Una persona que tiene gran aprobación, que puede ganar en primera vuelta, que es lejos la opción más competitiva de su coalición, si no toma esas decisiones, no es porque no pueda, es porque no quiere
Me parece una actitud francamente “calzonuda” y cobarde, que ninguno del racimo de pre candidatos presidenciales que tiene Chile actualmente, se atreva a criticar a Bachelet. Me parece falto de coraje periodístico, que ni siquiera este gremio se atreva a hacerlo,a menos que sean de medios de línea editorial abiertamente contraria a la exmandataria.
Razones para criticarla pueden haber más de una. Del lado de la Concertación algunos podrían quejarse que en la campaña municipal, Michelle Bachelet no otorgó el apoyo necesario a los y las candidatas municipales, pero esto es un interés electoral para algunos y no es importante para Chile, sólo para la Concertación. También podrían criticarla sobre el conflicto mapuche, como la Lonko Juana Calfunao que en una sesión del Parlamento Europeo en Bruselas el 2011, hizo una crítica durísima, donde denunció abusos en la aplicación de la ley antiterrorista en causas vinculadas a las demandas históricas del pueblo mapuche.
Recientemente se supo de la fortuna que ha generado el hijo de la expresidenta Bachelet, negociando con Chile y China muy cerquita de la información privilegiada que le ofrecía la Cancillería como funcionario público, al mismo tiempo que fue uno de los asesores de Agro Super y se concluye que esto en algo incidió para que se le dieran ciertas facilidades (en lo que respecta a la Ley General de Bases de medio ambiente) a la instalación de la planta en Freirina que tantos conflictos ciudadanos ha provocado; se ha hablado de los autos marca Lexus del hijo de la exmandataria, pero todo esto podríamos decir que pertenece al pasado y no son más que maniobras para hacer decaer de alguna manera la gran popularidad que Michelle Bachelet ostenta en Chile que, incluso, podría hacerla ganar en primera vuelta.
La crítica de fondo de este humilde profesor, es que la única forma de enmendar el pasado de ella y sus compañeros políticos con los que co-gobernó y eventualmente co-gobernaría, es tomar las decisiones que Chile está requiriendo y la ciudadanía de manera espontánea ha puesto en la mesa: una constitución ciudadana y no impuesta por dictaduras ni por cúpulas, educación gratuita y de calidad como un derecho, una vía de solución al llamado conflicto mapuche (que también podríamos llamarle conflicto winka), mayor participación de las regiones y, por cierto, una política seria que responda a los cambios y necesidades actuales en materia de medio ambiente.
Una persona que tiene gran aprobación, que puede ganar en primera vuelta, que es lejos la opción más competitiva de su coalición, si no toma esas decisiones, no es porque no pueda, es porque no quiere y porque sus intereses están en otros lados, y si nadie la critica, no es porque no existan razones, es que miran las encuestas antes de hablar teniendo cada vez menos opinión propia.
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