No es nuevo, pero cada vez se escucha más fuerte: muchas encuestas en América Latina y también en Europa hablan de un gran descrédito de la política. Pero también están las otras, aquellas que hablan de una crisis de la democracia en tanto ésta deja de ser valorada positivamente por los ciudadanos. Tal vez, ambas situaciones son producto de un mismo hecho: se entiende que a través de la democracia se eligen distintas alternativas de gobiernos, distintas miradas sobre el futuro de la sociedad que se quiere construir. Pero si aquello no está, los tiempos políticos se impregnan de desconciertos.
Puede que esto suene más como una reflexión cercana a la filosofía política. Pero, si hay algo de eso, las derivaciones del análisis nos llevan a realidades muy concretas y una de las cuestiones más graves de nuestro tiempo.
Tres razones asoman como fuentes de esta minusvaloración de la política y la democracia.
La primera, la marea neoliberal aún poderosa en pretender que el mercado resuelva el tipo de sociedad futura y determine el ser y hacer de las instituciones que gobiernan la economía y, por lo tanto, marginar a la política y los políticos de la tarea de conducir la sociedad. La segunda, más profunda, se liga al papel de las nuevas tecnologías de información y como éstas no sólo instruyen a los ciudadanos a conocer y opinar sobre la política actual, sino también hacen pensar en instituciones jurídicas nuevas para consultar a todo el universo de ciudadanos en determinados temas, dando acceso directo a las opiniones y tendencias subyacentes en la sociedad. Y la tercera, la falta de reglas políticas para que las mayorías sean claras y, lo más importante, sean reconocidas proporcionalmente en las instituciones que deben actuar a partir de las decisiones ciudadanas. Cuando ello no ocurre, los ciudadanos llegan a la conclusión de que su voto tiene un peso relativo y todo, de alguna manera, se ve empatado.
Vamos por partes. ¿Resuelven hoy los ciudadanos en la esfera pública lo mismo que les cabía determinar en el pasado cuando apoyaban a una u otra corriente de ideas? Su voto tenía que ver con muchas áreas ligadas al devenir económico y a los modelos de desarrollo bajo los cuales los operadores en el mercado les cabía actuar. Pero hoy vemos que muchos temas económicos fueron sacados de la esfera pública porque la privatización los llevó hacia otro ámbito. Y, entonces, hombres y mujeres se ven convocados a definir en esos temas en tanto consumidores y no en tanto ciudadanos. Ello podría explicar esa situación inédita en Europa, donde no importa el color del gobierno pues todos ellos, de una u otra forma, son sobrepasados por los mercados y sus decisiones. Como éstos exigen más austeridad, esa receta debe ser aceptada por gobiernos cualquiera sea su orientación política.
Más de un ciudadano europeo dice: ¿qué importa elegir socialistas o conservadores si, en definitiva, ante la crisis responden lo mismo, que los mercados quieren esto?
La indignación del ciudadano no tiene que ver con el mercado. Viene de lo que se entiende debe ser el papel de la política y los políticos, cuya tarea es ordenar y dar reglas a los mercados, pero nunca permitir que éstos se conviertan en amo.
Para eso se vota, para que en los Parlamentos o en la Presidencia se defina el andar de una sociedad.
Las redes sociales y todo el sistema aportado por las tecnologías de la información nos han llevado a tener una ciudadanía más educada, más informada e incisiva y, por ello, con más poder.
Las pruebas de esa realidad brotan por todos lados: en América Latina, en Europa o en Asia. Si los medios de comunicación construyeron en el siglo XX el poder informativo dominante en la sociedad, en el siglo XXI se ha creado otro polo que emerge frente a aquel, instalando su propia agenda informativa y haciendo reaccionar a esos medios clásicos. Con esa fuerza, la ciudadanía exige ser escuchada de manera directa. Y ello trae preguntas nuevas.
¿Cuánta de nuestra democracia que por definición tiene que ser representativa empezará a ser y a crear instituciones más participativas?
¿Podrán, por ejemplo, los ciudadanos, ante una ley aprobada por un parlamento perfectamente representativo, pedir que sea derogada porque la ciudadanía entiende que la ley aprobada por sus representantes no la interpreta? Por cierto es un terreno peligroso, donde lo importante es saber que si hacia allá vamos, cuáles son los resguardos para que esta mayor y mejor participación permita seguir teniendo a la vez una buena gobernabilidad.
