No sabemos cómo tratar a nuestros discapacitados; ellos están preparados pero la sociedad chilena no, menos aún las políticas públicas, las leyes chilenas y las empresas chilenas.
Hace ya 25 años Estados Unidos tuvo su primera marcha por los derechos sociales de los discapacitados. Y hace 37 años que en Chile nos movemos por las campañas de la Teletón. El Chile de hoy es una visión muy simple, la Teletón -y su intervención mediática-. El Gobierno, al parecer, no ha cumplido con los estándares mínimos que puede tener un país para sus ciudadanos con discapacidad, según los Derechos Humanos.
La Teletón estigmatiza y discrimina, monopoliza el discurso simbólico de los discapacitados, sigue viendo a los discapacitados igual que en 1978: como minusválidos, como personas sin derechos sociales, sin derecho a un trabajo, sin derecho a decisión. Son estos y muchos otros derechos los que necesitan y deberían tener las personas con discapacidad.
La ONU lo dijo, basta de la humillación y los estereotipos de caridad en México, pero acá en Chile el panorama es el mismo, nos hemos perdido un movimiento social muy importante y mediático, que no solo permitiría mejorar su condición dentro de la sociedad, la de todos. La palabra clave aquí es igualdad, palabra esquiva y muchas veces adornada o reemplazada por equidad, para evadir su peso y hacernos creer que movimientos como este se pueden conformar con caridad.
Chile está atrasado, y muy lejos de sus pares extranjeros en materia de derechos sociales para sus discapacitados. Hay personas que hoy tratan de hacer ver este escenario, pero cada mes noviembre la Teletón y su intervención nos hace olvidar.
Somos capaces de financiar una institución como lo es la Teletón, pero no somos capaces de financiar a excelentes artistas con discapacidad cognitiva. No sabemos cómo tratar a nuestros discapacitados; ellos están preparados pero la sociedad chilena no, menos aún las políticas públicas, las leyes chilenas y las empresas chilenas.
Al parecer se nos pasó la hora, pero por suerte no el momento para empezar a hacer algo por nuestros ciudadanos más valiosos.
Comentarios
17 de noviembre
Hay que vivir en el país real.
Es desafortunado que el estado no garantice los mínimos derechos sociales, como los de tratamiento de los discapacitados, pero esa es la realidad, ante esa realidad debemos agradecerle a esta caridad privada que se ocupa del tema.
Es otra muestra del estado fracaso Chileno, ¿que derecho social es realmente garantizado por el estado?
¿Educación de calidad ? no
Salud? no
¿seguridad? no
¿combate de incendios? no
Pero algunos ingenuos sigan postulando que el estado garantiza derechos…. ¿que fuma esa gente?
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17 de noviembre
Está claro que con reivindicar problemas sociales no basta, eso nadie lo pone en duda.
Lo importante es como digo mas arriba, al menos en este caso, permitir el resurgimiento de un movimiento social muy potente.