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El Frente Amplio y el error político que se debe corregir

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El Frente Amplio pretende justificar su posición de no hacer un llamado nítido y potente a votar por Alejandro Guillier.

No puede estar más claro que las transformaciones conseguidas hasta hoy resultan nítidamente insuficientes, pero tampoco puede estar menos claro, que por ahora la propuesta del Frente Amplio no es opción electoral.

A los frenteamplistas: La aclaración necesaria es si ambos bloques representan al enemigo político fundamental: ¿SI?, ¿NO?, respóndanselo ustedes.

Déjenme decirles, que aquí no se  trata de hacer lo que el 20,27 % quiere. Se trata de lo que el 50% más 1 elija. Ese 22,70% que no votó por Beatriz Sánchez, no es enemigo del Frente Amplio: tiene una determinación programática diferente, que el pueblo puede modificar en lo que llamamos, simplemente, “el camino”.

Algunos argumentos y explicaciones engañosas de la declaración:

  • La declaración señala:

“Seguiremos trabajando para constituir un gobierno transformador por decisión ciudadana, no por negociaciones que desemboquen en cargos o cupos en gobiernos de otras coaliciones.”

¿“Decisión ciudadana”? Bueno, habría que reconocer que lo que pase el 17 de diciembre será una decisión ciudadana. ¿O sólo se reconoce la decisión ciudadana que nos llena el gusto? ¡Buena duda, que se hace mayor cuando además cuestionamos lo siguiente!: ¿por qué apoyar la elección de la opción que supone frenar un mal para Chile, debe “desembocar en cargos o cupos en el gobierno”? Esta es una extraña condición y más extraña explicación.

  • Otra reveladora afirmación:

“Creemos que se ha abierto un nuevo ciclo político en Chile, que nos instala como actores relevantes del futuro…”

¿A qué actores se refiere la declaración?, ¿Cuáles son esos actores relevantes del futuro? Entendemos que se refiere al Frente amplio y al frenteamplismo. Desde esta certeza, nos preguntamos: ¿cómo es que pretenden ser actores relevantes del futuro? ¿No será acaso, a través de la capacidad de representación?: el frente amplio habló a la ciudadanía con toda claridad y legitimidad, entregando líneas de conducción deseables para Chile y dictó pautas a los electores. No obstante, la declaración continúa con la siguiente reflexión:

“Este nuevo ciclo representa la emergencia de  una nueva sociedad, donde las y los ciudadanos no buscan ser pauteados en sus decisiones políticas. Como hemos dicho, no somos ni nos sentimos dueños de los votos de las personas y por eso nuestro primer llamado es a cada uno de nuestros votantes a reflexionar y a expresarse en las urnas en esta segunda vuelta, de acuerdo a sus propias convicciones y análisis”.

 ¡¡Vaya sorpresa!! De pronto, lo que fue legítimo, se tornó de una ilegitimidad fundamentalista. Ahora, NO se puede entregar pautas. Pero dos semanas atrás -con frenesí- se buscó la voluntad ciudadana a favor de ciertas “pautas”.

Déjenme decirles, que aquí no se trata de hacer lo que el 20,27 % quiere. Se trata de lo que el 50% más 1 elija

Agreguemos otro sinsentido: ¿es hacerse dueño de los votos de los electores, el sugerirles, señalarles, aconsejarles con responsabilidad política, claramente cuál es el voto debido, en coherencia a los objetivos del FA? No hace falta contestar. Cualquier llamado es sólo una sugerencia y el llamado del FA es, en concreto, una sugerencia que relativiza lo correcto y tiende a sinonimizar ambas opciones electorales.

  • A punto siguiente, afirma además que:

“Porque nuestra preocupación es Chile, no nos da lo mismo quien gobierne. Sabemos que Sebastián Piñera representa un retroceso…”.

Resulta que hace dos semanas decían: porque la preocupación es Chile, voten por este programa. Ahora el discurso es: porque nuestra preocupación es Chile no nos da lo mismo quien gobierne, pero no tenemos propuesta para permitir que se habilite el mejor camino posible dentro de las alternativas a elegir.

¡¡Qué preocupante!! ¿Es auto referencia, o el vértigo de un resultado parcial, adverso, lo pretenden transformar en derrota por la simple gracia de la torpeza?

Si en realidad les preocupa el país y no son sus diminutos, pero ambiciosos egos, sedientos de  protagonismo, los que hablan, debieron asumir un claro llamado al pueblo de Chile, en contra del piñerismo, que sólo es fortalecimiento de un escenario adverso a los intereses populares. ¿O el problema está en la representación popular?

El Frente Amplio asume una responsabilidad de la que no podrá desprenderse, porque una eventual elección de un gobierno de derecha, sólo será obra de su negligencia culposa. Si eso ocurre, la diferencia con la opción representada por A. Guillier, será seguramente estrecha. De ello se podrá presumir con justicia, que la falta de nitidez política con que Frente Amplio ha resuelto su posición ante la actual coyuntura, cumplió un rol indesmentible en contra de la ciudadanía. Con seguridad la factura tendrá un alto precio.

Estoy seguro de que existe la salida elegante para este evidente error.

 

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3 Comentarios

Victor Barría Vivar

Simplemente decirte : Excelente comentario compañero; abrazos desde la Araucanía-

Nelson Antonio Torres Muñoz

Y yo agregaría que tenemos derecho a expeler serias dudas con este FA, considerando que de tan amplio, hay muchas figuras de derecha (algunas electas) en su conglomerado…¿influyeron para que se redacte esta declaración de no apoyo a Guillier?

Javi-Al

Mi impresión sobre el FA es que es flor de un día, son muchos discursos de interés sin base ideológica clara, además algunos líderes principales tienen un EGO gigante que alejará a los jóvenes idealistas, su principal activo, pero que es un activo líquido, no son voto duro.