La Presidenta Michelle Bachelet hace unos días atrás informó por cadena nacional sobre el inicio del proceso constituyente para comenzar a construir una nueva Constitución Política para la República, la cual busca legitimar nuestra norma nacional más importante. Como todos ustedes saben, la Constitución del ´80 desde hace ya unos 10 años ha comenzado a perder legitimidad por el hecho de haber sido redactada en el Gobierno Militar, la cual se ha mantenido en vigencia con muchas modificaciones posteriores al término de la dictadura, pero estas no son de fondo, lo que la convierte en el último eslabón de la herencia del Gobierno Militar en Chile que queda en pie.
Estos días he prestado principal atención a escuchar a los ciudadanos en las calles de Santiago, donde han tocado el tema con una seriedad profunda, sin politización al respecto, manteniéndose neutrales y entregando sus puntos de parecer con el debido respeto y me llamó la atención la conversación de un hombre que decía ser ex miembro de la UP, quien escapó para el Golpe cruzando la frontera de Chile con Argentina argumentando su punto de vista en contraste de otro hombre mayor (ambos estarían por los 64 – 68 años), en el cual el segundo siempre se reconoció como un agradecido del Gobierno Militar; escuchen bien “un agradecido del Gobierno Militar”.
Ambos hombres debatían con respeto sobre su propia experiencia en caminos distintos, pero ambos concordaron en una cosa: que la patria es una y que al finalizar el día cuando todos vamos a la cama los de izquierda y los de derecha somos los hijos de la patria, los hijos de la república. Yo la verdad estaba sorprendido ya que por lo general uno no escucha este tipo de conversaciones, sino que más bien escucha descalificaciones.
Lo que quería compartir de esta grata experiencia que viví solo por accidente, fue que ambos caballeros diagnosticaron que hoy, en Chile, hay una profunda desigualdad. Esto no es nuevo, sino que tiene su origen con el boom del salitre donde al chileno se le fragmentó entre el chileno obrero y el chileno de la oligarquía. También hablaban de una sociedad más justa donde se defendiera la vida de las personas por sobre la vida de los delincuentes “en relación a las altas estadísticas de aceptación nacional por la pena de muerte” y también hablaron de la educación donde consideraron oportuno una educación laica, con valores sociales y que entregara herramientas para poder competir en el desarrollo profesional.
Es fundamental que todos los chilenos compatriotas participemos en la construcción de una nueva Carta Fundamental, una más humana, una más alegre y, por sobre todo, una que nos represente tanto a las mayorías como a las minorías.
Me emocioné al escuchar a estos hombres pensando que podrían ser mis abuelos y que ambos con el golpe vivieron situaciones absolutamente distintas, pero que hoy en día están conversando. Esto me hizo reflexionar sobre el nivel de democracia que hemos alcanzado y la verdad me emociono. Recojo esta reflexión porque creo que es fundamental que todos los chilenos compatriotas, participemos en la construcción de una nueva Carta Fundamental, una más humana, una más alegre y, por sobre todo, una que nos represente tanto a las mayorías como a las minorías. ¿Cuál es el Chile que queremos? Y ¿Cuál es el Chile que soñamos?
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peon
Desde esa Cámara los ciudadanos podrían emerger como políticos y el país podría disponer de gente preparada y bien intencionada, remunerada de una forma decente y no de forma que parezca escandalosa.
Desde sus debates, podrían emerger grandes y provechosas ideas que sirvan al bien del país y de todo el colectivo nacional.
El camino que ha abierto la Presidencia ciertamente debe ser uno por el que transitemos, participando, de manera que podamos expresar
tal vez aquello que a nadie más se le haya ocurrido y que nos facilite el desarrollo de nuevos o mejores sistemas.
