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Del oasis de Chile a la metrorevolución

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A menos de 15 días que el presidente Piñera afirmara que Chile es un verdadero oasis en una América Latina convulsionada, la realidad le estalló en la cara como una bomba de tiempo a raíz de un aumento en la tarifa del tren suburbano (Metro). Afirmación efectuada con motivo de la rebelión indígena en Ecuador con motivo del alza en el precio de la gasolina.

Lo que se inició con total inocencia –mal que mal no era primera vez que subía el precio del transporte público- dio origen a una masiva evasión estudiantil que está desembocando en una rebelión que hace recordar a la revolución de la chaucha en tiempos de Gabriel González Videla, alias Gabito, a fines de los 40, hace ya más de medio siglo. Revolución generada también por un alza en la tarifa de la locomoción colectiva. Pero la rebelión que está en curso, al momento de escribir estas líneas, ha sorprendido por su masividad, su extensión, su tenor, y su radicalidad.

La nueva tarifa es consecuencia de un sesudo análisis realizado por un panel de expertos encabezado por Juan Enrique Coeymans. Éste, sorprendido por la reacción que desató una decisión de carácter técnico –y avalada políticamente por el gobierno-, solo atinó a sostener que “cuando sube el pan no hacen ninguna protesta”. Por su parte, la ministra de transportes, Gloria Hutt, complementó con una frase que ilustra la mentalidad imperante en las esferas gubernamentales y de quienes adhieren al modelo político, económico y social imperante: “los estudiantes están alegando y resulta que su tarifa no varió ni un peso”. Y la guinda de la torta la puso el ministro de economía al afirmar que “quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja”. Todas frases para el bronce de parte de quienes no se movilizan en metro ni tienen que salir a tempranas horas de sus hogares para retornar a altas horas de la tarde. Estas declaraciones, junto con otras, han incendiado la pradera. Hay todo un descriterio, una falta de tacto, de sensibilidad, signo de la mentalidad instalada del nulo valor asignado a la vida de las personas comunes y corrientes. Tecnicismo puro instalado en las más altas esferas políticas.

Hasta este minuto no logran entender la protesta, y por lo mismo, la tesis que se ven forzados a manejar es que habría un manejo político. Pensamiento que cae por su propio peso al ver el estado en que está la oposición, en el suelo. Uno de los dramas del gobierno, aparte de su ineptitud, es que no tiene oposición, y en una democracia, para que funcione al cien por ciento, es imprescindible la existencia de un gobierno y de una oposición.

A pesar que se revocó la decisión de subir el precio del Metro, el tsunami generado sigue su curso, ahora con saqueos, violencia y destrucción de bienes públicos y privados que producen escozor y desazón, que no han amainado. Ello no obstante que el gobierno, absolutamente paralogizado y sobrepasado, ha declarado estado de emergencia, delegando en las FFAA el control público. A la luz de lo que está ocurriendo, esta decisión en vez de apaciguar los espíritus, pareciera que ha reimpulsado la violencia desatada.

Si buscamos las razones de lo que está ocurriendo, hay una imagen que dice más que mil palabras, y que es la que se acompaña.

1. Tras la evasión está el reclamo por las pensiones miserables que reciben los adultos mayores, por merced a un sistema previsional individualista, no solidario, que cobra comisiones cuando pagas tu cotización y cuando recibes tu pensión. Es como si en el banco te cobraran comisión cuando depositas y cuando sacas dinero de un cajero. A eso agréguese los cálculos esotéricos para determinar las pensiones asumiendo proyecciones de vida eterna.

2. Tras la evasión está el drama de una provisión de salud dispar según el tamaño del bolsillo. Si no tienes recursos y debes operarte, listas de espera que los gobiernos prometen reducir, pero que siguen siempre presentes. Y no faltan los ministros que se solazan afirmando que las colas de madrugada en los consultorios se hacen para hacer vida social, o sea, de puro gusto por parte de los pacientes.

3. El grueso de los chilenos recibe bajos sueldos, el grueso de la torta se la comen los peces gordos a pesar de que Chile es uno de los países con mayor número de horas trabajadas por sus trabajadores. Las explicaciones que se den se centran en la baja productividad, lo que no impide que las utilidades de las empresas sean suficientemente sustanciosas como para enriquecer al 1% de la población.

4. La precariedad del empleo va in crescendo con la consolidación de un modelo que rehúye la negociación colectiva e invita a negociar individualmente, que busca debilitar las organizaciones sindicales y/o dificultar su funcionamiento, mientras se fortalecen las organizaciones empresariales. Al gobierno parece estar en CasaPiedra antes que en el palacio de la Moneda.

5. La percepción de que la educación es de mala calidad, lo que se está avalado por los resultados en pruebas estandarizadas internacionales, así como las deserciones que se están dando en la educación superior y las dificultades para terminar los planes de estudios superiores en los tiempos estipulados.

6. A lo anterior se agrega el endeudamiento por créditos contraídos para poder seguir estudios superiores, además del endeudamiento familiar en el marco de una sociedad que invita al consumismo mediante una agresiva y persistente publicidad que tiende a distorsionar los comportamientos de las familias.

7. La tensión laboral generada por la precariedad y bajos sueldos de los trabajadores, sumada a la tensión familiar en razón del sobreendeudamiento en que se incurre, ha terminado por catapultar la cantidad de licencias médicas motivadas por depresiones, las que terminan sufriendo un verdadero vía crucis para que sean aceptadas por la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (COMPIN).

