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Como nunca hemos sido testigos de como la incapacidad de los partidos para poder generar espacios de democracia interna, han afectado a movimientos como Revolución Democrática, y en especial a las regiones. Veamos. Primero fue la negativa del diputado Aguiló a someter a primarias a su sucesor, el abogado Roberto Celedón en Talca.  Luego vino la sanguinaria caída de Golborne en la derecha, y cuando parecía que ésta iba camino al despeñadero, fue la propia Concertación la que liquidó la posibilidad de generar la ‘nueva mayoría’ a la que convocó la candidata del PS-PPD, disparándose en los pies al no llegar a acuerdo para las primarias parlamentarias.

Hasta ahí, la cadena de hechos ya era lo suficientemente grotesca, pero “nuestros políticos”, en un acto supremo de falta de sensatez, continuaron con la orgía de equívocos que han contribuido a generar aún más desconfianza en el devenir de la pálida democracia chilena. Ahora el espectáculo está a cargo del partido de la candidata a la presidencia, teniendo como peor cara el total desprecio por la ciudadanía de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, pretendiendo imponer candidaturas entre cuatro paredes. Uno podría esperar ese tipo de prácticas totalmente reñidas con la ética democrática de un partido como la UDI, que de hecho ha impuesto a Moreira en Los Lagos y Von Baer en Los Ríos, pero cuando las malas prácticas vienen de grupos que históricamente han pregonado la democracia, los hechos resultan particularmente desagradables. Así de golpe y porrazo a los sureños nos han dejado condenados a pasar los próximos ocho años con senadores, preocupados exclusivamente de favorecer sus intereses personales y proveer de empleos públicos a sus clientes.

El actuar tanto del Partido Socialista de Chile, como de la Unión Demócrata Independiente refleja que ambos funcionan tal mafia calabresa, con un total desdén por las bases ciudadanas que sustentan sus respectivos proyectos políticos.

Por el respeto que merecemos como ciudadanos de este país, es que tenemos como deber trabajar organizada e integradamente  en la construcción de una tercera alternativa que pueda disputar el poder del duopolio Concertación-Alianza. Pero esta tercera vía, debe ser constituida sobre bases amplias, diversas y transdisciplinarias, cosa ausente hasta el momento. La pregunta es entonces: ¿cuándo este inmenso y peculiar universo llamado «la izquierda» será capaz de dar pasos de madurez política que tiendan a generar un proyecto colectivo amplio que respete e integre a  las identidades múltiples que coexisten bajo luchas, sueños y objetivos comunes?

Tenemos la obligación ética de esforzarnos por confluir con todos los actores políticos y sociales que busquen el avance de una sociedad de privilegios a una de derechos, solo con amplias mayorías vamos a poder hacer una revolución auténticamente democrática.

Como respuesta a esa interrogante, planteo algo que carece de originalidad e inventiva, pero que intuyo obedece al sentido común, y es que para construir una gran red ciudadana que recoja a la inmensa mayoría de compatriotas que no se identifican con ninguno de los dos bloques hegemónicos, debemos avanzar con sentido y visión de Estado, con la generosidad que implica luchar por heredar un país más digno que el que estamos próximos a recibir. Si somos capaces de comprender que la lucha en la que estamos inmersos, no es solo política, es también generacional y que por lo tanto la reclamación de cuestiones como la asamblea constituyente, un nuevo modelo de desarrollo, o el cuestionamiento al estado unitario, no deben ser principios excluyentes de la izquierda, pues se requiere de un consenso social, entonces estaremos próximos  desarrollar la construcción de un nuevo paradigma, un nuevo sueño y luego un nuevo objetivo de sociedad y país, traducible desde el gobierno, en la aplicación de políticas públicas que sean factores de cambio y transformación.

Tenemos la obligación ética de esforzarnos por confluir con todos los actores políticos y sociales que busquen el avance de una sociedad de privilegios a una de derechos, solo con amplias mayorías vamos a poder hacer una revolución auténticamente democrática.

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peon

» para construir una gran red ciudadana que recoja a la inmensa mayoría de compatriotas que no se identifican con ninguno de los dos bloques hegemónicos, debemos»

Crear una Cámara Ciudadana Digital en la que construir acuerdos, un Programa de Gobierno y la pre selección de candidatos al parlamento, a los ministerios, la Presidencia y los 300 cargos de confianza del Presidente. De esa forma, la ciudadanía, organizada, se toma el poder.

¿Alguna duda?…

La propuesta a la frase citada, que dice:

«debemos avanzar con sentido y visión de Estado»

tanto como su añadido:

«con la generosidad que implica luchar por heredar un país más digno que el que estamos próximos a recibir.»

Es algo inútil o que no sirve para nada. Es una pura gan volada filosófica que constituye una frase más con la que han tropezado millones de votantes que han creído que frases como esas significan algo, sin embargo, todo lo que no sea un procedimiento estructurado como plan de parte de alguna coalición política, o como un planteamiento ciudadano, debe ser eyectarlo del asiento, o bien tirado al tarro de la basura, porque de esa forma no se llega a ninguna parte. Frases inútiles para el bronce como esas tenemos muchas. Una de las más memorables ha sido «vamos a crecer con igualdad», o algo semejante…

¿A alguien le parece que hayamos crecido con equidad?…

¿A alguien le ha parecido que el anterior Presidente «estuvo con los ciudadanos»?…

¿Alguien cree que «avanzando con sentido y visión de Estado» resolveremos nuestros problemas?…

Los problemas que tenemos requieren herramientas especiales, a mi parecer, que sirvan para implementar la democracia que necesita el país y especialmente la ciudadanía.

