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Chile: Los desafíos de Lagos

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Hace semana y media, el ex Presidente Ricardo Lagos hizo pública una propuesta sobre el futuro de Chile. En el documento se dedica a fundamentar que crecimiento no es lo mismo que desarrollo. Y agrega que una adecuada distribución del ingreso es condición indispensable del desarrollo. Comparto ambas ideas. 

Lagos, sin embargo, hace un malabarismo cuando sus reflexiones conceptuales aterrizan en Chile. Utilizando la experiencia de los países ricos, sostiene que la preocupación por la distribución importa a partir de los US$ 20.000 per-cápita. Con ello intenta salvar a los gobiernos de la Concertación y, sin decirlo, justifica la prioridad que se otorgó al crecimiento en los últimos 20 años, eludiendo el menoscabo que sufrió la distribución. 
 
Mi opinión es distinta. Una política de desarrollo debe apuntar en todo lugar y momento- y no sólo a partir de un cierto nivel del ingreso per cápita- a mejorar la distribución. Además, para favorecer la equidad no basta con la tributación. Existen otros temas de política pública insoslayables para avanzar a una sociedad más justa y desarrollada: mejorar la posición negociadora de los trabajadores, apoyo a los pequeños empresarios, políticas para las regiones más desfavorecidas, regulación del sistema financiero, transformación efectiva de la estructura productiva, cuidado del medio ambiente, protección a los consumidores, sistema de pensiones solidario, educación y salud públicas.  
 
Ni en el tema tributario ni en los otros ligados a la equidad se desplegó una política que apuntara a una mejor distribución. Así, no sólo se concentró la riqueza en pocas manos sino permitió que los grandes empresarios se convirtieran en un poder político de facto. La Concertación no hizo lo que prometió. Optó por el gran capital.  Democratizar económica y políticamente el país será ahora  mucho más difícil.  
 
En segundo lugar, para tener más y mejor democracia no basta con modificar el sistema electoral y contar con mejores tecnologías de información.  Es necesaria una nueva Constitución que asegure iniciativa popular de ley, autonomía de las regiones, equilibrio entre la autoridad parlamentaria y el Ejecutivo y terminar con la subordinación de la política a la economía. En suma, una democracia completa exige una nueva institucionalidad política que devuelva el poder al pueblo. 
 
En tercer lugar, una “revolución en la educación” no es continuidad, sino transformación. Ello significa terminar con el lucro, colocar en el centro a la educación pública, revalorizar las universidades tradicionales, imponer decencia a las universidades privadas y restituir la enseñanza técnica.
 
En cuarto lugar, comparto la idea de una sociedad de garantías y obligaciones, lo que será difícil impulsar precisamente porque la Concertación aceptó continuar con la política social de focalización, en vez de recuperar las políticas universales. Valoro también el compromiso actual de Lagos con las energías renovables no convencionales y su renuncia a las termoeléctricas de carbón y  a la energía nuclear. Ello, sin embargo,  exigirá un cambio de actitud de los políticos frente al indecoro lobbismo de las grandes empresas. 
 
El documento del ex Presidente presenta algunas ausencias. La más notoria tiene que ver con la transparencia y corrupción. Y, un proyecto estratégico para Chile no puede eludir los vasos comunicantes entre la política y los negocios, asunto en extremo preocupante en los últimos años.
 
(*) Roberto Pizarro es economista (grupo Nueva Economía) y fue Ministro de Planificación en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Una versión extendida de este análisis crítico del documento del ex presidente Lagos puede ser revisada en el documento adjunto. 
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5 Comentarios

reynaldo

Estimado Roberto:

Ustedes siempre parecen olvidar su pasado, veo con preocupación que sin ninguna verguenza hablan, opinan y critican este documento que no tiene sentido en este tiempo donde nos toca vivr.
¿que pasará el 2030? es la pregunta, cualquier estudiante de estadisticas de universidad podría elaborar este documento, lo importante creo yo es precuntarse ¿que hicimos? para gobernar con este modelo económico y social, por que no lo cambiamos, por que nos quedamos en pensamientos escolares (no da para academicos) preocupemonos de lo real lo contingente lo que nos preocupa a todos nosotros y si no tienes preocupaciones pregunta a tu empleada a tu portero a tu aseador a tu cuidador de auto, si no tienes a nadie recorre las poblaciones los pueblos y hace el trabajo que no hiciste cuando tubiste la oportunidad, recuerda que la UDI lo hizo y lo hace ahora, hay 2 años antes de la próxima elección, logremos un acuerdo nacional con todos y no sigamos con estos chaqueteos como por ejemplo de de ayer de don Ricardo quitandole el piso a la Señora Bachelet, usando recursos de niño diciendo que el no participo en la implementación del transantiago, que el señor Lagos converse con la gente y vea que nadie distinge entre el y la señora Bachelet, el trabajo de la alianza fue hacernos pensar que todos los gobiernos de la concerción eran uno solo, por lo que el análisis es de un todo, el panelista de la alianza de Tolerancia Cero asi lo hacia ver cuando hace un análisis economico de los gobiernos de concertación, dejemos de ser ingenuos y veamos la realidad, yo creo que es posible incluso que las encuestas donde Piñera aparece más bajo no sean tan certeras yo pienso que la alianza sub valua su posición para tenernos como ratones en un laberinto sin encontrar una salidad.
atentemente

Reynaldo Silva

marceleau

marceleau

Sr. Pizarro.
Me pregunto si la Concertación optó por el «gran capital» y, según usted, con ello se hizo acreedora del anatema de los demócratas sociales, ¿por qué contó con el respaldo del electorado por 20 años? Algo bueno habrán hecho los «capitalistas» de la concertación que mereció tanto apoyo.
A veces los economistas, como otros tantos especialistas del saber, olvidan manejar un herramienta de análisis esencial: la historia.

pato-pino

Encuentro que es un buen inicio para un debate de fondo y con perspectivas el documento de don Ricardo Lagos y los valiosos aportes de don Roberto Pizarro. Creo que en la discución que se haga hay que tener muy presente que los cambios profundos que hay que realizar sólo serán posibles en la medida que logremos la más amplia unidad social y política de todas las fuerzas progresistas del país. Es una deuda que la clase política (incluyo a los dirigentes sindicales) tienen con el país desde fines de la década del 60.

juanucho45

despues de leer los comentarios anteriores, me parece que así es como era la Concertación y por eso tuvimos el resultado que por verdadero, no deja de ser justo. Obtuvimos el premio de nuestro esfuerzo. Si seguimos disparando desde nuestras propias casamatas, veremos que la Derecha seguirá ganando las elecciones. El proceso de reunificar la izquierdo, digo LA IZQUIERDA, debe estar ligada a quienes tienen interés real en participar de ella. Si la DC se decide a trabajar en bien de los más desposeídos, bien venida sea, pero si su línea es exclusiva, bien por ella, es le súnico partido en los últimos 50 años, que ha tenido todo para haber hecho de este país un gran país, sin analizar las razones, no lo hizo. Tomenos lo que nos da Lagos para iniciar una propuesta de unidad, no significa que debe ser rígida, aportemos a ella en las cosas buenas y que nos interesa trabajar, porque nuestros paladines actuales, ni siquiera han hecho una limpieza de la herida, sólo han puesto agua oxigenada, que por lo demàs también sirve para teñir el pelo. CUIDADO.

julio-brasilia

Buenos dias,
Días atras comentaba en otro medio sobre esta publicación del señor Pizarro, y al parecer, cambia el publico pero no cambia el contenido, (sin duda que aquí se puede opinar y debatir ideas, lamentablemente en el otro medio es casi imposible).
Cuando digo que no cambia el contenido me refiero a que todas las opiniones aqui escritas se quejan de lo mismo, la accion de la concertación y sus componentes partidarios, se habla de acuerdos sociales, de unidades de fuerzas progresistas, pero no he leido en ni un lugar alguien que haga la propuesta de un PROYECTO PAIS, nadie parece estar preocupado con lo que realmente la sociedad chilena precisa como prioridad, no se discute distribuición de renta, combate a la miseria, O mejorias en el atendimiento de la salud publica, en fin parece que mirar solo el propio ombliga todavia hace parte de los politicos chilenos.
Señores no se olviden que el voto ciudadano ira para quien haga una propuesta de Cambios Reales, el voto no es todo lo concreto que algunos intelectuales quieren creer el voto por encima de todo es subjetivo, y es dado para quien muestra reales proyectos de cambios que la ciudadania necesita.

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Roberto Pizarro

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