Ya próximo a cumplir 13 años de militancia en el glorioso Partido Socialista de Chile y con una nueva derrota electoral acuesta, sin duda que los análisis se hacen con mucho más énfasis, con más sentimientos, pero con la enseñanza de ya haber pasado por un doloroso momento como éste.
Analizar la derrota debe ser una constante, hay mucho aprendizaje que debemos tomar en consideración, pero aún más, hoy nuestra mayor preocupación debe ser cómo el PS se articula, nuevamente, desde su rol de oposición al Gobierno que asume sus tareas el próximo 11 de Marzo.
Entre los años 2010 y 2014 fuimos pocos quienes seguimos haciendo vida partidaria, en aquel entonces, desde la Juventud Socialista de Chile, un puñado de jóvenes militantes nos esmerábamos en generar un trabajo político de base, levantando el gratuito PREU Salvador Allende, conquistando
federaciones de estudiantes y centros de alumnos, realizando acciones comunitarias en diversos sectores de Chillán, ejecutamos una variada gama de escuelas de formación política para jóvenes, tertulias abiertas a la militancia del PS, se generaban reuniones periódicas en nuestra sede, la casa socialista siempre estaba ocupada por los diversos núcleos y organizaciones de la sociedad civil que ahí se reunían para organizar su trabajo asociativo.El principal desafío es recuperar la calle, el trabajo en las poblaciones, reactivar la vida militante. Saber con quienes contamos será trascendental para trazarnos los objetivos y la capacidad que tengamos para cumplirlos
Fueron tiempos bien activos, que poco a poco se fueron perdiendo, especialmente cuando nos vimos inmiscuidos en la tarea de Gobierno para sacar adelante las reformas que le habíamos ofrecido a la ciudadanía y que fueron ampliamente respaldadas en la persona que la Presidenta Bachelet.
Pensando en lo que se viene, evidentemente el principal desafío es recuperar la calle, el trabajo en las poblaciones, reactivar la vida militante. Saber con quienes contamos será trascendental para trazarnos los objetivos y la capacidad que tengamos para cumplirlos.
La ciudadanía nos demanda el trabajo de base, reinstalarnos en el corazón del desarrollo social-político, reconquistar espacio en las juntas de vecinos, en las federaciones de estudiantes, en los gremios, sindicatos. El socialismo tiene dirigentes que han bregado solos en una lucha como dirigentes sociales, los hemos abandonado, para allá apunta una de las principales tareas, trabajar junto a ellos para fortalecer su liderazgo y el esfuerzo que realizan día a día para el desarrollo de sus comunidades.
Para que el desafío sea posible, las y los socialistas debemos recuperar la fraternidad, reconstruirnos desde el valor más puro de nuestro ideario del socialismo que ha perdurado durante años, nadie sobra, todas y todas son fundamentales para los nuevos tiempos.
Estimados, estimadas, no es posible pensar la política sin el Partido Socialista de Chile, tenemos una tarea ineludible, no hay tiempo para decaimiento, es menester robustecer nuestro querido PS. Las directivas tienen que fortalecerse, no hay razón para que quienes quieran aportar no se le abran los espacios; no hay pie para que quienes siempre hemos estado, hoy no estemos; no podemos detenernos cuando lo que se viene es defender el legado de transformaciones de la mejor de las nuestras. No hay tiempo que perder para seguir dándole a Chile lo que tantos reclamamos en las calles.
La tarea de Gobierno finaliza el 11 de marzo, pero el socialismo no termina, sus ideas traspasan fronteras y seremos nosotros, hombres y mujeres fieles a nuestro ideario, quienes seguiremos enarbolando las banderas de Allende, Lorca, Wiff, y tantos otros y otras que dieron hasta su vida por defender lo que hoy tenemos como legado.
͞Contra el presente vergonzante, el socialismo surgirá
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