#Política

El butamalón de los estudiantes y la guerra de la Araucanía

0 |
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

En estos días los estudiantes han puesto en jaque al Gobierno y conmovido a la sociedad. Hace más de cuatro siglos los mapuches pusieron arrinconaron a los ejércitos de España, el imperio más poderoso del planeta, y recuperaron los territorios de la Frontera. Sólo fueron desalojados dos siglos y medio más tarde por los cañones del ejército de la República. ¿Qué fuerza hermana a los estudiantes de hoy y los mapuches de antaño?

Ante todo, la seguridad de la justicia de su causa y la decisión de hacer todos los sacrificios necesarios para conseguir la victoria. Los mapuches preferían morir luchando a ser esclavizados; los estudiantes han preferido poner en peligro un año de estudios, afrontar la furia de Carabineros y arriesgar la salud en huelga de hambre, antes que seguir inmersos en un sistema educacional discriminatorio y retrógrado.

El imperio azteca se derrumbó en México cuando Hernán Cortés apresó al emperador Moctezuma y quemó en la hoguera a Cuauthémoc, su sucesor; el imperio inca del Perú se vino abajo el día en que Francisco Pizarro hizo asesinar a Atahualpa. Esas tiranías indígenas teocráticas tenían pies de barro, mientras que en Chile la muerte de Lautaro, el martirio de Galvarino, Caupolicán y otros toquis y loncos no acabaron con la resistencia. ¿Por qué?

Porque los mapuches vivían en comunidades dispersas y pacíficas en una galaxia comparable a la de los estudiantes de hoy, repartidos en colegios, escuelas, sedes, universidades. Cuando los incas pasaron al sur del Maule y el día en que los españoles pisaron sus territorios, los mapuches se alzaron como una ola incontenible. Dos gobernadores y 30.000 soldados españoles perdieron la vida en esa guerra, más que en la conquista de todo el resto de América… ¡Del lado mapuche murieron 200 mil!

Los conquistadores creían que los “indios aucas” los recibirían agradecidos, así como la dictadura y los gobiernos de la Concertación que siguieron creían que los colegios y universidades estaban bajo control para siempre. “Hemos ampliado la educación y otorgado préstamos y becas, ¿qué más quieren?” La Concertación no entendió que el estallido de los pingüinos era el anticipo de la tormenta de ahora. Del mismo modo que los estudiantes, los mapuches eran flexibles. Después de una derrota, los sobrevivientes se replegaban al fondo de los bosques y las madres preparaban a una nueva generación de conas para que fueran más certeros en el próximo alzamiento. Los estudiantes de hoy han sacado enseñanzas del movimiento de los pingüinos y saben que la solución no puede provenir de un mero plan del gobierno o de leyes aprobadas a sus espaldas.

Sin reyes ni tiranos, ante el peligro los loncos mapuches ventilaban sus opiniones en un parlamento que duraba varios días. Ercilla, el español que los admiraba, escribe en su poema La Araucana: “En el valle de Ongolmo congregados / los dieciséis caciques araucanos / y algunos capitanes señalados / de los interesados comarcanos, / todos en general deliberados / de venir con nosotros a las manos; / sobre el lugar, el tiempo y aparejo, / entraron los caciques en consejo.”

Los impacientes como Tucapel querían cruzar el océano para aniquilar a España misma, mientras el anciano Colocolo moderaba los ánimos. Definida la estrategia, los loncos elegían al líder física y mentalmente fuerte que los dirigiría en la guerra. Rubén Darío exaltó la singular democracia mapuche al describir la prueba del tronco en su poema Caupolicán: “Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día, / le vio la tarde pálida, le vio la noche fría, / y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán. // ‘¡El Toqui, el Toqui!’, clama la conmovida casta. / Anduvo, anduvo, anduvo. La Aurora dijo: ‘Basta’, / e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.”

Acabado el debate, las tropas de todos los mapus quedaban bajo el mando del generalísimo. Así Lautaro derrotó y dio muerte al conquistador Pedro de Valdivia y, medio siglo más tarde, Pelantaro arrinconó al gobernador Martín García Óñez de Loyola, lo venció y le dio muerte en la batalla de Curalaba, en 1598. El butamalón victorioso dirigido por Pelantaro destruyó las “siete ciudades de arriba” fundadas por los españoles en la Araucanía y liberó una amplia zona que permaneció independiente hasta la invasión republicana de los años 60 del siglo XIX. El autor de estas líneas ha descrito así la junta de la victoria convocada por Pelantaro: “Los veo por fin: los tres mil caciques están aquí sentados en el suelo del enorme anfiteatro. En la luminosidad reseca de esta mañana, su butacoyag es la abigarrada dieta general del reino. De pie entre las dos puntas de la asamblea en forma de herradura, los cuatro toquis de la tetrarquía lucen su altivez.”

Al estilo mapuche, el butamalón de los estudiantes universitarios y secundarios se ha gestado en elecciones y asambleas realizadas en los distintos establecimientos. Como nuestros ancestros indígenas, los dirigentes estudiantiles dan pruebas de decisión y flexibilidad, apoyados por la mayoría de los chilenos.