La indignación del ciudadano no tiene que ver con el mercado. Viene de lo que se entiende debe ser el papel de la política y los políticos, cuya tarea es ordenar y dar reglas a los mercados, pero nunca permitir que éstos se conviertan en amo.
La tercera razón del desinterés ciudadano es la debilidad institucional o electoral que no genera mayorías claras para ejecutar el programa de la coalición ganadora.
Es más, como esto obliga a lograr consensos parlamentarios, a la larga la ciudadanía percibe a una elite política, que independientemente de sus promesas, al final se entiende entre todos.
La sospecha empieza a corroer el andamiaje político: se entienden para hacer “reformas” para que todo siga igual.
Sé que los consensos son necesarios, pero a ratos es necesario marcar las líneas rojas porque la ciudadanía necesita ver las diferencias básicas en torno a la sociedad que se desea construir.
El tema es de una gran trascendencia. Lo que está en juego es generar una democracia valorada por la ciudadanía y con dirigentes políticos respetados por ésta. Los dilemas de nuestra América Latina son grandes. Hoy todos nuestros gobernantes son elegidos, y todos saben o debieran saber cómo hacer las tareas, especialmente en el ámbito económico para satisfacer las profundas demandas de los sectores sociales en este nuevo ciclo. Pero todo ello requiere de instituciones a la altura de los tiempos. Instituciones donde se puedan procesar las diferencias y donde las visiones políticas sean claras y sin confusiones. Y, por cierto, válidamente representadas.
Nunca como ahora los ojos y oídos de los ciudadanos están encima del quehacer político, para juzgarlo en todas sus dimensiones.
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Columna publicada en Diario Clarín
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Arturo Ruiz
Tal vez esto explique muchas cosas http://elquintopoder.cl/politica/el-resentimiento-de-los-mediopelo/
peon
¡Increíble!…
Un ex Presidente de la República que abandonó su gestión con un elevado porcentaje de «aprobación ciudadana», en un artículo de tanta trascendencia como el que ha expuesto, tiene, luego de pasar por casi todo el sistema de vitrina de este sitio, en particular, «3f, 5t» y 2 comentarios…
Increíble, porque él, con su afamada carrera, viene a exponer un tema importante y coyuntural, sin embargo, pareciera que nadie aulla de éxtasis por lo que ha dicho, y me pregunto el por qué será esto.
Imagino que el ex Presidente Lagos viene con una exposición de corte político tradicional típico, porque expone una situación, pero, NO CORTA EL QUEQUE EXPONIENDO SOLUCIONES…
Es decir, esto se parece al discurso vago de cualquier político que, reconociendo la existencia de un problema, no está dispuesto a jugarse su pellejo político para crear una solución en favor de «la democracia y el desarrollo», sino que se queda en esta cosita tibia de hacer unos comentarios soslayantes del problema, tal como tangenciales, «de la cosa rara esta que acontece en nuestro país»…
Prueba de ello, es que, tomando su último párrafo significativo, ya se vislumbra que no dijo «Cámara Ciudadana» como una solución a lo que plantea el párrafo, o cualquier otra solución de tipo digital en la que ciudadanía tome parte de las decisiones políticas de su nación, dejando el asunto .. en el aire…
Es decir, por aquí pasó el ojo experto, hizo un análisis asociado a su capacidad y experiencia, pero, se comió la solución y así, todo los comensales que esperan tomar parte de la mesa de la participación, tomaron su sopita, revolvieron su plato fuerte, pero, se quedaron sin postre!… Sin solución!…
¿Y por qué se supone que pasa esto?…
Perdonen lo insignificante de mi pobre teoría, pero, pa’ mí que él no se la está jugando por la solución, porque, si lo estuviera haciendo, como hijo diligente de la patria que, además de recibir un sueldo vitalicio reguleque de clase II, siente el compromiso constante de servir a su nación y a cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas, especialmente los más desvalidos, según puedo imaginar,
