Los ojos del mundo estaban puestos en Chile. Estábamos siendo observados, y con justa razón: se plebiscitaba la aprobación o el rechazo a la propuesta Constitucional elaborada por la Convención luego de un año de trabajo. En un proceso inédito, se escribió una nueva carta magna con convencionales elegidos democráticamente, el que contó con escaños reservados y paridad de género.
La propuesta, una de las más innovadoras y progresistas de la historia mundial reciente, aseguraba un amplio abanico de derechos sociales –educación, salud, trabajo, deporte- que daban respuesta a las demandas que la ciudadanía, en una movilización legítima, plasmó en el estallido social de octubre de 2019. Además, planteaba una nueva dinámica y trato con pueblos originarios, con la naturaleza, con el uso del agua; entre otros. Fortalecía y consolidaba los derechos de las mujeres, minorías y de personas en situación de discapacidad.Debemos recoger los aprendizajes y propuestas del proceso y del texto recién rechazado y trabajar para consolidar un país con mayor justicia social, igualdad, equidad y en donde por fin seamos capaces de reencontrarnos y sanar heridas.
En una votación histórica, la ciudadanía habló claro y fuerte: la propuesta fue rechazada, y fue por una verdadera paliza electoral. Con el 99,99% de las mesas escrutadas, el Rechazo obtuvo el 61,86% de los votos (7.882.958). El Apruebo, por su parte, obtuvo el 38,14% de los sufragios (4.860.093).
¿Por qué fue rechazada una propuesta tan buena?
En la izquierda debemos hacer una profunda autocrítica. La Convención Constitucional tuvo errores comunicacionales, de forma y de fondo. También faltó más diálogo con las minorías políticas de la Convención: se olvidaron que la política es precisamente el arte de llegar a acuerdos en medio de las legítimas diferencias. En una suerte de revanchismo, maximalismo y declaraciones desafortunadas, el organismo fue perdiendo credibilidad ante el electorado y la opinión pública.
Lo anterior se suma a un sector de la derecha política que, descarada e inescrupulosamente, difundió noticias falsas y mentiras respecto al contenido de la propuesta. Los ejemplos son muchos: “les van a quitar las casas”, “todos irán al sistema público de salud”, “no podrán elegir la educación de sus hijos”, “les van a expropiar los fondos de pensiones”… y un largo etcétera. Mentiras que desafían incluso el sentido común pero que fueron aceptadas por parte del electorado para decidir su posición de cara a la votación. La desinformación y las mentiras marcaron la tónica de gran parte del proceso.
Sin embargo, acá nada ha terminado. En una cadena nacional tremendamente esperanzadora, el Presidente Boric anunció el establecimiento de un itinerario para la continuación del proceso constituyente. Acá hay dos elementos claves: el compromiso de la centroderecha para continuar con el debate y el proyecto de Rincón y Walker para bajar los quórums de reformas constitucionales a 4/7. Con ambas cartas sobre la mesa, el proceso está en condiciones para continuar.
¿La duda? No sabemos si habrá elección de nuevos convencionales o se reformará la actual Constitución a través de los 4/7. En el primer caso, me parece imprescindible que debe existir asesoramiento de un panel de expertos (abogados, economistas, cientistas políticos, médicos; entre otros) para crear un texto que 1) sea el gran marco de unidad para nuestro país y 2) sea responsable en términos económicos. Ligado a lo anterior, según los expertos, la propuesta rechazada habría tenido un costo de implementación cercano a los 14 puntos del PIB: cifra no menor considerando la creciente inflación y el bajo crecimiento proyectado.
En el segundo escenario, todas las fuerzas políticas involucradas deberán unirse en un gran acuerdo nacional para impulsar las transformaciones que el país necesita (algo así como el Acuerdo por la Paz Social y la nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019).
Señal que, a propósito, dio un primer esbozo de cumplimiento: el martes 06 de septiembre, se concretó la reunión en La Moneda entre el Presidente Boric y los partidos políticos con representación en el Congreso (a excepción del Partido Republicano). El camino, hasta el momento, se trazará a través del Congreso Nacional.
Además, debemos recoger los aprendizajes y propuestas del proceso y del texto recién rechazado y trabajar para consolidar un país con mayor justicia social, igualdad, equidad y en donde por fin seamos capaces de reencontrarnos y sanar heridas.
El país necesita una nueva y buena Constitución. El texto de 1980, reformado en 2005 y en un sinfín de ocasiones, está obsoleto y agonizante.
¿Todo terminó? Para nada. Sea cual sea el escenario, esto recién comienza.
El debate constitucional está más vivo que nunca.
Comentarios
09 de septiembre
Ustedes y solo ustedes «son los llamados a interpretar las necesidades del pueblo…y cuando ese pueblo les dice contundentemente que no quiere eso que ustedes les presentan como la panacea, surge la verdadera naturaleza de los progres en todo su esplendor… Son fascistas… Si no se está de acuerdo con ustedes entonces viene la funa, la cancelación, el menosprecio, una arrogancia que les impide siquiera concebir la idea de estar equivocados… Son incapaces de asumir que las decisiones e ideas de los otros son igual de legítimas que las suyas…… Y la democracia, que para ustedes no es sino un instrumento más, pasa a ser un problema, y buscan otras formas de imponer su salvación a ese pueblo que ningunean, pues son los nuevos despotistas supuestamente ilustrados, pero ahora en versión milenial…» …..Estas HERMOSAS palabras Roberto Muñoz, no son de mi autoría, sino del señor que escribió la columna al lado de la tuya (razón por la cual usé las comillas). Yo hubiese sido bastante más duro y gustosamente ordinario contigo y con toda la tropa de progres que aún no entiende matemática básica, pero como ya he celebrado bastante y tengo que trabajar, te sugiero que la corten ya con eso de las fakes news (o «feis nius» como decía la «doctora» Loncón). Es patético que tengan secuestrado al Colegio de Periodistas y sin embargo hablen de noticias falsas. Piensen antes de abrir la boca.
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09 de septiembre
Estimado, me parece que no leyó detenidamente la columna. Hago una fuerte crítica a la Convención y a su funcionamiento.
Por otra parte, acá nadie ha cuestionado la legitimidad del proceso ni los resultados. Nosotros, los demócratas, no cuestionamos la institucionalidad democrática.
Con ese nivel de soberbia y arrogancia, no hay posibilidad de debate.
Abrazos
09 de septiembre
Voy a suponer que has estado llorando como niñita sin barbie todos estos días y no has visto noticias, ni redes sociales. Date una vuelta por ellas y mira expresiones como éstas: «indios de mierda que votaron por el patrón que los esclaviza» o «fachos pobres mugrientos que no tienen agua ni para lavarse las manos, no cuenten conmigo para nada nunca más «…e incluso «..compren flores que no han subido, levántense más temprano y hagan un bingo si tienen problemas…». Si no sabes quién las escribió te diré que todas ellas corresponden a cuentas de twitter de fervientes partidarios del Apruebo, así que bájate del pony, los únicos arrogantes son ustedes, que aún no aprenden matemática básica; ustedes no son seres de luz , son pobres déspotas que no merecen el adjetivo de «ilustrados» porque leer un paper en pdf o utilizar palabras que escucharon en clases de sociología no los vuelve académicos.
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