Amanece Chile, con la herida nuevamente abierta, con la señal de que no existen lecciones aprendidas y con la evidencia cada vez más tangible de que en los sectores políticos la memoria es un bien escaso que solo sirve para hilar discursos populistas y facistoides, con la única motivación de sacar ventajas electorales marcando posición ante un hecho histórico que a Chile le duele de distinta forma.
La pregunta es ¿Cuánto se ha aprendido? o ¿Cuánto se ha hecho para no repetir los errores?. Las nuevas generaciones hace mucho viene marcando su distancia con la forma en que nuestro país se hace política, cada encuesta y cada estudio de opinión evidencia la distancia que existe entre los partidos políticos y la ciudadanía, la gran masa de nuestro país la constituye una generación que se ve expuesta a consumir odio y desencanto cada vez que se acerca un nuevo 11 de septiembre.
En Chile, jamás hemos escuchado la iniciativa de un “Museo de la Reconciliación” ó se han bautizado calles como “Chile Democrático”, siempre las iniciativas van de la mano con la ideología política de turno, como si representaran a una inmensa mayoría sin considerar que desde 1993 ningún Presidente ha superado la barrera de los 4 millones de electores.
Esta columna no es una crítica hacia el gobierno de turno, ni mucho menos un guiño a los partidos que se cobijan más allá del centro político, esta columna es un campanilleo que busca alertar que mientras no existan consensos, mesuras, generosidad y diálogo, se seguirán cometiendo los mismo errores. Quienes hoy defienden o critican las pifias a la presidenta, son los mismos que le gritan asesino a un parlamentario “fascista” que con 40 y tantos años dudo mucho que hayan manchado con sangre sus manos en década más triste de nuestra historia o que solapadamente elevan a categoría de salvadores de la patria a quienes empuñaron sus armas contra un pueblo que gritaba libertad.
Mientras no exista por parte de los mal llamados «liderazgos políticos» las señales claras en torno a que Chile es, como decía un viejo amigo “una inmensa caja de lápices de colores”, seguirán algunos pretendiendo pintar un lienzo donde predomine un solo color dejando de lado la belleza que te regalan la nomenclatura de colores.
En Chile, jamás hemos escuchado la iniciativa de un “Museo de la Reconciliación” ó se han bautizado calles como “Chile Democrático”, siempre las iniciativas van de la mano con la ideología política de turno
Chile es un país donde izquierdas y derechas tienen su espacio y una inmensa mayoría se ve obligada a consumir violencia verbal y odio, mientras no existe la voluntad de mirar con generosidad la historia seguiremos acrecentando las distancias entre quienes la interpretan de distinta manera y entre ellos, muchos al igual que yo que buscamos construir un Chile justo para nuestros hijos, seguiremos siendo testigos de una patria donde se margina y condena simplemente por buscar ese tan mal usado y condicionado NUNCA MÁS.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad