Soy políticamente neutro, aunque gracias a mi familia, hay veces en que puedo cambiar a centro-derecha y escribir textos como el que voy a redactar ahora, para contar una antigua anécdota que he querido compartir hace tiempo. No quiero que se diga que el comunismo y el socialismo son los poderes débiles ante el flojo capitalismo; ninguno de estos dos poderes sirve, el capitalismo te abandona, y el comunismo/socialismo te consume y más tarde te apuñala por la espalda.
Esta es la historia de un viejito de 78 años llamado Darío. Es mi abuelo, quien sobrevivió a una gran paliza propinada por el famoso «pueblo débil».
Mi abuelo vivía en Melipilla, donde existía una gran oposición al gobierno de Allende. Mi abuelo todavía recuerda el 8 de septiembre del 1973. Ese día el fue a la casa de su padre a buscar a su hermano Rafael en su auto. En el trayecto, tres hombres iban insultando a mi abuelo, sin saber él que lo que querían ellos era matarlo. Eran socialistas enviados por el diputado de esa época, Matías Núñez. Mi abuelo los perdió de vista y se pudo encontrar con Rafael, quien le pidió a mi abuelo que le acompañara a buscar un paquete de carne. Al doblar la esquina, mi abuelo se encontró con una de las tres personas que lo estaban insultando en el trayecto: Miguel Hernández, apodado «El Bandido».
Mi abuelo se bajó del auto y encaró a Hernández, preguntándole por qué se comportaba así con el. Hernández sacó una pistola del cierre de sus pantalones y le disparó a mi abuelo en el esternón. Acto seguido, intentó matar a Rafael, pero esquivó el disparo, que dio en el capó del auto. Hernández se acercó a mi abuelo, que estaba caído, y le dio cuatro balazos en la rodilla izquierda, afortunadamente, sin romperle huesos. Mi abuelo no sabía que le habían disparado hasta que vio cómo la sangre corría por su pecho.
Mi abuelo gritaba, llamando a su hermano, creyendo que estaba muerto, pero Rafael estaba oculto en su auto para protegerse. Mientras Hernández se retiraba del lugar, mi abuelo sintió el cierre de puerta de un vehículo: era Rafael, su hermano, que venía al rescate, junto con un amigo; entre ellos se llevaron a mi abuelo al hospital.
Mi abuelo fue llevado al Hospital de Melipilla con bajísima presión. Fue operado de urgencia y se le comunicó a mi familia. Se puedo detener el profuso sangrado interior, pero las balas no pudieron ser retiradas, tras lo cual tuvo que ser trasladado a Santiago. En el trayecto, mi abuelo se dio cuenta de que su pierna izquierda no le obedecía. En el hospital, los doctores le comunicaron a mi familia que una de las balas se alojó en una de las vértebras de mi abuelo.
Mi abuela tuvo que cerrar su casa en Melipilla, pero el momento más triste fue repartir a sus seis hijos en casas de distintos familiares, mientras ella cuidaba a mi abuelo en Santiago.
El 20 de septiembre, los doctores le comunicaron a mi abuelo que sufrió un grave daño neurológico a la columna, sus funciones reflejas eran (y son, pero con una leve mejoría) casi inútiles, lo cual fue muy trágico para él y para toda mi familia. El 21 mi abuelo fue operado para extraerle la bala que tenía alojada en su vértebra. Estuvo tres meses con su vejiga sin funcionamiento y hasta el día de hoy convive con su pierna paralizada. Mi abuelo tenía 38 años en ese entonces y tenía a sus seis hijos separados de él.
¿Pero qué te mostrará la izquierda? ¿Que esos bandidos fueron mártires? ¿Héroes? ¿Que Hernández fue preso político en Alemania y sufrió mucho?
Lamento el descaro con el cual ambos bandos políticos manejan la información y lamentablemente los jóvenes se tragan eso y les lavan los cerebros para convertirlos en títeres de este gran videojuego de estrategia política en el cual el equipo rojo y el equipo azul compiten. Con un testimonio como este, espero que piensen bien si lo que te dice tu bando político (si es que usted pertenece a uno) es toda la verdad o no.
¿No es irónico que alguien de izquierda haya querido matar a alguien de derecha disparándole en su pierna izquierda? ¿Qué hubiera pasado si el gobierno de Allende hubiera durado su ciclo? ¿Matías Núñez sería el Hinzpeter de esa época?
* Testimonio: Darío Osorio Suárez. Redactado por: Nicolás Villalón.
Comentarios
05 de mayo
La historia de tu abuelo, Nicolás, es impactante, sin duda alguna, lástima que no hayan más registros gráficos de lo que él te contó días antes del golpe de estado 11.09.73. Lo que sí, los que somos víctimas de la dictadura fascista, después de esos días, los militares hacían lo mismo y peor con gente de izquierda, a punta de metralla, no les disparaban precisamente en la pierna como a tu abuelo, les volaban las entrañas, y de ahí habían sus trofeos… «un comunista» menos»… se dio vuelta la tortilla en esa época, parece.
No sé, es triste las condiciones en que quedó tu abuelo, al menos quedó vivo, nosotros quienes somos víctimas de la dictadura, jamás conocimos a esos abuelos, tíos, y parientes varios, que las hienas de Pinochet mató sistemáticamente durante 17 años de dictadura y terrorismo de estado.
Afectuosamente.
@PipeHenriquezO
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