Estamos viviendo un período muy promisorio para nuestro país, y por supuesto, para nuestra región, las reformas descentralizadoras como la elección directa de los intendentes, la creación de servicios públicos regionales en materia de fomento, infraestructura y desarrollo social. El traspaso de atribuciones en materia presupuestaria a las regiones, son facetas de un nuevo Chile, aquel soñado por los magallánicos y magallánicas donde las decisiones importantes para el territorio, se tomen en el territorio.
El término del año 2014 y el consiguiente fin del año legislativo, nos ha traído muy buenas noticias a todos y a todas. Es que el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet no sólo ha cumplido sus compromisos programáticos, ni más ni menos que el programa de gobierno que la Nueva Mayoría ofreció al país. También lo ha hecho con celeridad, con diligencia, y remarcando en todo momento que en el gobierno de la Nueva Mayoría, estamos luchando contra la desigualdad en todas sus expresiones. De ahí la importancia de la aprobación de la reforma tributaria, del proyecto que pone fin al lucro, al copago y a la selección, y el Acuerdo de Unión Civil.
Pero la dimensión política propiamente tal, también ha estado en el centro de las preocupaciones del gobierno, y es así, como se aprobó el proyecto que puso fin al sistema binominal, una de las herencias de la dictadura, que más defendió la derecha durante los primeros 25 años de la vuelta a la democracia.
Contradiciendo a los profetas del cosismo, aquellos que desde una derecha ultraconservadora y profundamente neoliberal en lo económico, nos machacaban permanentemente que el pueblo no se interesaba “por las cosas políticas”. Cuando nos enteramos del denominado “Caso Penta”, algo cambió en Chile, a las cosas se le empiezan a llamar por su nombre. Y la ciudadanía rechaza en todos los segmentos, los financiamientos de campaña truchos, cuando no fraudulentos. Donde sus protagonistas son los mismos que alegaban contra la reforma tributaria, la reforma al sistema de isapres, contra la reforma al código del trabajo. Un grupo de personas, que por su fortuna, pertenecen al 0,1 % más rico de Chile, aquellos referidos en aquel famoso rayado “Chile, hermoso país de Sudamérica, atendido pos sus propios dueños”.
La Presidenta Bachelet tenía y sigue teniendo razón: Chile cambió. Y seguirá cambiando. Vamos a llevar a cabo este año 2015 la agenda laboral, que incluye un paquete de modificaciones al código del trabajo, con normas tan demandadas como el fin al reemplazo en huelga y la titularidad sindical. Se va desarrollar en régimen el programa de capacitación + Capaz, lejos la iniciativa más potente que en esta área se haya llevado a efecto desde la fundación del SENCE.
Estamos viviendo un período muy promisorio para nuestro país, y por supuesto, para nuestra región, las reformas descentralizadoras como la elección directa de los intendentes, la creación de servicios públicos regionales en materia de fomento, infraestructura y desarrollo social. El traspaso de atribuciones en materia presupuestaria a las regiones, son facetas de un nuevo Chile, aquel soñado por los magallánicos y magallánicas donde las decisiones importantes para el territorio, se tomen en el territorio.
Estamos contentos de haber trabajado junto a miles de personas por todo la región por el triunfo de la Presidenta Bachelet, y muy orgullosos de estar cumpliendo con la ciudadanía y con Chile.
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