Hay todo un descriterio, una falta de tacto, de sensibilidad, signo de la mentalidad instalada del nulo valor asignado a la vida de las personas comunes y corrientes

8. Las remuneraciones que reciben las élites políticas, empresariales, militares, judiciales no se condicen con las que recibe el grueso de los mortales. Para estos no resulta fácil entender que el gerente general del metro haya recibido una remuneración anual sobre los 220 millones de pesos en el 2018, esto es, sobre 15 millones mensuales, lo que significa más de 50 veces más que el sueldo mínimo. Cifras similares se manejan a nivel de directores de empresas.

9. Se está ante un gobierno que surgió elegido por la vía de las urnas bajo la promesa de tiempos mejores, asegurando crecimiento y mayor seguridad, sin embargo, en la realidad lo que se observa es un crecimiento muy por debajo del esperado y un fracaso total en el combate a la delincuencia, la que en vez de disminuir, se ve incrementado.

10. Resulta chocante constatar el acento puesto en el carácter delincuencial de la evasión en el Metro, en contraste con la reacción de los medios de comunicación masivos cuando la evasión implica a los de arriba. No hace mucho, se supo que no pocos pagaron contribuciones irrisorias por años por sus propiedades de alto valor, entre ellos, el propio presidente Piñera elegido con el voto popular. A otros evasores, se les castiga con clases de ética.

11. Se percibe que la meritocracia de la que tanto se alardea, no sería más que una palabra vacía, sin contenido. El parentesco es el ticket de entrada para acceder a privilegios. Entre otros casos, el hijo del ministro de economía se adjudicó una beca para seguir estudios de magister en el extranjero destinada a los estudiantes de menos recursos. Y recientemente uno de los sobrinos del ministro del interior perdió un concurso para un cargo en la CORFO, pero hicieron otro para que lo ganara. Y no hace mucho los hijos del propio presidente se dieron el lujo de acompañarlo en su gira a China. Los casos suman y siguen sin el más mínimo pudor.

12. En Carabineros se conoció el caso llamado Pacogate donde por medio de maniobras fraudulentas se malversaron sobre los 20 mil millones de pesos (del orden de 30 millones de dólares) con la participación de altos oficiales.

13. En el ámbito militar, bajo el nombre de milicogate, millones de dólares desaparecieron mediante fraudes y desviaciones de fondos públicos de la ley reservada del cobre, en el que participaron altos miembros de las FFAA. A ello se agrega que actualmente se encuentran procesados por actos de corrupción quienes fueron comandantes en jefe del ejército, Humberto Oviedo y Juan Miguel Fuente-Alba, este último conocido como el señor de los anillos por su refinado gusto por los automóviles de lujo.

Si bien no es un listado exhaustivo de las razones que expliquen el reventón que ha pillado de sorpresa al gobierno y al país en general, así como al mundo que nos veía como un ejemplo a seguir, permiten dar algunas pistas para explicar lo que está ocurriendo.

Sin perjuicio de lo expuesto, no cabe duda que lo que se inició como un simple ejercicio de evasión en el pago de la movilización en el tren suburbano, ha desembocado inesperadamente en una violencia inédita que tiene al país sumido en la inquietud y con varias regiones en estado de sitio ocupadas por las FFAA como en los mejores tiempos del innombrable.

El gobierno ya echó pie atrás en el alza de las tarifas, pero la crisis no amaina. ¿Cómo terminará esto? Difícil saberlo. El gobierno parece haber perdido el control de la situación, sin atinar a qué hacer. La oposición brilla por su ausencia. No existen interlocutores válidos, no se sabe con quien tratar. El gobierno busca retomar las riendas convocando a las más altas autoridades de los distintos poderes (legislativo y judicial) e invitando a conversar y llegar a acuerdos. Sin embargo el nivel de credibilidad en torno a ellos es casi nulo. Cualquier acuerdo haría recordar a aquel de las manitos alzadas con ocasión de la revolución de los pingüinos y que quedó con sabor a nada.

No obstante lo señalado, lo más probable es que termine habiendo un acuerdo para la galería, como señal de que se sorteó la situación, tal como la vez anterior. Se hará la parodia de cambios para que nada cambie, y así hasta el próximo reventón. Lo que sí es claro, que cada nuevo reventón viene cada vez más fuerte. En Chile ya hemos tenido 3, el del 2006, del 2011, y ahora en el 2019.

Para el abordaje del tema a fondo, hay al menos dos puntos a resolver que no visualizo. Uno, identificar con claridad con quien negociar, quiénes son los interlocutores válidos, quienes son los representantes de la rebelión. No logro identificarlos en la oposición. Dos, determinar qué se va a negociar. Ambos puntos son neurálgicos y francamente los veo como insolubles.

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2 Comentarios

Rolando A.

Que buen resumen, Rodolfo, de los hechos precedentes a la catástrofe…

En particular me gustó mucho uno que hizo Bernardo de la Maza en su canal en YouTube…

¿Qué te parecieron las medidas que anunció el Presidente?…

A mí me parecen bastante bien, aunque me hubiera gustado que anunciara un estudio sobre el cambio del modelo, pero, así como creo que se excedió utilizando la palabra guerra, creo ese mismo ánimo no lo llevará a plantearse un cambio en el modelo, a menos que el desastre sea aún peor, en otra oportunidad, y realmente entienda lo que quiere la ciudadanía…

Saludos…

Javi-Al

Buen resumen, para reflexionar.