¿No es acaso contrario al bien común y al ideal de tolerancia y pluralidad, dejar como precedente que en ciertos casos, algunos merecen golpizas y humillaciones por su credo o ideología por parte de otros? ¿No es eso fascista?
El respeto y reconocimiento de la dignidad humana es la base para promover los derechos humanos. No obstante, algunos –incluso algunos de sus eventuales promotores- parecen defender tal dignidad sólo en algunos casos.
El video de una golpiza a una adherente al dictador Pinochet luego del acto realizado en el teatro Caupolicán, la cual es escupida, pateada en el piso e insultada por un grupo de personas, en su mayoría mujeres, abrió nuevamente el debate en torno a los Derechos Humanos y la dignidad humana.
Lo paradójico es que muchos justificaron o “explicaron” el acto de coacción, aludiendo al contexto en que se realizó el escarnio a la mujer; o a la impunidad en que permanecen los crímenes contra los derechos humanos cometidos durante la dictadura, lo que provocaría frustración y rabia entre familiares de las víctimas.
Otros, para eludir el claro problema discursivo que genera la clara incongruencia de algunos que, más allá de ejercer el derecho de manifestarse contra el homenaje, golpean y humillan a la mujer en nombre de la dignidad humana, aludieron que la agresión no podría enmarcarse en una discusión sobre derechos humanos, pues éstos competen a relaciones entre el Estado, sus agentes, y los ciudadanos. Por tanto, el único violador de tales derechos sería el Estado.
Bajo ese argumento no habría incoherencia alguna en aquellos que manifestándose contra el homenaje a un violador de Derechos Humanos, golpean y humillan a una de sus adherentes. Sólo sería un delito, al que sería errado considerar como una violación de los DD HH. A lo más, podría hablarse de un atentado a los derechos fundamentales (lo irónico es que en otras ocasiones se aluda a los Derechos Humanos para defender al acceso a ciertos bienes o servicios).
Desde el punto de vista jurídico, el argumento es impecable. Pero desde el punto de vista ético es deplorable. La promoción de los derechos humanos, cuyo fundamento es el respeto de la dignidad humana, se reduce a una cuestión contextual y utilitaria. Como decía Orwell: habría algunos animales más iguales que otros.
No obstante, en el lamentable crimen de Daniel Zamudio, la posición fue distinta. Constantemente se apeló a los derechos humanos, se catalogó como un crimen de odio la brutal golpiza realizada por supuestos nazis, aludiendo que era responsabilidad del Estado y las autoridades gubernamentales evitar crímenes de ese tipo. En el caso de Daniel Zamudio, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo repudió el hecho, aludiendo a la violación a los derechos humanos en su caso.
Entonces, y guardando las debidas proporciones ¿cuál sería la diferencia de una golpiza y otra? ¿El hecho de morir en una de ellas? ¿Acaso el hecho de homenajear a un dictador (que puede ser considerado un acto errado y cuestionable) justifica recibir una golpiza? ¿Y si la mujer hubiera muerto por la golpiza?
Algunos dirán-como varios lo han hecho- que la mujer estaba apoyando el homenaje a un dictador que violó derechos humanos; o que en parte es culpable al hacer apología de una dictadura; que sabía a lo que iba; y que por tanto, la golpiza se explica (aunque no se justifica) pues ella estaba profesando el odio y yendo contra “el bien común”.
La pregunta es ¿el odio y la violencia se derrotan con más actos de odio y violencia? ¿Sería legítimo entonces que otros golpeen y humillen a quienes homenajean a otros dictadores como Stalin o Kim Jong-il; o que hacen apología de dictaduras, por ejemplo? ¿Sería legítimo que un grupo golpee y humille a una persona por considerar que sus creencias o actos -que podemos considerar erradas o de las que discrepamos- van contra el bien común?
¿No es acaso contrario al bien común y al ideal de tolerancia y pluralidad, dejar como precedente que en ciertos casos, algunos merecen golpizas y humillaciones por su credo o ideología por parte de otros? ¿No es eso fascista?
Comentarios
05 de febrero
Concuerdo plenamente contigo, nada justifica la violencia desde ningún espectro político.
Sin embargo, el otro día leyendo algunas noticias en internet me encontré con un video de un delincuente que fue detenido por algunas personas, maniatado y golpeado por ellos. Creo que este tipo de violencia que no es desde el Estado sino desde los propios ciudadanos también se puede aunar a ello: personas que hallan como «corrección» (no es justicia) a la violencia contra otra persona que cometió un delito o sigue una ideología política centrada en la violencia. En ninguno de los dos casos de justifica.
Cuando las personas toman la así llamada «justicia» en sus propias manos, o es un agente del Estado quien la propina, se soslaya el estado de derecho y las mínimas garantías sociales que nos permiten tener el resguardo contra otras personas o contra el mismo Estado.