al conocer la buena nueva de que su planteamiento implica conversar acerca de las posibles formas de implementación de lo que dice, o bien de la solución que crea un estándar de participación ciudadana (algo más digno que la 20.500), posiblemente de forma digital,
él, .. asombrado de tener la posibilidad de encontrar la solución, no para de comentar en este lugar acerca de si, no es una Cámara Ciudadana, entonces, tal o cuál cosa que él propone sí lo podría ser…
Sin embargo, sabemos que el Sr. Lagos se escuda en su silencio, propio de un partido político, o de una coalición que no ha dado explicaciones acerca de la forma en que Chile dejó de tener derechos soberanos sobre el cobre nacional, por ejemplo,
o bien escudado sobre el usual silencio también a debatir soluciones integrales a los problemas de la ciudadanía, tales como los económicos que los aquejan,
tal vez proponiendo crear una súper empresa ciudadana que se haga dueña incrementalmente de la mayoría de los recursos nacionales, utilizando todo el aparataje estatal y la inventiva local, ya a esta altura propia de una del siglo XXI y 2. no sé cuánto,
de forma que la ciudadanía fuera dueña de AFPs, isapres, compañías de seguro, mineras, de recursos naturales varios, y así, otras cosillas más como medios impresos, digitales o televisivos, por sólo mencionar algunos, aunque se podrían añadir bancos, compañías navieras, agrícolas, forestales,et – cétera…
De hecho, si su mente no imaginado tal solución, bastaría que preguntase en esta, su o casi su casa digital, como para que apareciera alguien que tal vez le podría decir cómo hacer todo aquello, de forma que, junto a otras opiniones que podría recibir, dado su interés «evidente» en crear una solución desde su propia Fundación, o desde sus influencias políticas, efectivamente podríamos poner en la agenda nacional esta solución para que frases como la dicha por la CEPAL, cuando dijo:
LA REFORMA DE LA REFORMA DE LA REFORMA PARA ACABAR CON LA POBREZA, HA FRACASADO
ya no sean una realidad, de forma que con el paso del tiempo se pudiera llegar a decir que por medio del pueblo chileno y de sus ganas de crear una patria más inteligente y racional, se han creado estas soluciones para replicarlas no sólo en una comuna de un país, sino que en todas las repúblicas del planeta…
Así es que, Sr. Lagos, o don Ricardo, o señor ex Presidente de la República, o la magnificencia que se le frunza, por intermedio de estas palabras, lo invito a participar de la aventura de bloggear conmigo, para imaginar soluciones prácticas que implementar en la nación, de forma que los hijos de la patria dejen de aullar por las soluciones que ya debieron haber estado creadas…
¿En qué tono de mi petición se supone que te dignarías a bajarte de tu pedestal intocable para conversar con un ciudadano que está aburrido de la realidad y que desea implementar las soluciones que los hijos de la patria se merecen?…
A mí me parece que un Presidente, para conocer contra qué debe luchar, o qué debe solucionar, durante su mandato debe dormir cada noche con una familia de un campamento, o bien en lugares significativos que le enseñen determinadas cosas…
Por mi parte, mi cuna no tiene nada de particular. Sé lo que es dormir en una ruca, en todo caso, construída en un día o dos, pero, no por un símbolo de pobreza, tal como la vivien miles de familias chilenas, así es que no puedo imaginarme a cabalidad el sufrimiento que tienen por las noches, o cuando desean usar agua o el sanitario; o de cuando desean pagar sus cuentas, o comprar gas o pan, especialmente con los sueldos esporádicos que a veces tienen los proveedores de recursos para la familia…
Meterse en ese tema, en la imaginación, me provoca una serie de sentimientos encontrados. Reflautas !!… Vivimos en el siglo XXI, tenemos toda la tecnología del mundo para crear soluciones espectaculares, pero, tropezamos en instituciones y procedimientos estatales con piel de políticas y políticos, respectivamente, que son un impedimiento a la solución que necesitamos.
