Mientras en Francia se aplica una ley de veto contra el tradicional Burka, en Chile un proyecto de ley plantea prohibir la venta de chocolates en los colegios. Ambas medidas exceden las facultades estatales de control, son claramente autoritarias y representan una invasión a la libertad individual.
La idea de que el Estado nos dicte que vestir y que comer parece una idea sacada de 1984 de Orwell o de Un Mundo Feliz de Aldous Huxley. No obstante, eso es lo que parece estarse constituyendo solapadamente tanto en Francia como en Chile.
Una ley ya aprobada en Francia, prohíbe indirectamente el uso del burka, al prohibir “disimular el rostro” en todo espacio público, y considera multas de 150 euros a quién lo use. Lo más irónico, un curso de ciudadanía para quienes lo usen.
En Chile un proyecto de ley busca establecer la prohibición de vender productos altos en "algún descriptor nutricional" como chocolates o papas fritas, en establecimientos educacionales. Además de restringir la publicidad de dichos productos hasta después de las 22:00 horas.
Ambas medidas representan una invasión estatal en dimensiones que son de exclusiva injerencia de los individuos, como es el acto de vestirse y de comer. Es inevitable que surjan diversas preguntas en cuanto a la aplicabilidad de tales medidas.
En el caso chileno, el argumento central de las autoridades para establecer la prohibición es resguardar la salud de los infantes y propiciar una población más sana. Muchos argumentan que los más pequeños, al no tener discernimiento, no elijen bien sus comidas y por tanto es mejor prohibir el chocolate para evitar externalidades negativas costosas. Pero entonces, en base a esa lógica, también deberían prohibirse ciertos dibujos animados, juguetes, cierta ropa, etc.
No obstante, a todas luces sería más óptimo educar en cuanto a una dieta balanceada que prohibir el chocolate.
La prohibición no favorece ni resguarda la salud de las personas, porque es probable que surja un mercado negro del chocolate, donde los propios niños se dediquen a la venta de golosinas. Por ejemplo, ¿qué harán con los abuelos que regalan chocolates a sus nietos por un cumpleaños? ¿Registrarán cada día a los alumnos para evitar el tráfico de cacao? ¿Qué pasará los días lunes después de Pascua de Resurrección y los chocolates que entrega el conejo? ¿Tendrán perros olfateando?
El absurdo se hace evidente cuando comenzamos a pensar en situaciones en torno a la medida. Por ejemplo, y considerando que la prohibición del chocolate apunte a tener una población más sana y delgada a largo plazo, un estudio reciente demostró que
la vida en pareja engorda. ¿Se prohibirá en el futuro vivir en pareja también, para mantener delgada y sana a su población?
¿No es acaso todo esto, el inicio de una especie de ingeniería social pretender que la población alcance una talla estándar?
Y siendo más desconfiados, ¿no será este el primer paso del Estado, para favorecer a las Isapres, permitiéndoles en el futuro encarecer los servicios de salud como castigo a quienes no cuiden su peso en la infancia y adolescencia? ¿No les parece totalitario?
En el caso de Francia, la prohibición del burka se ha defendido como una medida que fomenta la tolerancia, la libertad y el laicismo. No obstante, es todo lo contrario.
Así como en la Alemania nazi probablemente era delito usar una cruz de seis puntas o estar circuncidado, la ley del burka criminaliza el uso de cierta vestimenta relacionada a una religión, y no necesariamente el acto de oprimir a una mujer en base a un dogma. De hecho, hace más complejo el panorama para aquellas mujeres cuyos esposos embrutecidos por el fanatismo, las obligan a usar el burka en todo momento.
Ambas medidas exceden las facultades estatales de control, son claramente autoritarias y representan una invasión a la libertad individual, que más que beneficios, generarán problemas.
