A la fecha, 24 de julio 2015, el proyecto Carrera Docente -tras la última intensa discusión en la sala de la Cámara de Diputados- sorprende considerando las siguientes situaciones.
Primero, desde el 21 de abril de este año -cuando ingresó el mensaje presidencial N° 165/363 a la Cámara- hasta el día de hoy, se cuentan treinta y cuatro hitos de avance que se descomponen en veintidós sesiones de audiencia de la Comisión de Educación; con invitados expertos y de organizaciones ciudadanas, incluyendo estudiantiles y gremiales. Además, cinco sesiones tripartitas y otras siete instancias repartidas entre discusión en la comisión con Ministro -primero- y Ministra -después- y trámites en sala. Esto da un ritmo acelerado a la discusión, una relación somera establece que se ha llevado a efecto en promedio una etapa o hito de avance cada tres días. Con la particularidad de que no tiene urgencia desde el Ejecutivo.La división interna del gremio se ha dado en torno a mantener un paro indefinido, hasta que el gobierno retire el proyecto o mantenga el diálogo tripartito para corregirlo.
Segundo, concentra una alta participación ciudadana antes y durante su tramitación. Antes, en lo que se ha denominado el Plan Maestro de la Educación con veinte organizaciones integrantes, aunque no ha sido una propuesta vinculante para efectos del proyecto. Durante, porque se registran ochenta y dos intervenciones de actores ciudadanos repartidas en esas veintidós sesiones de audiencia. Esto, sin contar con las denominadas sesiones tripartitas, que constituyen una avanzada especial en lo que refiere a la participación de ciudadanos en los debates legislativos. Esto último incluye otras veintitrés intervenciones que, además, tienen el mérito de reunir en una sesión oficial de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados al Ejecutivo, al Legislativo y al gremio directamente involucrado en el proyecto que se discute.
Tercero, este proceso de discusión que se inició en abril enfrenta la presión de un paro nacional indefinido por parte de los profesores y profesoras del país desde fines de mayo. Entonces la instancia tripartita está sin duda catalizada por el movimiento social. No son mesas aisladas, de hecho son sesiones concretas de la Comisión de Educación. Corresponden a las siguientes: 103°, 104°, 105°, 108° y 109°.
Se puede hablar de tres espacios distintos de participación y decisión. La audiencia corriente de escuchar opiniones ciudadanas con preguntas y respuestas, donde deciden los parlamentarios; la mesa tripartita de trabajo conjunto, más horizontal y democrática, donde deciden los parlamentarios y la Asamblea del Colegio de Profesores, aunque mediados por la directiva. La división interna del gremio se ha dado en torno a mantener un paro indefinido, hasta que el gobierno retire el proyecto o mantenga el diálogo tripartito para corregirlo. Ha tenido su correlato en el mismo Congreso.
Sí. Como cosa extraña en la tramitación de un proyecto de gobierno, se rechazó en la Comisión -en la 116° sesión del 22 de julio- porque hubo ocho abstenciones y sólo cinco votos a favor. Se dividió la Nueva Mayoría por la abstención de tres parlamentarios: Yasna Provoste (DC), Cristina Girardi (PPD) y Rodrigo González (PPD) quienes argumentaron la necesidad de discutir mejor el proyecto con las indicaciones del gobierno comprometidas, pero a la fecha pendientes. Al otro día en sala, se aprobó por sesenta y cinco votos a favor, once en contra y treinta abstenciones, entre las cuales se cuenta la Diputada Provoste. Girardi y González, en cambio, lo votaron a favor.
Curioso procedimiento el de la Cámara, esto de rechazar en la comisión y aprobar en la sala siendo el mismo texto en discusión. Más bien podría tratarse de una acción corporativa por mantener el procedimiento regular. Mucha expectativa habría generado el rechazo en la 52° sesión del 23 de julio, ya que uno de los proyectos de la reforma educacional habría fracasado.
Ahora, que vuelve a la Comisión de Educación, sólo quedaría la decisión del Colegio de Profesores levantar el paro o mantenerlo. Con o sin ese movimiento, el proceso legislativo continuará. Se espera que resulte un proyecto mucho más mejorado aún y a satisfacción de los actores movilizados y no movilizados, colegiados o no.
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