Durante la guerra de la Araucanía, los sacerdotes y poetas españoles criticaban la crueldad del ejército conquistador. Sobre el suplicio de Caupolicán, Ercilla escribió: “… que si yo a la sazón allí estuviera / la cruda ejecución se suspendiera”. El jesuita Luis de Valdivia propiciaba la guerra defensiva, mientras los frailes dominicos negaban la extremaunción a los soldados españoles que caían en esa guerra injusta. El padre Juan Barba, magnífico personaje de nuestra historia, dio el paso más osado y se sumó con la cruz y la espada al butamalón de Pelantaro.

Los mapuches eran pragmáticos y entre dos combates negociaban con las autoridades españolas, torpes y debilitadas como el actual gobierno de Chile, a las que arrancaron 28 tratados que reconocían sus derechos. Hoy, las huestes estudiantiles desplegadas están resueltas a conquistar una victoria que no consista en parches y paños tibios, sino en una real transformación de la educación chilena. Guiada por el interés público y no por el lucro, esa educación ha de ser la que el país necesita: moderna, de alta calidad, no discriminatoria, abierta a todos.

Como los toquis del pasado, los líderes estudiantiles gozan de autoridad y prestigio. Entre ellos sobresale una mujer, heredera de Yanequeo, la que se puso a la cabeza de las falanges mapuches con estas palabras citadas por el jesuita Diego de Rosales: “Yo seré la primera en los peligros y la última que de ellos me retire”.

* Por Eduardo Labarca, autor de la novela histórica Butamalón.

————

Foto: Gonzalo ZapataLicencia CC

TAGS:

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Quedan 1500 carácteres.

#NuevaConstitución

VER TODO
Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repeti ...
+VER MÁS
#Política

De vuelta a la rotonda política

Para la ciudadanía la rotonda sin salidas es como vivir el castigo de Sísifo, destinados a llevar una pesada roca política a la cima de la montaña, solo para verla rodar montaña abajo y volver a repetir el ciclo interminable de esfuerzo y fracaso

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado
+VER MÁS
#Política

El mito del cierre definitivo del proceso constituyente/constitucional

Que existe agotamiento en múltiples sectores, difícil es de negar. Y eso incide en la viabilidad política actual. Pero eso no significa que el dilema constitucional esté cerrado

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo
+VER MÁS
#Política

¿Nos jodimos todos?

A pesar de los obstáculos y desgastes, el compromiso adquirido para modificar la Constitución debe ser respetado y llevado a cabo para reconectar con las expectativas y necesidades del pueblo

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no ...
+VER MÁS
#Política

Las lecciones del plebiscito

El pueblo de Chile, está hastiado de la reyerta de baja monta, no quiere ver más discusiones bizantinas, alejadas de sus problemas cotidianos. Los chilenos y chilenas favorecen los acuerdos, pero esos no se han visto por ningún lado

Nuevos

Es el momento de actuar. No podemos llegar tarde a esta urgencia que, en los últimos meses, ha quedado en evidencia. Y somos todos, cada uno de los actores políticos, sociales, académicos y gubernamental ...
+VER MÁS
#Política

¿Quién le pone el cascabel al gato?

En Chile, existe hoy día 21 partidos con representación parlamentaria, a lo que hay que sumar un gran número de independientes. La dispersión y fraccionamiento de las fuerzas políticas, atentan contra ...
+VER MÁS
#Política

Ganarle a la dispersión

La tónica ha sido, desde que tengo uso de razón, al menos en Chile, que quien conquista el centro, gana las elecciones. El centro político es la vedette a quien cortejar, querer, mimar. Y no pocas veces ...
+VER MÁS
#Política

Políticos mirándose el ombligo

Existen en Chile experiencias concretas respecto a la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de empresas de las que se puede aprender y ampliar
+VER MÁS
#Política

Cóbrenos la palabra

Popular

Según la Encuesta de Bienestar Social (2021), en Chile las personas dedican más de un tercio de su tiempo diario a labores de cuidado, y un 85% de aquellos que pasan más de 8 horas al día en esta labor ...
+VER MÁS
#Sociedad

Avances y retos en el cuidado familiar en Chile

Los empresarios, por la gran responsabilidad que cae sobre sus hombros, no tienen que ambicionar ser los mejores y más ricos del planeta, sino que ser los mejores “para” el planeta, colocando a las per ...
+VER MÁS
#Sociedad

Razas y subhumanos una creencia para justificar atrocidades

Existen en Chile experiencias concretas respecto a la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de empresas de las que se puede aprender y ampliar
+VER MÁS
#Política

Cóbrenos la palabra

Debemos cuidar lo más preciado que tiene el ser humano, sus palabras, cualquiera esta sea, en el amor, en política, en economía, en educación, todo gira en torno a ellas, algo único y propio, solo de l ...
+VER MÁS
#Ciudadanía

La palabra humana salvación de la humanidad