La educación no es buena, necesariamente. Defender “la educación”, por tanto, puede tener significados múltiples dependiendo de la “tiendita” del defensor. Es que la educación no es noble buena y justa per se, fue la educación, por ejemplo, un aparato al servicio de transmitir el apartheid en Sudáfrica y es esa misma educación en Chile la que silenciosa nos adapta para ser funcionales a un sistema exitista y egoísta.
Tuve la suerte de estudiar en el Carmela Carvajal, uno de aquellos colegios denominados “emblemáticos”. Un colegio en donde opera la excepción que confirma la triste regla, pues en él el sistema municipal funciona con efectividad y, a vuelo de pájaro, uno podría emitir como juicio que la educación funciona. Es uno de lo colegios municipales que mayor cantidad de niñas lleva a la universidad.
Mi colegio me enseñó a esforzarme para conseguir lo que quiero, a procurar ser la mejor, a ser ambiciosa. Me enseñó siempre querer ganar, pero no me enseñó a devolver la mano, no me enseñó a luchar por la justicia, ni tampoco me enseñó a luchar en contra de las inequidades en esta tierra. Me enseñó a escapar sola del fracaso y no a ayudar a otros a que salieran de él. Claro que había algunos profesores que abrían nuestros ojos, para mostrarnos alguna cuota de la realidad y meter en nuestras cabezas cierta mirada crítica, pero no era su obligación, su tarea era que fuera “exitosa”, la “mejor”.
La vida efervescente de comienzo de los noventa, con una naciente democracia, se permeaba por la rendijas del Carmela y aunque no lo quisieran inevitablemente la influencia de la calle y la familia mezclaban en nuestra cabeza dos cosas: el éxito como meta y las ganas de querer participar en la construcción de un país mejor.
¿Cuántas herramientas para construir un país mejor llegan a la escuela? Es evidente que aquellas escuelas que con suerte logran generar individuos voraces del éxito, ansiosos por llenar sus bolsillos y ser el bakán del mall, no están cumpliendo en plenitud su mandato. Ser el mejor no es tener más. Al menos no necesariamente, a pesar de que traten de convencernos de lo contrario.
Para mí, ser la mejor es ser quien más procura aprender para compartir lo que sabe. Es quien crece económicamente para poder devolver la mano a la vida y dar trabajo o ayuda a quien lo necesita, no para sanar la culpa de haber triunfado, sino porque es justo. Acumular no nos va a hacer personas más felices. En el servir a los demás hay sentido profundo, hay luchas eternas, hay razones suficientes para levantarse todos los días y encontrar sentido a la vida. Porque cuando uno trabaja para otros y con otros en la construcción de un mundo más noble, crea lazos que nos unen en la esencia del se y no en la esencia del tener.
¿Gobernar es educar? Claro que lo es, porque en cada acto educativo no se trasmite solo el conocimiento de las disciplinas: se sella la impronta que marca a los ciudadanos que participarán en el escenario público. Se trasmite el mensaje de las deudas pendientes y se alienta a jugar un rol activo en la tarea de disminuir las brechas. Si no es en la escuela, ¿dónde es? Si no es en la universidad, ¿dónde diablos podría ser?
La escuela no puede solo ser un reproductor de las condiciones de producción, como decía Althusser, debe ser una agente transformador por excelencia y no un aparato que nos adormezca y que solo nos entregue herramientas para vivir y sobrevivir en un mundo egoísta, donde la injusticia es solo parte del panorama, al cual obstinados, muchos seguimos sin acostumbrarnos.
Comentarios
16 de junio
Un dato para la discusión, pues para que quede claro que la calidad no se relaciona directamente con un modelo de mercado o que hacer de la educación algo meramente rentable, esto salio en el diario La Hora el 16 de junio de 2011 .
«Chile destaca por no tener educación superior gratis:
…En el ranking mundial de universidades (Academic Ranking of World Universities) la institución latinoamericana que ocupa el mejor lugar es la U. de Sao Paulo (Brasil), gratuita y estatal, que se encuentra en el rango 101 a 150. En ese mismo ranking, la U. de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) están en el rango 401-500, por debajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la UBA, ambas públicas y gratuitas, en el rango 151-200…»
0
16 de junio
Estimada Erika:
Se dice que la educación es el principal medio para lograr una distribución equitativa y un desarrollo adecuado para nuestro país, y en esto estoy de acuerdo. Yo tengo un trabajo estable durante el día, luego en las tardes hago clases hace 3 años en un CFT de Valparaíso, y en esta actividad tengo la grata oportunidad de escuchar y compartir no solo conocimientos, sino también experiencias. En las conversaciones que he tenido, puedo darme cuenta que muchas personas estudian algo para lo cual no tienen su potencial, otras estudian una carrera por el posible sueldo que el mercado ofrece, y pocos eligen una carrera de acuerdo a sus capacidades y gustos. De esta situación tu puedes proyectar que pasa cuando estos profesionales salen al trabajo……
Me gusta este tema, pero para no escribir una columna como comentario, lo dejo hasta aquí
Saludos,
0