Es en esta sociedad desconfiada y falta de seguridad en donde la izquierda hace algunos años viene ganando el debate de las ideas, ya nadie puede negar que temas como el acceso a la educación, salud, libertades individuales y reformas políticas entre otros han copado las propuestas de los candidatos marcando a presión su agenda política.
Antes de tratar de dar explicación a un título que desborda en lo irónico deseo citar a Humberto Maturana cuando se refiere que “De la perdida de la confianza también cae la inocencia a la vez que muere el amor, nace la búsqueda del control, ósea la competencia en todo tipo de relaciones interpersonales que acaban con ellas.” A partir de esto se puede deducir en términos generales que la sociedad en que vivimos no es precisamente una sociedad del amor salvo casos muy puntuales, es más bien una constante competencia del aparentar, impulsada por antivalores como lo son el Exitismo o el consumismo que vuelven personas más cerradas a nuestro haber, preocupados de nosotros mismos y la imagen que proyectamos.
Es en esta sociedad desconfiada y falta de seguridad en donde la izquierda hace algunos años viene ganando el debate de las ideas, ya nadie puede negar que temas como el acceso a la educación, salud, libertades individuales y reformas políticas entre otros han copado las propuestas de los candidatos marcando a presión su agenda política.
Entonces cuando volvemos al título de ¿qué es de aquello que nuestros candidatos de izquierda no quieren hablar?
La verdad es que cuesta creer que en el actual debate hayan temas que a la misma izquierda dificulte tratar, quienes por lo general son mucho más críticos al modelo económico predominante en Chile que es en esencia liberal suspiran ideas y propuestas de toda índole casi sin hacer un análisis previo, el diagnostico es claro al igual que la dirección en donde se debe avanzar.
Lo que no está claro es con quiénes se quiere avanzar, es ahí cuando volvemos a la desconfianza y el individualismo, porque un partido político no es la excepción, es más bien un pequeño muestreo de la sociedad con la diferencia de que quien desee hacer política tiene la necesidad de influir, por tanto existe una constante búsqueda del poder.
La búsqueda del poder no siempre es negativa, algunas veces va acompañada de mucha convicción y es aquí en donde candidatos que se comprometen tras el mismo trasfondo se encuentran casi en veredas opuestas.
Son entonces estas las interrogantes tapadas que afectan hoy a la izquierda crítica en Chile, ya que por muchas convicciones que se tengan, para ganarle los candidatos del gremialismo y en especial a la concertación con quien se comparte un universo de electores similar es necesario demostrar donde están hoy la nuevas mayorías no aludiendo solo a un puñado de estas.
La conclusión debiese ser que candidatos como Marco Enríquez, Marcel Claude, Roxana Miranda, Gustavo Ruz y Alfredo Sfeir debiesen avanzar en un gran acuerdo para llevar una única y gran candidatura de izquierda, pero por lo menos yo tengo mis dudas de que esta iniciativa parta desde ellos mismos, por ende este gran desafío solo es posible si hay una fuerte presión desde sus bases de apoyo o entrara un actor externo como podrían ser los ex líderes estudiantiles o movimientos sin candidatos a trabajar de mediador durante este proceso como ha sido la tónica en el resto de países latinoamericanos con gobiernos progresistas.
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