Uno de ellos debe ser la forma en que gasta el Estado construyendo desarrollo con obras públicas,
de manera que lo haga privilegiando el desarrollo comunal de las comunas con menos desarrollo
donde deben crearse oportunidades educativas, laborales y de aspecto técnico y asociativo para construir nuevas empresas locales que fortalezcan a la comunidad y eviten su migración al Área Metropolitana y así numerosos y cuantiosos costos para el Estado
en pavimentación, electrificación, alcantarillado, agua potable, policía, escuelas, hospitales, locomoción, pasos sobre o bajo nivel, aumento de vías, más líneas de metro tren, etcétera…
Para todo lo que represente una duda respecto de lo que digo, pida el manual de estas operaciones, por este mismo medio y a la hora que quiera…
Arturo
¿Basta que escribamos, como carta al viejito pascuero, lo que queremos, y magicamente se va a cumplir?… Es una falacia creer que hacer una bonita constitución va a hacer que «todo fluya» , que seamos amigos todos, que la felicidad solo haya que tomarla….la realidad de la vida no se puede encasillar, las constituciones son un marco básico de entendimiento, pero no una garantía de nada. Solo la voluntad de las personas, algo que no va en la Constitución, puede lograr ambientes positivos.
Van a sacar la Constitución, ya…con eso esperamos que dejen de hablar de Pinochet, y echarle la culpa de todas las problemáticas humanas. Pero se les acabará el argumento y el enemigo…¿que harán?
Servallas
Tengo la sensación que para muchos una Constitución es algo así como una lámpara mágica, pero después de unos diez años de frotarla y ver que no pasa nada, que somos los mismos de siempre, pobres, desiguales y en conflicto, entonces ¿qué pasará?, ¿entraremos en pánico o inventaremos otro distractor?.
El Burrito
Lo de los ancianos me identifica bastante ya que mi abuela x parte materna era militante comunista y mi abuelo paterno militar , creo que eso me permitio crecer sin un condicionamiento politico como suele pasar en la mayoria de las familias y me ha permitido darme cuenta de muchas cosas a lo largo de mi vida
En lo personal siento que aunque cambiasemos la constitucion actual e hiciesemos una constitucion 100% justa e inclusiva que permitiese a cada ciudadano surgir en todo su esplendor y a la vez propiciase la inversion de capitales extranjeros en la potenciada industria nacional y que tanto nuestra mano de obra como nuestros productos tuviesen un altisimo valor agregado, y aunque dicha constitucion presentase un modelo perfectamente autosustentable y a la vez de bienestar social generalizado…
aun si tuviesemos la constitucion perfecta a prueba de errores, seguiremos siendo los mismos chilenos, el flaite que delinque y mata por un celular seguira creyendo que lo que hace no es malo, las minas de 14 años en las poblaciones se seguiran embarazando y desertando de sus estudios, los padres violentos seguiran maltratando a sus hijos y los que gustan de sacar la vuelta en la pega lo seguiran haciendo, el chileno promedio seguira prefiriendo comprarse una tele gigante antes que 1 pequeña y varios libros y el jefe seguira castigando a sus empleados que llegan 5 min tarde aunque vivan a 2 hrs
aun si cambiamos los papeles mientras la mentalidad no cambie todo seguira igual
peon
Sueño, más que con un país así o asá, con cosas que se hagan en el país y otras que se dejen de hacer.
Quiero un Banco de dinero de todos los chilenos, financiado con el 10% del Presupuesto Nacional, de forma que pueda prestar dinero a la gente a menores intereses y la banca tradicional y los prestamistas dejen de fabricar pobreza con los usureros intereses que cobran.
Se entiende, ¿verdad?. De esta manera se crearía un enorme paradigma nacional. Que con dinero de todos los chilenos se pueden financiar empresas, adquirir empresas completas o ser accionista de algunas.
Los chilenos podríamos tener AFP propia, propiedad de la gente, si se orientan las acciones y los recursos que he señalado para preparar un mejor escenario para quienes jubilan.
De esta forma además, quizá sea factible algún día que todos los chilenos tengan un pequeño sueldo que los ayude a alcanzar aquellas metas económicas que se fijen.
Es decir, sabemos que necesitamos un cambio de tipo económico y esta es una vía para alcanzarlo.
La idea es simple y sólida por si misma y debe encajarse en los demás sistemas como sea preciso, oportuno y eficiente hacerlo, tarea de todos, si lo blogueamos buscando qué hacer y cómo; si lo discutimos en un lugar institucional para hacerlo, de forma que nuestra opinión tenga un tratamiento que sea conducente a acciones o recomendaciones.
Se nos queda, aparte, lo político, que debe nacer con una Cámara Ciudadana Digital.