Los senadores Yasna Provoste y Jaime Quintana presentaron un proyecto de ley el cual habla de terminar con establecimientos educacionales mono-genéricos que reciban aportes del Estado, es decir, municipales y particulares subvencionados.
Los senadores antes mencionados mediante redes sociales manifestaron, claro, con ciertos adjetivos descalificatorios, su repudio a la votación en contra de los parlamentarios de la coalición de gobierno.
Tratando de ser lo más breve y general posible y sólo desde el punto de vista educacional. En primer lugar, los senadores, que se vanaglorian de apoyar la “educación no sexista” son parte de partidos que estuvieron veinticuatro años en el gobierno, por lo demás liderando políticas que han ido en desmedro de la educación pública aún más la señora Provoste fue ministra de educación con una gestión bastante cuestionable.¿La educación no sexista consiste en transformar el 4% de los restantes colegios en mixtos? Parece reduccionista.
En segundo lugar, la cultura machista imperante en la sociedad no tendrá cambio alguno meramente con imponer a la totalidad de los colegios de que sean mixtos. Cabe mencionar que actualmente el 96% de lo son y no se han manifestados mejoras significativas. El endosar cierta culpabilidad al Instituto Nacional (que podría ser mixto) y otros establecimientos mono-genéricos de reproductores de machismo es tapar el sol con un dedo meramente.
En tercer lugar, los cambios son progresivos, no obstante, se aprecia una frenesí y angustia legislativa para establecer dudosas mejoras. Es de esperar que los parlamentarios internalicen más investigaciones, debates, derecho comparado y menos estímulos de la calle (esto no sólo ha ocurrido en este tema).
En cuarto lugar, es importante que exista libertad de apoderados y alumnos de elegir proyectos educativos de carácter público que respondan a diferentes criterios en la forma de educarse. Esto no quita que dentro de los colegios mono-genéricos no se hagan cargo de implementar modificaciones sustantivas y formales para erradicar la violencia machista.
¿La educación no sexista consiste en transformar el 4% de los restantes colegios en mixtos? Parece reduccionista.
Es por esto, que tales declaraciones me parecen unas declaraciones cero autocríticas y oportunistas que intentan ser más una captadora de aprobación en encuestas, más que una responsabilidad legislativa para tratar temáticas educacionales que apunten a la equidad de género.
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