Tropezamos con personajes, con mafias, con ineficiencia institucional… Con una República que se dice democrática, pero, no es más que una dictadura disfrazada, llena de hijos coludidos para mantener un estatus que la población no comparte ideológicamente, porque no coincibe de esa forma tan egoísta una sociedad, tal vez porque ha visto de cerca como muerde la inflación, o una tarjeta de crédito, entre otras tantas cosas que la atacan, que atacan a tantas personas al mismo tiempo…
¿Y en qué estamos?… Ah, sí, casi lo olvido; casi me emociono… Estamos sólo en la etapa en la que apenas vivimos un proceso aún del milenio pasado en el que se está preparando a la población para que acuda a las urnas a rayar una vez más un voto, pero, NO ESTAMOS DISCUTIENDO QUÉ SE HARÁ EN EL GOBIERNO DE QUIÉN…
Ese detalle como que se nos ha estado escapando de las manos, ah!…
La falta de un espacio y de la correspondiente vitrina para desarrollar un debate ordenado y segmentado de lo que deseamos, de lo que se necesita, o de lo que queremos y cómo lo pretendemos lograr…
Por mi parte, Ricardo, he dejado de tenerte el resentimiento que tenía hacía ti… Al final da lo mismo s eres tú o es alguien más de la política quien viene a hablar acerca de lo que es necesario, porque, por más que se diga, nada cambia… Esto es similar a cuando pretendía que otras personas fueran de tipo .. racionales o lógicas, respondiendo consultas o recibiendo propuestas… Similar, porque nadie responde, nadie se hace cargo, nadie desea meter la hoz «al trigo de la falda»…
Me contaba una vez una persona qe comió contigo, Ricardo, que eras un güen muy choro, muy entretenido para estar contigo, sin embargo, así como estuve en desacuerdo con esa persona en otros temas, yo te veo como un gúen inhoperante que vale callampa, porque, debierndo ser la gloria de los hijos de la patria, sólo eres una miserable mierda…
peon
Cabe pedir una disculpa, obviamente, por mi forma ofuscada de expresarme.
Spongo que nadie merece ser tratado de la forma en que yo acabo de referirme a alguien que ha sido tan gravitacional en nuestra política contemporanea.
Así es que Presidente Lagos: le ruego que disculpe mi forma de escribir. Espero que esto me enseñe una lección de por vida.
…
peon
Sr. Lagos:
Usted es un ciudadano o chileno más que percibe la realidad del sistema tal como muchos otros ciudadanos coincidimos que es, coincidiendo en ello cada vez con mayor convencimiento y amplitud de la comprensión de nuestra realidad. Para muestra de ello, mi perfil en este sitio contiene una dirección de un blog en Atina Chile en el que su primer artículo contiene a su vez un artículo de un blogger que participa en este sitio. Él hace un análisis bastante acabado de la necesidad de la participación ciudadana en la vida política de la nación utilizando medios digitales, tal como a su vez lo dice usted también…
El tema es que abordar tal situación, comprendida ya por cada vez un número mayor de personas convencidas de ello, sin colocarle nombre a lo que se requiere, caracterizando o personificando la solución, nos deja en la típica incertidumbre de la definición que necesita ser tratada procedimentalmente para implementar o crear la solución en sí misma…
De esta forma, un tema tan importante y prioritario como este, queda inserto dentro de una realidad en la que numerosos otros puntos de vista analítico ciudadanos, o analíticos de orden político, piden, solicitan, o proponen determinadas cosas, con la diferencia que algunos temas, si bien parecen importantes, no son prioritarios y así se produce un desorden monumental en el debate que se debe estar desarrollando, mezclando peras con pepas de ají, tal como mezclar la herramienta con la que debiéramos ejercer la democracia con el aborto terapeútico o el matrimonio homosexual, cosas que, más que inclinar la balanza hacia un tema debatido, inclinan todo el sistema que debiera debatir acerca de «la democracia que necesitamos», hacia debates que constituyen temas secundarios que no harán la diferencia que requieren las mayorías…
Por lo tanto, cuando hablamos de la necesidad de implementar una herramienta institucional que garantice el ejercicio de la democracia y los derechos constitucionales de hasta el más humilde de los ciudadanos que puede llegar a tener una idea que podría transformar una ley, una injusticia, o suplir una necesidad, o cambiar el rumbo de la nación producto de una propuesta asertiva y oportuna,
debiéramos estar hablando de cuál será esa herramienta y qué se podrá hacer con ella y cuándo se creará y cuáles son los temas que trataremos una vez creada, así como la forma en que la ciudadanía tomará parte de una nueva forma de decisiones en la que tanto su voto como su opinión tenga influencia en el rumbo de las decisiones que deseamos implementar, o que desea implementar una mayoría nacional que hasta hoy no ha tenido la representatividad que debiera ya haber tenido…
Es decir, si hablamos de implementar una democracia verdadera, debemos hablar de la herramienta que la viavilizará, tal como lo podría ser una
Cámara Ciudadana Disgital.
