Mercedes Sosa interpreta una bella canción titulada Como la Cigarra, escrita por María Elena Walsh bajo la dictadura militar en Argentina. Su letra nos habla sobre el dolor, la solidaridad y la esperanza.
La cigarra es un insecto del tamaño de un pisa papel. Es famosa por su tendencia a desaparecer completamente, bajo la tierra, durante largos períodos para reaparecer con renovado vigor a intervalos regulares. Se entierran bajo el suelo para absorber la savia de las raíces, y pasa en sus escondrijos subterráneos las primeras etapas de crecimiento hasta que emerge a la superficie ya adulta.El sentido de la solidaridad, de la cual tanto nos jactamos, pareciera expresarse sólo bajo el brillo de las candilejas.
Hace un par de semanas un grupo de mineros de la Comuna de Curanilahue, ha comenzado a realizar una protesta enterrándose bajo tierra. Ciertamente el contexto que les lleva a realizar dicha acción no es poético. Los motiva la angustia, el dolor y la desesperanza ante la situación que viven. Hace unos meses que no reciben sus remuneraciones y, un tiempo mucho más prolongado, donde sus derechos laborales no son respetados.
En Curanilahue se han unido un grupo de hombres para denunciar, desde las profundidades de la tierra, una injusticia que no tiene nombre; una realidad que para la gran mayoría de los chilenos resulta desconocida, donde los responsables directos se esconden y las autoridades no saben cómo reaccionar.
Cuando supe de esta noticia recordé la canción bellamente interpretada por la artista argentina. Recordé su significado y sentido pero, al mismo tiempo, temblé de dolor y asco. ¿Cómo es posible que un grupo de personas tengan que recurrir a esto para ser escuchados?; ¿qué tecla de la armonía social está fallando? La respuesta no es difícil: en Chile estamos siendo impermeables ante el dolor. El sentido de la solidaridad, de la cual tanto nos jactamos, pareciera expresarse sólo bajo el brillo de las candilejas.
Sin embargo, la esperanza se mantiene en alto. El canto de la cigarra nos lo enseña. En ocasiones hay que entrar en las profundidades de la tierra para luego, con renovadas fuerzas, erguirse desde lo más profundo, desde las raíces mismas, para descubrir nuevos caminos.
Confiamos en que los mineros de Curanilahue, como la cigarra, volverán a la superficie, y encontrarán una realidad nueva, digna, bella y renovada.
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