Como Juventud Amplitud creemos necesario recoger nuestra historia, reflexionar, aprender y trabajar en una agenda de Derechos Humanos moderna, recordando el ayer, viviendo el presente y pensando en el futuro.
Hace un par de días se conmemoraron los 41 años del golpe de Estado en nuestro país, un día donde afloran diversos sentimientos, tales como dolor, frustración, nostalgia, añoranza, odio, rabia, intolerancia, violencia y mucha tristeza.
En este contexto,como Juventud Amplitud asistimos de manera respetuosa y con un sentimiento profundo de reflexión a entregar una flor por todos aquellos que vieron vulnerados sus derechos en dictadura.
Somos una nueva generación y no podemos cambiar o reescribir esa parte de nuestra historia, cada cual tiene su visión de lo ocurrido a partir del 11 de septiembre de 1973, pero sí existe algo que podemos hacer y de lo que nadie debe tener dudas al respecto: la violación a los derechos humanos, la tortura, la violencia, los asesinatos y los excesos ejercidos en la dictadura merecen la más dura condena, nada justifica el uso de la violencia política por parte del Estado como ocurrió. Esta situación aún mantiene una herida abierta en nuestra sociedad, no sólo porque algunos lo utilizan con fines políticos y para obtener así algún rédito, sino que porque aún no existe verdad ni justicia para cientos de familias que perdieron a sus seres queridos simplemente por pensar distinto, así como también por el dolor de aquellas familias de subordinados de la dictadura, que cayeron desempeñando las viles tareas de la DINA.
Ahora bien, ¿cuál es nuestro aporte a la defensa de los derechos humanos en Chile? Como Juventud Amplitud creemos necesario recoger nuestra historia, reflexionar, aprender y trabajar en una agenda de Derechos Humanos moderna, recordando el ayer, viviendo el presente y pensando en el futuro.
Las vulneraciones a los derechos fundamentales de las personas no son un asunto del pasado, hoy en día seguimos siendo testigos de vejaciones frente a las cuales no podemos mantenernos como simples espectadores: la violencia en nuestras cárceles, las deplorables condiciones de los reos y su escasa reinserción en la sociedad; las indignantes condiciones en las que viven muchos adolescentes en los centros del SENAME; el olvidado reconocimiento, respeto e integración real de nuestros pueblos originarios; la indignante discriminación que sufren miles de parejas LGBTI por su condición sexual y la imposibilidad que tiene hoy en día para ejercer el legítimo derecho de contraer matrimonio; la deplorable calidad de las viviendas sociales; la deficiente calidad de la educación pública, la segregación escolar y los múltiples obstáculos para el acceso a la educación superior; la violencia en cualquiera de sus formas, como el bullying, la violencia intrafamiliar, el maltrato y abuso infantil, el acoso callejero, entre muchos otros que podríamos nombrar. A todo esto, lamentablemente, hoy debemos sumar el terrorismo y la violencia de grupos extremistas que se haces cada vez más recurrentes, amedrentando la vida de todos los chilenos.
Frente a todo lo expuesto, nuestra humilde invitación es a tener una visión amplia de los derechos humanos, manifestar firmemente y sin titubeos que nunca más debemos vivir situaciones como las vividas en dictadura; que se termine este pacto de silencio existente que impide tener verdad, justicia y, con ello, la reconciliación en nuestro país. Junto con lo anterior, invitamos a ser un aporte para frenar las actuales vulneraciones que viven nuestros compatriotas para que, en un futuro cercano, vivamos en un país en el que el bien común, el respeto, el libre ejercicio de nuestros derechos, la paz social y una democracia fortalecida sean símbolo de orgullo para todos los chilenos.
Texto: Coordinación Nacional Juventud Amplitud
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