De ambas veredas, para el Chile político 2013, aparecen los candidat@s sonrientes.
Nada de malo con las sonrisas ¿no es cierto? Sonreír como que transmite alegría, buena onda, simpatía, tranquilidad. El candidat@ sonriente “es como tú o como yo” –salvo que no, porque es candidat@-. Y Hannah Arendt, filósofa en asuntos políticos en el siglo XX, escribió una vez que ya desde mediados de ese siglo estaba naciendo un nuevo arte de la mentira en política.
No está demás consignar aquí que, para ella, la relación de verdad/falsedad con la acción política es compleja, está ligada a la negación de los hechos pero también a la iniciación de nuevas realidades, y que, de cualquier manera, la mentira política no debe ser considerada desde un punto de vista moral ni moralizante. Se trataba, decía Arendt, “de la mentira aparentemente inocua de los especialistas en relaciones públicas”, que primero trabajaron en gerencias de empresas privadas, y luego pasaron a la dirección de los servicios gubernamentales responsables de políticas públicas (en USA).
A poco andar surge una “disciplina” nueva: el marketing político, promocionando sus productos y servicios (nada de baratos) como “fabricantes de imágenes” y, lo que sorprendía más, como expertos “generadores de emociones” producidas a partir de las apariencias de agentes y personeros políticos.
En su momento, promocionaron como evidente que la política no era sino una variante en la función gerencial de las “relaciones públicas”. Ello coincidía con un mundo ya sin los famosos “metarrelatos”, el derrumbe de lo alternativo como proyecto social viable y creíble, y la hegemonía de la facticidad de un planeta neoliberal.
De modo que, de alguna o de todas formas, así estamos ante el 2013 en Chile. ¿Qué podría suceder? Una primera previsión dice que ganan los sonrientes, los más sonrientes, los que menos hablan, los que solo repiten una o dos frases, las dicen rápido, los que tocan guitarra al lado de la fogata, a los que nunca se los pilla en feo (…hasta que).
A una segunda mirada se ven otras figuras. No son inmediatas; permanecen transitando entre bambalinas; juntándose con unos acá, con otras allá. Como creando redes en torno de asuntos, de temas, de contenidos. El triunfo de la Pepa Errázuriz no ocurrió de la noche a la mañana.
¡No demos mucha importancia a los sonrientes! Ellos están como “en otra parte” y probablemente en una que no existe.
Y entonces también se ve ese 60%que no se sabe qué para el 2013. ¿Sonrisas para ellos también?
Como si de pronto hubiera límites de sentido común ante los últimos llegados entre los fabricantes de ilusiones y la manipulación de conciencias siempre estuviera a punto de fallar.
¡No demos mucha importancia a los sonrientes! Ellos están como “en otra parte” y probablemente en una que no existe.
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Fuente de fotografía
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viveroscollyer
«Sonrientes» aparecen -si observas bien- no solo en la derecha; de la otra vereda también; y más de un@
–ahora el asunto no es solo la «elegancia» que te agradezco, sino que hay un pensamiento filosófico, por ejemplo, en Hannah Arendt, que hace de esas «sonrisas» algo más complejo de lo que parecen
¿no te parece¿, f
Sergio Andrade.
Estamos de acuerdo en que la sonrisa existe en los dos lados del espectro político, pero yo agregaría que es conveniente y necesario determinar si es una sonrisa natural o forzada. Arendt se refiere a los especialistas en relaciones públicas que trabajan o trabajaron en gerencias de relaciones públicas y que después ocupan cargos en los Gobiernos,yo agrego de derecha porque podemos estar de acuerdo que son mas abundantes en esos Gobiernos que en los llamados progresistas o de centro o de izquierda.
El marketing político aparece de inmediato y después la venta de su imagen la promocionan como un producto mas de consumo. Y esto se hace en reemplazo de las ideas y se manipulan las conciencias. Desgraciadamente estas ideas calzan perfectamente con el candidato de la derecha Golborne quien las desarrolla con fuerza y con fluídez natural, las debe haber desarrollado como Gerente de Cencosud y puede lograr engañar a una parte importante de la población por esas razones decido comentar vuestro artículo que a mi juicio constituye un aporte.. Felicitaciones sinceras porque considero que ayuda a esclarecer que lo importante no es la sonrisa sino las ideas que se trasmiten.-
Sergio Andrade.
Que interesante y elegante forma de mostrarle a los chilenos como es el posible y futuro candidato de la derecha chilena, Golborne, que sonríe a diestra y siniestra y sus palabras no tienen contenido, solo sonrisas para cautivar pero no ideas para convencer. Pero también es necasrio reconocer que no es el caso del otro candidato Allamand pues no sonríe, es mas serio.-