Desde hace ya bastante tiempo Gendarmería de Chile, como servicio público encargado de custodiar, atender y rehabilitar a las personas que han trasgredido la ley y que por ello tengan que cumplir con penas de cárcel tanto efectivas como no (libertad vigilada entre otros), viene sistemáticamente viviendo en una profunda decadencia y abandono, lo cual se ha manifestado que en los últimos años solo se hayan aprobado leyes de tipo paliativas y no de fondo, para la histórica crisis del sistema. Como Asociación vemos con preocupación que de parte de todos los sectores de la sociedad no ha existido un genuino interés por solucionar íntegramente las deplorables condiciones de vida de internos y de trabajo de los funcionarios de Gendarmería.
Nuestro país es uno de los que más avances ha logrado en el contexto latinoamericano e internacional en variados aspectos (económicos, sociales, políticos, etc.), pero estos avances no han ido de la mano con el manejo del problema penitenciario. El real nivel de desarrollo de un país se ve íntegramente reflejado en cómo se manejan los asuntos carcelarios. El incendio de la Cárcel de San Miguel, en donde murieron 81 personas, puso momentáneamente el tema en debate y discusión, pero considerando nuestro sensacionalismo momentaneo, hechos tan graves como aquellos con el tiempo pasan fácilmente al olvido. Hoy necesitamos con urgencia que este debate sea permanente y serio, el sistema está colapsado, no admite otro diagnóstico. Lamentablemente esto lo escuchamos en forma permanente en boca de autoridades de gobierno, senadores, diputados, iglesias, ONG, pero hasta el momento no se ha instalado una mesa de trabajo seria que aborde con políticas de Estado el problema penitenciario.
Es aquí en donde nuestra Asociación viene a proponer como primera medida y más urgente una nueva institucionalidad para Gendarmería de Chile, es decir que pase de servicio público a institución, tal como lo hizo PDI hace algunos años. Esta transformación que a muchos asusta sin motivos justificados es tremendamente necesaria, puesto que nos permitiría alejarnos en alguna medida de la política contingente, situación que no ha permitido instalar lineamientos continuos en nuestro servicio y hace que lleguen autoridades sin la experiencia y experticia necesaria para conducir un servicio de tal naturaleza. Es absolutamente cierto que las sugerencias de organismos Internacionales apuestan por civilizar los servicios de prisiones, pero en la práctica en Chile esto no es viable, tanto por la historia innegable de Gendarmería, nacida al alero del Ejército Chileno (Batallon Bulnes), por las características propias de la subcultura delictual chilena (violenta, organizada y con altos recursos) y por el lugar de excelencia ganado en comparación con otros servicios similares del contexto latinoamericano (pese a las carencias del sistema nacional).
Por lo tanto, se hace necesario que asuma el mando de la institución un funcionario uniformado de carrera, con los conocimientos empíricos y profesionales del caso, que no dependa de los vaivenes políticos imperantes, tal como sucede hoy en día, en donde los destinos tanto de internos como funcionarios dependen de autoridades nombradas por cuoteo político, con nula experiencia y conocimiento real del sistema carcelario chileno.
Es urgente que el Gobierno de Chile asuma el desafío de transformar Gendarmería y que cumpla con el acuerdo suscrito por el Presidente Piñera el año 2010, en temas tan importantes como: Profesionalizar el servicio, establecer asignación de riesgos para el personal de Gendarmería, solucionar el actual estancamiento de ascensos y mejorar la capacitación de fucionarios. Asimismo, es necesario que la autoridad imponga la urgencia debida a las leyes que actualmente se encuentran en tramitación en el Congreso respecto a las medidas alternativas a la prisión e indultos. Por otro lado, es necesario implementar planes de uso eficiente y racional de la cárcel, con el objeto de dar solución al alto índice de hacinamiento y contagio criminógeno. Construyendo más cárceles no se solucionarán todas las problemáticas penitenciarias.
* Joe González B es Primer Director ANSOG (Asociación Nacional Suboficiales de Gendarmería)
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