Votar es el fetiche en la ilusión de la democracia chilena y es lo único que actualmente legitima el actuar de criminales. Yo no voy a tomar pichí ni comer caca. No regalar mi voto a esta manga de giles es tanto más democrático que tu llamado de emergencia, protoprogresista.
El 11 de noviembre recién pasado, Juan Guillermo Tejeda, reputado ciudadano y artista visual, publicó en El Mostrador una opinión llamada «Carta al bola que no vota». En dicha carta abierta, el autor increpa a todos aquellos que decidimos abstenernos de votar. Esa misma noche hice llegar al mismo diario mi réplica, pero al parecer, no hubo interés en confrontar la opinión totalizante del artista. Temiendo que el buen Tejeda quede sin contestación pública, dejo mi respuesta.
No logro entender tu lógica, Tejeda. Y no sé por qué, loco, pero me tinca que te estai tratando de pasar de listo con tu speech. ¿Preferís la democracia portaliana a la dictadura colombiana? ¿Y entonces, qué preferís, comer caca o tomar pichí? Tu razonamiento, tan evidentemente concertoso, asquea.
Votar es el fetiche de la democracia chilena, loco. Es redención de la culpa, es acto patriótico, es fiesta y tema de conversación. Hacerlo te vuelve respetable, digno, responsable, serio, adulto. No hacerlo te vuelve improductivo, flojo, antipatriota. No importa el historial de la sarta de candidatos. No importa que una haya votado por el SI, no importa que la otra haya baleado al pueblo mapuche, no importa que a éste lo apañe Max Marambio, no importa que el otro trate de “colaboradores” a sus trabajadores tal como Starbucks. Para ti, Tejeda, el que decidió no votar es un inconsciente, un humano sin pasado, sin memoria ni respeto.
¿Así que tengo que votar porque hubo gente que murió por la democracia, eso, no? ¿Erís católico? ¿Practicante? Mira la trampa de mierda que te hacen estos demócratas: «Ellos murieron para que tú pudieras votar, debes creer en la democracia». ¿No te suena a la historia de occidente,“loco”?
A ver, artista republicano, ¿te puedo decir así, Tejeda? Bueno, entonces dejémoslo en republicano, para que no moleste. ¿Cachai que tus recuerdos están más cerca del whisky que de la cerveza? Mientras tú justificas a la DC, Aylwin y Girardi, diputado y senador por 20 años, yo recuerdo a gente que luchó contra la dictadura, sin la épica nostálgica y redentora que les gusta a ustedes. Recuerdo a gente que no cabe dentro de la memoria como ustedes la entienden, encerrada en museos, porque es gente que sigue viva y que quieren verlos presos por cómplices y autores, como la madre de Catrileo, a la que le volaron un diente, saco de papas. Esa gente que, llegada la Concertación al poder, se fue bien a la cresta de una PLR o, bien, con 10 años de cárcel por oponerse a su proyecto neoliberal.
Votar es el fetiche en la ilusión de la democracia chilena y es lo único que actualmente legitima el actuar de criminales. Yo no voy a tomar pichí ni comer caca. No regalar mi voto a esta manga de giles es tanto más democrático que tu llamado de emergencia, protoprogresista. “La mejor manera de poner a prueba una democracia es desfetichizándola», decían por ahí.
Asúmete, Tejeda, tu “progresismo” tipo The Clinic no conmueve a nadie más que a los que entienden la democracia como deber patriótico, como culpa o como redención de su clase. Así que no me hablís de deberes y derechos con tu tonito de viejo choro.
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Comentarios
14 de noviembre
Esta respuesta del «señor» Pérez debe estar en el «top-ten» de las pelotudeces que he leído.
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