Y de hecho, implementarla no es hacerle un favor a la ciudadanía ni crearle un perjucio al stablishment, sino que es abrir la puerta a la realidad que nos habría de convenir a todos, porque con un Cámara Ciudadana todos los temas podrían ser debatidos, llegando efectivamente a consensos, algunos más importantes que otros; algunos más prioritarios; otros ineludibles, etcétera, de forma que el proceso de maduración de la ejecución de los debates que se requieren en democracia,
habida la herramienta institucinal que lo permita,
vendrían a crear una patria en que no tendríamos las diferencias sociales tan abismantes que tenemos, en las que algunos niños duermen bajo los puentes o tapados con cartones y otras niñas a veces terminan prostituyéndose por la falta de una patria creada por políticas dignas de un Estado que se preocupa de hasta el más pequeño de los hijos de la patria…
En definitiva, si los ciudadanos no pueden transformar la realidad que vivimos, considerando abusos en cuánto a las privitizaciones que hipotecan nuestro futuro; o abusos respecto de los intereses que se le paga a la banca; o el abuso que cometen las AFPs o las isapres; o los abusos que comete la clase política al no darle cabida a las ideas de la población en el Parlamento,
entonces, nos tendrán disconformes, con una apatía hacia la clase política en todo orden de géneros, porque se han raptado la república y han supuesto que levantar más de una candidatura presidencial, parlamentaria, senatorial o alcaldicia (por la que los ciudadanos sólo podrán votar, haciendo una raya vertical sobre una horizontal) es la democracia,
pero, no habrá democracia mientras los ciudadanos no puedan proponer ideas propias, así como votar por las ideas de otras personas…
O tampoco será democracia si nos preocupamos de generar decenas de programas de gobierno de forma partidaria, ya que democracia sería si el Programa de Gobierno lo hiciéramos todos los chilenos, junto a escoger los 300 cargos de confianza del Presidente, y que, finalmente, llegue apenas un Secretario Presidente a ejecutar el Programa de Gobierno del Pueblo Chileno…
Esta historia de haberse raptado la república y haber instaurado la dictadura de los partidos políticos es muy triste para una gran mayoría de la población que sufre de abusos que podrían ser terminados con instrumentos como una AFP y un Banco de dinero de los trabajadores de Chile… O el haberse creado Centros Técnicos para el Desarrollo y la Integración Comunal, creando sistemas asociativos de inversión que mejoren la logística local, de forma que la gente pueda encontrar precios más económicos y mayores oportunidades en los distintos territorios de la nación…
Imagino que usted me entiende, Sr. Lagos, pero, es posible que ni aún entendiéndome, usted tenga el interés por hablar de la necesidad de una Cámara Ciudadana para ejercer la democracia, sin embargo, como a todo a quien me encuentro le hablo acerca de ello, por considerarlo una prioridad nacional, se lo he dicho a usted una vez más…
Me parece Sr. Lagos que usted debiera usar todas sus influencias para hacer llegar este tema a la Sra. Bachelet, para que ella la publique en la nación, dejando a sus potenciales competidores a La Moneda, masticando un polvo que jamás sabrían de dónde salió, ni cómo fue que los dejó tan retrados en la carrera presidencial…
Proponer una Asamblea Constituyente, así como mejorar la educación y crear una reforma tributaria, SIN UNA HERRAMEINTA COMO LA CÁMARA CIUDADANA, podría ser potencialmente peligroso si no se han hecho los análisis correspondientes con la debida profundidad y tiempo necesarios para madurar «curvas de aprendizaje» que nos aseguren que, después de miles de horas de debates, hemos encontrado las mejores soluciones que nuestra nación necesita…
Yo le rogaría, Sr. Lagos, que hiciera todo lo que esté en sus manos para asegurarle a esta generación y a sus hijos que vivirán en una República realmente democrática, en donde proactivamente se trabaje en las soluciones que la gente y los territorios de la nación necesitan…