Sin democracia y sin el control del crédito, las leyes no estarán hechas para favorecer a las mayorías, sino que a los intereses lobbystas que representan, al menos en todo lo relativo al marco regulatorio asociado al usufructo de determinados recursos o industrias en particular, tal como la minería y la explotación del cobre…

Los chilenos debemos solicitar una cosa en primer lugar y eso debiera ser una Cámara Ciudadana, porque con ella podríamos intentar construir todo lo que las personas pregonan que desean que exista en nuestra patria…

lkjd

    jaimesaez

    jaimesaez

    Creo que la idea de una Cámara Ciudadana es como para que te explayes en profundidad, pues constituye una iniciativa en extremo interesante.

peon

Respondiendo a tu interés Jaime:

Se puede hablar de la Cámara Ciudadana refiriéndose a su formación, a su estructura, a sus funcionalidades, a sus formas de escalar su consolidación y particularmente a sus objetivos.

Explayarse en profundidad, por lo tanto, no es sencillo y tampoco es breve, sin embargo, ya lo he hecho antes y parte de lo que se puede revisar respecto a lo que he dicho acerca de la Cámara Ciudadana está en dos direcciones que se encuentran en mi perfil.

Lo importante respecto de todo lo que se pueda decir acerca de la C.C. radica en su siguiente paso.

A mí me parece que este paso debe ser simular la C.C. y proponerla al público.

Además se ello se puede solicitar a cada candidatura x.

Sin la simulación de la C.C. no podemos visualizar sus funcionalidades a simple vista. No podemos construir nueva organización ciudadana para el cambio, creando acciones concretas que dependen sólo de los ciudadanos, es decir, sin ninguna influencia o permiso de algún partido político, de alguna coalición, o de algún personaje contrario a la democracia, o de una Ley o cualquier cosa que se interponga entre el deseo y la determinación ciudadana por construir una Cámara Ciudadana por las de sí mismos, con la que construir acuerdos.

Así, por ejemplo, bastaría que una entidad interesada en el desarrollo racional del país y en la construcción de una democracia efectiva, financiara la creación de la página y la pusiera a la dispoción de la razón y las mayorías de sus usuarios para que de esta brotaran formas de debates y propuestas ciudadanas que podrían centrarse en dos objetivos principales, tales como la creación de un Programa de Gobierno y la elección popular de aspirantes a cada uno de los cargos de gobierno que tiene el Estado.

De esa forma, sin pedirle permiso a nadie, la ciudadanía, organizada por sí misma y en serio, podría llegar a una elección presidencial con un candidato propio y una trama organizada de personas que colaborarán con el Presidente y sus ministros para llevar a cabo un Programa de Gobierno propio y de interés ciudadano.

Es decir, «es posible tomar por asalto la patria» y quitársela a la dictadura de los partidos políticos, saltando las vallas del binominal y del tribunal constitucional y de todos los intereses económico políticos que inclinan las balanzas en los partidos para escoger a algunas personas como candidatos, o la forma en que ellos apoyan determinados tipos de legislaciones.

Entonces, no necesitamos una Asamblea Constituyente, sino que el desarrollo ciudadano de ideas inteligentes…

Necesitamos, como digo, crear una red de trabajo en la que se sumen personas a esta iniciativa, colaborando en la página que los reúna para que se pueda crear o simular la Cámara Ciudadana.

Entre los muchos objetivos que esa Cámara Ciudadana pudiera plantearse, para mí resulta importante que la ciudadanía sea «la inversionista del futuro», es decir, el gran dueño de Chile deben ser sus ciudadanos y no determinadas razones sociales que no representan sus intereses. Esto es posible hacerlo también, sin quitarle nada a nadie, sino que apenas construyendo una organización civil que posea inversiones propias y que, por ejemplo, sea ayudada, entre otras formas, con la creación de una AFP y un banco de dinero de los trabajadores de Chile…

Por lo tanto, mi visión es que todos los cambios que desea la ciudadanía son posibles, si se hace lo necesario para desarrollarlos, sin embargo, no será tata Estado quién lo hará, ni tampoco los políticos, o un partido político, sino que deben hacerlo los ciudadanos por sí mismos…

¿Quieres un Chile mejor para ti y para tu descendencia, para tus vecinos y para tu barrio, para tu ciudad y tu región?

Si lo queremos, sólo debemos construirlo y el método de la Cámara Ciudada es tal vez el más simple de todos los propuestos, si acaso hay otros, que nos permitiría hacerlo.

¿Te das cuenta que sólo es necesario un proceso organizacional ciudadano ascendente o escalable, de forma que maduren sus curvas de aprendizaje, para construir lo que la ciudadanía quiere?…

Esto es como una ventanita al paraíso para mí, Jaime, como una mirada dentro de un espacio donde las aspiraciones ciudadanas son factibles y dejan de ser una utopía.

Si eres capaz de empujar el barco de la Cámara Ciudadana de alguna forma, me parece que sería una irresponsabilidad de tu parte el no hacerlo, porque si quieres la patria que todos queremos, entonces «debes fundirte en el corazón y la motivación del Manuel Rodriguez digital que necesitamos ser como organización civil»…

¿Quieres vivir la aventura de liberar a la ciudadanía de la opresión que ejerce sobre ella la mafia política y económica que no trepida en mantener la usura sobre la mayoría de las familias chilenas, a pesar de que esta sea como un látigo que sirve a su pobreza?…

Hay tantas razones por la que debiera existir una Cámara Ciudadana y lo mejor de ello es que podría ser una herramienta creada para estar al servicio de la ciudadanía, protegiendo sus intereses y vigilando por su futuro…

En principio, bastarían reuniones digitales de verdaderos interesados en el tema para trabajar en ello y avanzar.

¿O de qué forma crees tú que la Cámara Ciudadana puede ser una realidad?

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