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05 de febrero
Cuando desde sus hogares se les enseña la venganza el odio desde la mas tierna infancia continuaremos viendo estas escenas la culpa es de los padres no les enseñaron amar ni ser amados menos respetar ni ser respetados quienes deben investigar encausar a los agresores no cumplen su trabajo ademas si esto fuera al revés seria distinto los defensores de los DD HH estarían protestando marchando vociferando en las calles exigiendo JUSTICIA la cual esta señora no la tendrá no olvidemos la verdad la democracia solo es de un lado no somos iguales ante la ley
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05 de febrero
Agregaría una cosa más:
Quienes van a homenajear a Pinochet, no están homenajeando la violación de derechos humanos ocurrida durante el régimen militar, como parecen pensar algunos (Aunque sí hay entre ellos quienes la justifican, otros que la niegan y algunos que la desaprueban, pero la toman como un daño colateral inevitable dado el contexto histórico).
Quienes homenajean a Pinochet, lo hacen para reconecerle lo bueno que tuvo su gobierno -que tuvo avances importantes en muchas materias, como crecimiento económico, infraestructura, institucionalidad, obras públicas- y que el discurso anti-pinochetista se ha encargado de sepultar. Escuchando el discurso de izquierda, pareciera que el exitoso y estable Chile en que vivimos hoy, hubiese aparecido del aire el año 1990.
Lo más triste del asunto, es que queda la sensación que sólo se puede estar contra o a favor de uno u otro gobierno. O Allende es un héroe y Pinochet un monstruo, o al revés. Parece que reconocer que cada gobierno cometió graves errores, pero también tuvo importantes logros, es algo que nos está vedado como sociedad.
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06 de febrero
Usted que es muy bueno para ver la paja en el ojo ajeno, me podría explicar porque ocurrieron hechos tan horrorosos en Kampuchea ?
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06 de febrero
¿Se refiere a las víctimas de Pol Pot o a las víctimas de los bombardeos estadounidenses? Cualquiera sea el caso, esos actos son criminales…
06 de febrero
Felicitaciones por tan lúcida y corajuda columna.
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06 de febrero
Es genial ver como los apasionados de izquierda y de derecha caen en inconsecuencias en diversas temáticas, tal y como ocurrió acá. Risa me dió cuando Chadwick celebró y justificó el último paro de los camioneros, encontrando mágicamente que ciertos reclamos si justifican manifestaciones perjudiciales para el resto de la población (inconsecuencia respecto a tema estudiantil). A su vez me dio más risa ver a personeros de la concertación criticando inconsecuencia de Chadwick, exigiendo que lo que debía hacer era actuar con todo el rigor de la ley contra camioneros. Desopilante, critican inconsecuencia, siendo inconsecuentes al pedir que se restringiera el derecho que tanto defienden en otros casos respecto de la manifestación del pueblo. Critican inconsecuencia siendo inconsecuencias jajaja, entonces todo calza, nuestro pueblo tiene los políticos que nos merecemos.
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07 de febrero
Estimado
Este tipo de actos muestra que los DDHH han sido una falacia a lo largo del tiempo. La gente si está de acuerdo con quitarle sus «derechos» a quien le parece repudiable.
No existe un valor tan relativo como el valor de la vida, curiosamente.
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08 de febrero
El escandalo que ha provocado este video (y hay otro con unos vejetes escapando de una horda de enajenados) no puede ilustrar la discusión acerca de los atropellos a los derechos humanos. No, porque lo que vemos aquí es un acto ajeno a lo que deseamos del comportamiento de las personas en nuestra sociedad; pero, sucede y las razones y justificaciones no pueden pasar por hablar de DDHH. No, no sirve para equilibrar un discurso acerca de que tantos derechos han atropellado o defendido unos u otros.
Se banaliza, se hace triste.
Lo del vídeo, es un acto delictivo, borde, aunque habla del odio que aun nos recorre. Y sobre eso si, podríamos comenzar a discutir.
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10 de febrero
al parecer usted no quiere entender el significado de la causa y el efecto, para usted es la misma cosa.
para que haya respeto los derechos humanos usted debe comenzar por respetarlos.
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12 de febrero
Gracias Luis C por darme la razón. Para que haya respeto a los derechos humanos hay respetarlos…¿Se justifica la golpiza?
11 de febrero
Es el accionar de todo ese grupo pseudoizquierdista que, cuando los toca a ellos, desgarran sus vestiduras, insultan de palabra y hecho,recurren a los medios, se suben a lo alto de los edificios para protestar e increpar (edificios construidos por sus enemigos económicos y de los que suelen disfrutar a concho), se victimizan cuando pueden con pretensiones de cobrar algún estipendio al Estado de Chile a título de «reparación», interrumpen la vida normal cuando les viene la gana y, como nadie les para el carro, siguen adelante, insolentes, desafiantes y, por eso, es que cuando encuentran a una señora Pinochetista (que no por serlo ha perdido sus derechos de ciudadana) caminando sola de vuelta de un acto público (les guste éste o no) la atacan a mansalva sin ninguna consideración para luego continuar su camino en busca de nuevas víctimas. Es o no esto un brutal acto de discriminación brutal?…me pregunto yo…
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