en la reelección de representantes.
– Inscripción automática en los registros electorales.
– Voto de chilenos en el extranjero.
– Elección directa de Consejeros regionales e intendentes.
– Modificar los elevados quórum constitucionales en el proceso legislativo.
– Mejorar y transparentar el financiamiento de los partidos políticos y las campañas electorales.
– Creación de gobiernos metropolitanos.
La segunda, tiene relación en cómo hacemos realidad eso que hoy tenemos plasmado en una nueva ley de Participación Ciudadana en la gestión pública (20.500) a nivel local, donde los municipios se constituyan en verdaderos gobiernos locales y donde la voz e incidencia de la ciudadanía esté asegurada. Así como también la participación en la toma de decisiones a nivel sectorial. La forma en que se diseñen los reglamentos de esta ley determinara la posibilidad o no que está sea realidad o solo permanezca en letra muerta.
En esa incidencia en la toma de decisiones sobre la gestión pública no debemos dejar de lado los grandes temas. Esos grandes temas que han tenido al país en tres meses de movilización estudiantil, con paros, tomas, masivas marchas, inusuales estrategias de protesta y con un apoyo significativo de la opinión pública. Cómo participamos en la nueva política de educación que el país necesita, cómo participamos en dotar de mayores garantías a los consumidores abusados de casos como La Polar, cómo creamos institucionalidad que realmente castigue a los abusadores y no un chiste como el SERNAC financiero planteado por el gobierno, cómo creamos esa estrategia energética que Chile hoy no tiene, cómo construimos el nuevo modelo de desarrollo que Chile pide a gritos y logramos financiarlo.
Hoy es el momento para sentar las bases de todo lo que queremos para un nuevo gobierno en forma participativa, hoy es el momento para exigirle a nuestra clase política desprestigiada su verdadero compromiso por estos cambios y para la emergencia de nuevos líderes y de un nuevo Chile.
* Cortines A, “Democracia y justa indignación”, El País, 24 de julio 2011.
Nota de elquintopoder.cl: Si estás de acuerdo con la idea de una nueva constitución, puedes adherir firmando esta carta.
Comentarios
05 de agosto
Yo reemplazaría varias líneas del post por la petición de una Cámara Ciudadana Digital…
A mí me bastaría sólo eso para creer que es posible hacer todos los cambios que se sugieren en el post y además presentar alternativas a las preguntas que se plantean y no son respondidas y para tener un mecanismo para lograr mucho más de todo lo que se menciona…
jkdfjkld
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13 de agosto
Estimado, a mi me gustaría que pusieras tu nombre y te identifiques. Tienes varias buenas ideas que me gustaría poder comentarte, pero créme que me resulta difícil dirigirme a una foto con un peón y una firma ininteligible. Gracias, Carlos Cerpa
07 de agosto
Estimada
Has planteado temas que , a mi juicio, resultan relevantes en lo que viene. Siempre ante disyntivas uno se pregunta ¿Qué? ¿Cómo? ¿cuándo? y ¿donde?. El qué, me parece que las personas en colectivo ciudadano lo expresan mayoritariamente, pero tal vez una de las cosas dificil de resolver es el cómo.
Las dos líneas argumentales: cambios políticos globales y cambios en la gestión local serán temas que estarán en el debate por un largo rato.
En la primera de las líneas me parece que más que una mejoría, estás plantenado un verdadero cambio en el sistema político y lo comparto. Me atrevería a decir que la ciudadanía en su gran mayoría, también apunta a un cambio en el sistema.
Felicitaciones por la columna
Santiago Mansilla
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13 de agosto
Hola: Lo que tenemos afectado es el régimen político, que no da cuenta del país que está emergiendo. En ese sentido, y solo por puntualizar en un elemento por lo general dejado de lado, me refiero al » Límite en la reelección de representantes.»
Es esencial que los representantes dejen de ser vitalicios como ha venido ocurriendo durante años, tanto es así, que al final terminan por cansar a sus propios representados. Es preciso acotar los períodos en el ejercicio de los cargos de representación, así sea que se trate de cargos de representación política o social.
Por otro lado, pero en la misma dirección ,es inconcebible que alguien que ejerza un puesto de representación no escuche a sus representados. La clase política chilena hace ya ratos que anda perdida con los fenómenos sociales del país.
Saludos, CCerpa
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