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Comentarios
13 de abril
Creo que la obesidad se combate a través de la educación y en ese contexto parece razonable que haya regulación en ese sentido, pero prohibir el consumo de algunos alimentos a ciertos grupos de la población me parece francamente inaceptable. Porque si se considera que esos alimentos son dañinos para la salud, debieran derechamente estar prohibidos para todos, junto con el alcohol y tabaco y todo lo que no sea apropiado (quién puede calificar esto??). Además, lo que se plantea viene siendo el equivalente a la abstinencia sexual pero en la alimentación, para evitar la obesidad; debieran prohibir también e sexo para evitar los embarazos en adolescentes. Hay que ser consecuentes no?
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13 de abril
Estimada Paulina, efectivamente esa es la paradoja.
Como decía Lysander Spooner: “del hecho de que un hombre se vuelva pendenciero y peligroso después de beber alcohol y de que sea un delito darle o venderle licor a ese hombre, no se sigue que sea un delito vender licores a los cientos y miles de otras personas que no se vuelven pendencieros y peligrosos al beberlos”.
Lo consecuente es dejar que las personas decidan qué comen, qué fuman, qué toman, cuánto, dónde y cómo…
14 de abril
Estimado Jorge Andrés,
Creo que los temas son totalmente distintos.
La prohibición del uso de la Burka en Francia, es una señal de que el país galo no hace caso omiso ante costumbres que atentan contra la igualdad de género. No se está prohibiendo una forma de vestir, se está impidiendo la desaparición (en forma figurada) de la mujer en la sociedad occidental.
De hecho, nadie prohíbe el uso del Hiyab, el cual por supuesto las musulmanas tienen todo el derecho a utilizar, sin embargo la Burka es un signo de dominación, que no por ser un tema cultural es bueno o aceptable.
Respecto a los chocolates y comida chatarra, concuerdo en gran parte contigo… como dijo alguna en sus columna Cesar Barros.. el siguiente paso es que nos cobren impuestos dependiendo del IMC.
Saludos,
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14 de abril
Natalia ¿Qué opinas de la publicidad sexista? ¿Debería prohibirse para evitar la desaparición figurada de la mujer en la sociedad occidental? ¿Debería sancionarse la galantería por atentar contra la igualdad de género? ¿Occidente mismo no tiene costumbres que atentan contra ésta?
No son temas distintos, ambas son injerencias que se atribuye el Estado de manera unilateral en cuanto a acciones que los individuos determinan de manera personal.
¿De qué depende que algunas musulmanas usen la burka o no? ¿Todas las que lo usan están bajo dominación? ¿De sus maridos, de su machismo, de su religión? ¿Cómo se determina si una mujer está o no obligada por su esposo a usar el Burka?
¿Quién determina que tema cultural es aceptable y no? ¿El gobierno de turno?
Tal como dije en tu artículo: Hay un detalle que olvidas al defender la ley del burka, y es que criminaliza a esas mujeres -obligadas o no- que lo usan. Es decir, cataloga de criminales a quienes supuestamente son víctimas del dogma religioso.
Saludos
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23 de abril
Derecho a elegir , ese derecho informado, todos sabemos que la comida rapida no es saludable, todos sabemos que fumar, beber alcohol es perjudicial, debemos informar y que las personas elijan libremente. La libertad de religion fué la primera libertad conquistada en norte america, y fue preparatorio a la independencia de la union americana , preparatorio tambien para la revolucion francesa y finalmente nuestra independencia, no creo que el estado tenga derecho a impedir que las personas adoren a Dios vistiendo lo que deseen para recordar a su Dios, cruses, rosarios una biblia, un coran, un libro de mormon ¿ seran prohividas tambien , porque son simbolos de dominacion machistas?, no me parece democratico ni tolerante.
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29 de abril
Fue publicada una entrevista a Joumana Haddad, autora de «Yo maté a Sherazade». En ella se habla sobre este tema en una pequeña parte del artículo. Vale la pena leerla. Saludos!!!
http://diario.elmercurio.com/2011/04/26/ya/_portada/noticias/0FA46CFD-2B7B-4397-BDBC-BC16E03742B2.htm?id={0FA46CFD-2B7B-4397-BDBC-BC16E03742B2}
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