El año 2017, la centro derecha realizó una primaria presidencial en la que participaron el actual presidente Sebastián Piñera, Manuel Ossandón y Felipe Kast. Este último; tecnócrata; ingeniero comercial, magíster, con estudios de doctorado, otrora ministro de planificación y diputado por el antiguo distrito N°22, obtuvo un 12%, una votación no muy significativa, pero que fue capaz de introducir nuevas ideas y a la vez tensar a la coalición de Chile Vamos respecto de temas “valóricos” o “culturales”.
En el mismo 2017, Kast decidió postular como senador por la región de Araucanía, elección que ganó siendo primera mayoría. Todo mostraba un futuro prometedor. No obstante, desde que ha estado en el Senado se ha mostrado un tanto errático, ya sea mediante declaraciones en prensa o en redes sociales, por lo que ha sido presa fácil de sus adversarios políticos.Quizás su error no pasa tanto por sus declaraciones, ni tampoco en sentirse más liberal de lo que es, sino que simplemente; su candidatura al senado.
Quizás su error no pasa tanto por sus declaraciones, ni tampoco en sentirse más liberal de lo que es, sino que simplemente fue su candidatura al Senado.
Luego de su derrota, Kast mal decidió ser candidato al senado. Uno podría pensar que por su notoriedad política y significativa votación lo llevaría a encumbrarse en las encuestas. Sin embargo, el error de Kast fue no repostular a la Cámara Baja ¿por qué?, la Cámara de Diputados es la cámara política por excelencia, ya que primero tiene atribuciones particulares como la fiscalización de actos del gobierno (solicitar antecedentes al ejecutivo, interpelar a un ministro o realizar comisiones investigadoras), como también de ejecutar una acusación constitucional contra alguna autoridad. Y segundo, es en esta donde generalmente se presentan los proyectos de ley, por lo que dan las grandes batallas y los políticos ponen a prueba su carisma, su discurso y su capacidad de argumentar. Respecto a lo anterior, lo que se puede apreciar es que el senador no aprendió suficientemente de lo último y le ha faltado la exposición que otorga lo primero.
Ahora bien, ¿es remediable? claro, es política.
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