¿Cuándo se ha visto que un Ministerio se genera de esta forma? ¿si no existe financiamiento para generar un Ministerio en su plenitud cómo se manipula a los deportistas llevándolos en masa a las graderías del Senado? ¿si es tan necesario el deporte para el desarrollo del país por qué se remite un proyecto tan carente? ¿por qué debiera el Ministerio de Desarrollo Social hacerse cargo de las políticas deportivas en regiones y de la planificación de aquellas si ni siquiera tiene atribuciones para las propias? ¿seremos también juez y parte en la evaluación de los proyectos de inversión en infraestructura del Ministerio del Deporte?
La Asociación de Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social (ASOFUMI) manifiesta su total rechazo al proyecto que el Senado debe votar mañana para la creación del Ministerio del Deporte.
¿Por qué nos oponemos? Lo hacemos con fundamento, en primer lugar porque tenemos la experiencia de la nefasta creación de nuestro Ministerio, al cual los parlamentarios, por facilismo y negociaciones, entregaron al Gobierno de turno la facultad de diseñarlo y establecer las plantas de funcionarios, todo ello por la vía de un D.F.L.; evitando toda clase de participación efectiva de las Asociaciones Gremiales.
Los resultados son conocidos por todos quienes nos desempeñamos en el Ministerio de Desarrollo Social: término de la carrera funcionaria y discrecionalidad absoluta para la contratación precaria de personas, aún cuando éstas obtengan remuneraciones muchas veces por sobre las de quienes tienen mayor experiencia y mérito para acceder a mejores condiciones de trabajo.
Hemos gritado a los cuatro vientos lo que ha significado para los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social esta forma de legislar por la que han optado al menos ya tres gobiernos, desde Lagos. Sin embargo, sólo ahora, y por primera vez, algunos parlamentarios se han dado cuenta de los graves resultados que ha significado para el Estado de Chile.
Esta suerte de mea culpa ha sido posible gracias a las evidencias de nuestra experiencia dada a conocer en la Comisión de Hacienda que discutió el proyecto del Ministerio del Deporte, debatimos la estructura del Estado en las políticas deportivas chilenas –al igual que las políticas sociales- y la forma de diseñar la planta funcionaria; y en apoyo a nuestros colegas del Instituto del Deporte.
Sin embargo, el gobierno ha instalado un verdadero discurso de guerra: entre los que apoyan el proyecto y aman el deporte, contra los que se oponen a él. Esta manipulación constituye una caricatura infame que al igual que ANFUCHID, rechazamos de plano. Es como señalar que los pobres serán más pobres si no existiera el Ministerio de Desarrollo Social. Impresentable.
El proyecto del Ministerio del Deporte se construye con una simple migración de funciones que ya existen en el Instituto Nacional del Deporte; no hay nuevas funciones, ni nuevas estructuras, ni más recursos. ¿qué distinto respecto a lo ocurrido en el Ministerio de Desarrollo Social excepto el número exagerado de contrataciones a honorarios?
Se trata de un proyecto tan centralista, que en su diseño original contemplaba sólo 4 SEREMIAS, ni siquiera distribuidas en macrozonas territoriales y hoy –gracias a un “protocolo” de última hora- propone una instalación paulatina de las dependencias regionales del Ministerio, en un período de al menos 3 años, en tanto existan recursos para ello.
¿Cuándo se ha visto que un Ministerio se genera de esta forma? ¿si no existe financiamiento para generar un Ministerio en su plenitud cómo se manipula a los deportistas llevándolos en masa a las graderías del Senado? ¿si es tan necesario el deporte para el desarrollo del país por qué se remite un proyecto tan carente? ¿por qué debiera el Ministerio de Desarrollo Social hacerse cargo de las políticas deportivas en regiones y de la planificación de aquellas si ni siquiera tiene atribuciones para las propias? ¿seremos también juez y parte en la evaluación de los proyectos de inversión en infraestructura del Ministerio del Deporte?
Por ello, la Asociación de Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social hace un llamado a los Senadores para que voten pensando en Chile y no en la contingencia, ni en las urgencias, ni en la improvisación, menos aún en los intereses particulares y las improvisaciones. Si el Estado continuará organizándose con Decretos con Fuerza de Ley, entonces, el gobierno de turno dejará a merced de sus coaliciones, la facultad de decidir sobre los temas estratégicos del país. Así no se gobierna en los sistemas democráticos serios y con visión de largo plazo.
Estuvimos solos en esta nefasta experiencia, pero han transcurrido más de dos años, y ahora son varios los Servicios Públicos y Ministerios que están en una carrera desenfrenada de “reestructuraciones” fast track. Con ellos estaremos, así como hoy lo hacemos con la Asociación de Funcionarios del Instituto del Deporte.
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