Este embrollo no hace más que aportar al descrédito de determinadas instituciones entre la ciudadanía (en este caso el Ministerio Público), que ve no sólo cómo se coarta el derecho a la libertad de expresión en sus más diversas formas, en este caso la parodia y el humor, sino que además actúa de una forma para los poderosos y de otra para los simples ciudadanos.
Se enojó Andrónico. El multimillonario, el deportista cuyo clan entrega grandes donaciones a la Teletón, el que mantiene centros de acogida para personas, niños esencialmente, en vulnerabilidad social. El que mantiene áreas de conservación en el sur de Chile. Todas acciones loables y destacables, nada de criticables, por cierto.
Pero el problema hoy es otro.
Al heredero no le agradó que un abogado tallero, ocioso, resentido quizás, pero en ningún caso delincuente, creara la cuenta de twitter @losluksic para parodiar a una de las más poderosas familias del país y el mundo, que con inversiones en cervecerías, las pastas, la banca y en particular la minería, ha dejado el descalabro en precarias comunidades de Chile. Ejemplo claro de ello es Caimanes, poblado al cual minera Los Pelambres (controlada por Antofagasta Minerals, de su propiedad) dejó sin agua producto de la instalación del tranque de relaves El Mauro.
Contradictoriamente a lo que ocurre con @losluksic (cuenta hoy suspendida por la empresa dueña de la red de microblogging), no son tantos los que se escandalizan por lo que ocurre en el norte del país con familias vulnerables, donde cientos de chilenos y chilenas ven cómo sus vidas escurren como agua contaminada para aumentar el índice de desigualdad en Chile. Todo, gracias a la tajada que corresponde a la familia Luksic en el principal sector productivo chileno, la minería, de la cual el estatal cobre de Codelco representa sólo un cuarto de la producción. El resto es privado y esencialmente trasnacional.
Y el segundo sector económico es… el de la electricidad.
Carga, molesta la parodia de un ciudadano cualquiera, que se ríe del poder de diverso pelaje y color, como lo hicieron ayer Cervantes, Molière, Quevedo o Lope de Vega. O más cerca en el tiempo, Wilde, Twain, “Bitter” Bierce, por nombrar algunos de quienes en vida debieron sufrir penurias similares o peores de las que el chistoso profesional hoy enfrenta.
Y qué decir de los actuales The Simpsons.
El formalizado es el abogado Rodrigo Ferrari por parodiar mediante Twitter al grupo económico y político ligado a Andrónico Luksic.
El joven de 34 años creó hace un tiempo la cuenta @losluksic, mediante la cual daba su parecer, en clave de humor teñido de crítica social (nunca ofensivo), sobre el desempeño público del clan, protagonista de la vida social, económica y política nacional. Es más, su avatar eran billetes acumulándose profusamente.
La acusación de la Fiscalía Centro Norte se basa en el delito de “usurpación de identidad”, argumento que atenta contra el sentido común, considerando que al leer el tenor humorístico de los mensajes está claro que no hay intención alguna de hacerse pasar por alguien de la familia, menos aun cuando la cuenta fue inscrita como @losluksic. No hay prueba alguna que los otros dos perfiles cuestionados @andronicoluksic y @luksicandronico sean administrados por el profesional.
Obvio que es prerrogativa del Ministerio Público investigar las denuncias que se le presenten, pero no lo es hacerse cargo de la molestia de una familia en particular que se considera por sobre cualquier ciudadano que pretenda hacer una crítica pública de su actuar, sea en serio o en broma, algo que bastante falta hace en el Chile actual.
El Código de Ética del Colegio de Periodistas (sólo como orientador, ya que no rige en este caso) señala expresamente en su artículo cuarto que “es deber de los periodistas recurrir a todos los medios lícitos a su alcance, a fin de evitar que se dicten o apliquen disposiciones que disminuyan, dificulten o anulen el ejercicio de la libertad de expresión e información. En caso de estar vigentes leyes o reglamentos de ese carácter, deberán trabajar en favor de su derogación”.
Más aún, para la ONG Derechos Digitales se han vulnerado garantías constitucionales como la entrega de datos personales (la dirección IP) a la PDI sin la correspondiente orden judicial. Y también se está atacando el derecho a la libertad de expresión de Ferrari, ya que lo señalado no cae en la categoría de injurias ni calumnias. Algo con lo cual concordamos, porque de ser así… tiemblen los imitadores y preparen la hoguera para la cinta “Stephan versus Kramer”.
Este embrollo no hace más que aportar al descrédito de determinadas instituciones entre la ciudadanía (en este caso el Ministerio Público), que ve no sólo cómo se coarta el derecho a la libertad de expresión en sus más diversas formas, en este caso la parodia y el humor, sino que además actúa de una forma para los poderosos y de otra para los simples ciudadanos.
Lo lamentable es que este hecho se suma a otros atentados a la libertad de expresión y particularmente al libre acceso a la información. Ahí está la decisión del Tribunal Constitucional de mantener en reserva los correos electrónicos emanados de los servicios públicos, lo cual es una estocada al legítimo control ciudadano y periodístico sobre las actuaciones de los poderes del Estado. Ahora, cualquier funcionario podrá incluir en un correo electrónico como adjunto documentación sensible, la cual quedará vedada al escrutinio público, alegando la privacidad del contenido de su email.
Quienes consideran la libertad de expresión como un derecho y el acceso a la información del Estado como una garantía, tienen la oportunidad de hacer saber su opinión y generar un enriquecedor debate que permita acrecentar la libertad y no coartarla por intereses particulares de quienes tendrán mucho poder, pero no la propiedad de lo que se puede o no expresar en el espacio público, menos aun cuando ya son dueños de un importante medio de comunicación como lo es TV-UC.
La libertad no comienza a desaparecer cuando te amenazan con una bayoneta en el pecho. La pierdes cuando tú mismo te pones la pistola en la sien.
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