Te escribo esta carta desde mi simple condición de ciudadana, que, al igual que muchos otros, ha tratado de entender las distintas razones que nos llevaron a la derrota de enero de 2010. En este contexto, he leído con real estupefacción tu columna publicada en El Mostrador el 30 de abril, titulada “Tohá y Auth: las diferencias en la elección del PPD”. Y si me animo a escribirte es porque creo que desnudar las grandezas y las miserias que se están reflejando en la elección interna del PPD puede servir a los otros partidos de la coalición.
Yo, que no pertenezco a ningún partido político y no he tenido nunca un cargo de representación ciudadana, estoy dispuesta como una concertacionista más, a asumir la cuota que me corresponda en las causas que nos llevaron a perder la elección presidencial. Y por eso me sorprende mucho no haber encontrado en tu razonamiento ninguna dosis de autocrítica, una carencia que vista desde cualquier perspectiva me resulta tan evidente e insultante, que inevitablemente me obliga a preguntarte dónde estuviste tú estos veinte años, Pato, 13 de los cuales llevas ejerciendo como diputado en el Parlamento chileno.
Al leer tu artículo se desprenden tres cosas: la primera, tu acusación a otros de diagnosticar que la derrota se debió “a causas de desorden e indisciplina de los partidos”; la segunda, tu calificación de “conservadores” a los que no opinan como tú (así identificas al equipo de Carolina Tohá); y la tercera, cuando estableces que “con Pepe” (Auth) se construye la nueva alianza política que se requiere para el futuro de Chile.
Lo anterior me lleva a pensar cómo puede alguien criticar contradiciendo su propio método, donde la estructura fundamental de su razonamiento es justamente la crítica a la no autocrítica de los otros. Parafraseando a Carolina Tohá, yo tampoco creo que sea posible seguir buscando explicaciones de la derrota endosándoselas a los demás sin hacerse cargo de ellas. Tenemos que asumirlas todos y punto.
El segundo punto que me impacta de tu análisis es cómo transformas la responsabilidad de la que debe hacerse cargo todo actor político con su conglomerado y gobierno en un acto de autoritarismo, que construido bajo la lógica que planteas, no sólo se convierte en una premisa falsa, sino que también en una franca y abierta distorsión de la realidad.
Cualquier observador medianamente inteligente puede concluir que es completamente falso y malintencionado que en los “Cuatro puntos para el debate del PPD”, Carolina Tohá haya planteado una visión autoritaria de los factores de la derrota y mucho menos en lo que ella considera como indispensable en la construcción del futuro.Para lo anterior, basta sólo remitirse a lo que sostiene Tohá cuando afirma que “la Concertación debe refundarse como una coalición política y ciudadana, como lo fue en su origen. No nos basta con la Concertación que hoy tenemos”.
Siguiendo tu texto es inevitable concluir que hay un cierto dejo por ridiculizar el compromiso político e histórico de una dirigenta y de otros, que dentro y fuera del PPD, la DC, el PRSD y el PS, sentimos tanto orgullo como frustración por no haber avanzando más. Los mismos que hemos sido testigos de que en política las prácticas del abuso y el engaño hayan sido un accionar frecuente entre quienes sin pudor no han trepidado en establecer alianzas bajo la mesa
Finalmente, me impacta que consideres a Pepe Auth como el representante del progresismo del mañana, en circunstancias que aún tenemos muy presente en la memoria quiénes fueron los adalides de la decisión de que la Concertación presentara dos listas para las elecciones municipales de 2008, con los resultados y consecuencias que todos sabemos, y que innegablemente significó uno de los puntos de inflexión que anticipó la derrota de diciembre de 2009.
Sin embargo, Pato, debo reconocer que hay un punto de tu texto en el que coincido plenamente contigo: en que el diagnóstico de la derrota y en la política de alianzas para ganar en el futuro es donde las diferencias son nítidas. Es cierto. Es justamente ahí. Ahí, donde Carolina Tohá no se pierde ni un minuto y convoca a recuperar la vocación de ser mayoría con una nueva promesa de futuro “que actualice nuestras propuestas con el Chile de hoy y ponga al día nuestra práctica política con los estándares más altos de democracia, transparencia y distribución del poder”.
Hasta ahora, los que nos sentimos progresistas y de izquierda hemos enarbolado orgullosos los cimientos sobre los cuales creemos que se desarrolla el verdadero capital político: la eficiencia y la ética. Un patrimonio que Carolina Tohá puede exhibir como pocos políticos chilenos en nuestro país.
Comentarios
03 de mayo
Creo que tienes razón. Hales, Auth y Girardi desarollan un discurso crítico frente a la Concertación, pero al mismo tiempo implementan prácticas políticas bastante sectarias y vinculadas a los elementos que dicen criticar. Al mismo tiempo ponen el centro del debate en una alianza con alguien que, como Enríquez Ominami, ha hecho de la descalificación y el insulto hacia los que somos concertacionistas una práctica habitual.
Yo no creo en el retorno a los tres tercios, aún disfrazados de polo progresista. Sigo creyendo que la Concertación es una alianza entre la izquierda y el centro político. Tampoco creo que Girardi y compañía representen algo distinto ni algo de izquierda. Creo que son parte de aquellas conductas de las cuales nos debemos desprender y que no tienen que ver con las ideas que se defienden sino que con la frivolidad de las opiniones, la rudeza de los métodos y la poca fraternidad de las prácticas.
Saludos
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