Los disparates de este último tiempo exceden la más desatada de las fantasías. Enero era un mes de tranquilidad. Los niños de vacaciones, la playa para algunos, una modesta piscina, para otros. Los más humildes siempre disponían de un remojón en la Fuente Alemana. Teatro a mil, ambiente relajado. Santiago disfrutaba de su mejor mes.
Sin embargo este año el circo sigue. Barricadas en Las Condes, marchas por doquier, protestas. Como todos los años, unos incendios forestales, pero ahora terminan en tragedia: siete personas pierden la vida en oscuras circunstancias. Se habla de terrorismo y se aplican las leyes correspondientes. No todos están de acuerdo y hay contraacusaciones de montaje. Estoy perplejo, no logro formarme una impresión. Aclaro que estoy en una isla de Chiloé, eso sí, con televisión e internet.
Concluyo que Enero ahora es un mes de full actividad política. El presidente decide invitar a los cuatro ex president@a a una reunión privada para escuchar sus respectivas opiniones, entre otros temas, acerca de la reforma del binominal. Me parece increíble; pienso que Piñera tomó la opción de inscribirse en los libros de historia con una reforma esencial que los gobiernos democráticos anteriores no lograron, o no quisieron lograr.
Me veo en la inédita tentación de apoyarlo. Será entonces un presidente de derecha quien lo logre -me digo- bien por él, bien para todos nosotros.
Pero no, otra voz. La UDI le lee una cartilla en el secreto de una oficina de La Moneda, aparece el increíble vocero y en un acto de malabarismo político digno de un circo caro, explica que no, en realidad no hace falta, que este año, el gobierno se va a dedicar a las acciones sociales. Que sí se hablará de una reforma tributaria y se sospecha que será para bajar el impuesto a los combustibles y acomodar la carga de alguna manera. Una ley que se intuye de larga gestación y llena de letra chica, grandes anuncios y poca sustancia.
Luego se desata la discólera, una palabra que habrá que inventar cuando se analiza la política chilena y que, obviamente se refiere a las iras de los díscolos. En este caso, Lily, Antonio, Carla y otros varios que anuncian que están los votos, que sólo falta presentar un proyecto. ¿Un motín contra la UDI? ¿Acción desesperada? ¿Fuga hacia delante?
Algunos dirán que es una estrategia de alta política; otros, el fin de la hipocresía. Los incondicionales, entre quienes desde luego, no se cuenta al vicepresidente de RN, amenazan a los conservadores de que tendrán que asumir las consecuencias. Más folclórico, el alcalde de Ñuñoa califica de puterío lo ocurrido durante las tomas.
Tal vez, lo más auténtico sea el affaire de Tchicureo.¿Así se escribe, cierto? Un reglamento interno prohíbe a las nanas caminar por las calles del condominio. Ni hablar de usar la piscina. Es un retrato de cuerpo entero de este país. Alguien dijo en twitter: Yo, si fuera nana, sí usaría uniforme. No vayan a confundirme con las patronas. Lo interesante es que el affaire llegó a tribunales. Los jueces deben discernir si hay atropello a los DDHH. El problema es que es sólo un botón de muestra. Una cara particularmente fea, la que presenta aquella persona que se cree de una casta superior y agrede con brutalidad y en descampado a una honorable nana que por hacer mejor su trabajo con los niños, viola algún capítulo de las increíbles normas del reglamento interno de aquel ghetto. Surge un vecino que entiende y asume la defensa pública de la afectada. El caso llega a la Ilustrísima Corte de Apelaciones. No se imaginó esa señora que tiene todo el perfil de los nuevos ricos que saldría en la tele. Si yo hubiera cometido el error de habitar ese condominio, me cambiaría de casa.
Llevamos apenas 10 días de Enero y ya estoy cansado. Me pregunto qué va a suceder en el resto del año. Se anuncian protestas, marchas y algún nuevo método de movilización a partir de marzo. La cosa se presenta muy complicada. La pugna RN-UDI se ve desde fuera como una fractura difícil de reparar. Las vacilaciones del gobierno no tienen visos de terminar. La campaña electoral comienza en marzo y se presenta durísima.
De los temas pendientes, ninguna ha tenido avance. La “reforma” educacional ni merece tal nombre; la reforma política nadie sabe como saldrá a escena, la salud está enferma, la reconstrucción avanza a paso de tortuga, la situación económica internacional tiene mal pronóstico. En el plano interno, la gran pregunta es ¿ cuánto más durará el ministro del interior? ¿Y a qué precio? ¿Cómo sigue la pelea UDI-RN? ¿Qué será de los díscolos?
El ex presidente y último candidato de la Concertación lo dijo muy claro: Estamos ante un problema de gobernabilidad. El ciudadano mira hacia el puente de mando y no ve a nadie en el timón de aquella nave que avanza de tumbo en tumbo en un mar agitado por una sucesión de tormentas. La brújula gira enloquecida sobre sí misma, crujen los mástiles, se desgarran las velas. Las olas pasan arriba de la cubierta e inundan las bodegas.
Comenzaron los asaltos a carabineros, los gerentes de La Polar están en cana, un distinguido senador UDI despotrica contra el gobierno y otro del mismo partido amenaza con romper la Alianza. Se desmiente alcance de acuerdos en una reunión privada en la residencia de San Damián.
Esto es sólo un pequeño popurrí de verano. pero no descuidemos la etimología. Viene del francés pot-pourri, que significa olla podrida.
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Foto: como un pez en el agua / Licencia CC
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